La cláusula RUFO fue cierta en su vencimiento original (31 de diciembre del corriente) hasta el día 19 de septiembre de 2013.

El gobierno nacional, luego de la última reestructuración de la deuda en 2010 creyó que la cláusula RUFO era medio flojita y que no daba garantías suficientes a los bonistas que no habían entrado al canje de deuda, entonces, para seducir mejor a los Paul Singer’s desparramados por el mundo; creó la “ley cerrojo” (Boletín Oficial Ley 26.886 ) y el 20-09-2013 se promulgó, en la que, palabras más palabras menos, se extiende la cláusula RUFO por tiempo indeterminado.

Vale decir que aquella RUFO original y que ya venía impresa en los propectos del canje de deuda vencía este 31 de diciembre próximo. Y, el gobierno, sabiendo el resultado judicial en 1ª y 2ª instancia sobre los reclamos de los buitres se crea otra RUFO que le impediría toda negociación.

Ante estas condiciones, se podría deducir que el gobierno jamás podría esperar a diciembre o enero para pagarle a los fondos buitres, porque el mismo gobierno se inventó una cláusula RUFO eterna.

Por lo tanto, la duda que tengo es saber si en los 30 días de épica negociación, la verdadera estrategia sólo era que los bancos nacionales compraran la deuda de los bonistas con los fondos de los ahorros de los depositantes argentos, tal como oportunamente lo intimó Elisa Carrió a Juan Carlos Fábrega (Presidente del Banco Central)

Esta modesta columna pretende convocar respuestas y opiniones de especialistas sobre cómo salir del autocepo del gobierno.