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Alerta glifosato: daños genéticos y cáncer

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QUÉ DICEN LOS ESTUDIOS CIENTÍFICOS
QUÉ DICEN LOS ESTUDIOS CIENTÍFICOS

La doctora en Ciencias Biológicas, Delia Aiassa, dice desde su escritorio con una paz casi inexplicable: “Siempre están los que nos quieren y los que no”. Sabe que se metió en una guerra difícil. Investigadora especializada en genética, co-coordina hace ocho años a un equipo multidisciplinario de científicos de la Universidad Nacional de Río Cuarto que llegó a resultados escalofriantes sobre el daño genético que sufrieron poblaciones sojeras de la provincia de Córdoba expuestas a agroquímicos como el glifosato, el herbicida estrella del campo argentino, que permitió cosechas récord. En el campo, los ingenieros agrónomos no estaban felices de ver a Aiassa y a su equipo trabajando en el lugar. Los enfrentaban, esgrimiendo los mismos argumentos que emplean multinacionales como Monsanto –la cara más visible del negocio del glifosato en la Argentina–, el Conicet o el propio Estado argentino: que este herbicida no genera ningún problema si se lo aplica de forma apropiada y que, por eso, no había nada que investigar.

 

Sin embargo, Aiassa y su equipo tomaron muestras de sangre y mucosa bucal en una población de más de 200 individuos, personas sin patologías visibles, pero expuestas a los herbicidas. Previamente habían experimentado en ratones y anfibios, también en linfocitos de sangre humana. La conclusión general, sin duda, incomoda el campo y pone en jaque gran parte del financiamiento del Gobierno que depende de la cosecha de soja. Aiassa afirma a revista Noticias: “Encontramos un daño aumentado en el material genético de la población expuesta. Esto pone en riesgo a la población afectada de padecer cáncer de distinto tipo a mediano y largo plazo, así como de sufrir malformaciones”. Los resultados de estos estudios fueron publicados, desde el 2006 a la fecha, en más de una decena de artículos en revistas científicas de Holanda, Estados Unidos y Argentina.

La revelación de las últimas conclusiones, dadas a conocer hace apenas una semana, le sumó una cuota de tensión a la megaindustria agroquímica del campo y al Gobierno nacional. Mario Bogliani, ingeniero agrónomo, director del Instituto Rural del INTA, suspira al escuchar esto. Para Bogliani es difícil volver atrás: “A partir de este estudio de la Universidad de Río Cuarto, todo es posible. Lo que se puede modificar, si se prueba que el estudio es conclusivo, es el tipo de producto que se usa en agricultura. Pero no sé si se puede pensar en un modelo sin glifosato”. Los cuestionamientos sobre el glifosato no sólo empañan los planes del oficialismo, que depende de los rindes de la soja para engordar su caja. También empaña a la industria sojera que representa un negocio sideral: 182 millones de litros de este químico fueron vendidos en el 2013, según CASAFE, la cámara que agrupa a las agroquímicas. Y a un precio promedio de 3,9 dólares el litro, el movimiento económico sería fabuloso: más de 700.000.000 de dólares.

Lo que no se puede ver. El ataque del glifosato a la salud, según Aiassa y su equipo, se produce en los genes. La científica explica: “Estudiamos las aberraciones cromosomáticas, es decir, la ruptura a nivel de los cromosomas. Lo que se ve es que se rompe el núcleo y se ven micronúcleos, o se rompe el ADN. A bajas concentraciones y a largo plazo ocurren estos efectos”. Federico Landgraf, director ejecutivo de Casafe, cuestiona los resultados de la Universidad de Río Cuarto y su validez. Incluso habla de “profesores ambientalistas que confunden más de lo que aclaran”. Landgraf apunta: “Es importantísimo recalcar que cada producto pasó por diez años de pruebas y experimentos. Si fuese cierto que esto envenena, los primeros que tendrían que estar en contra son los productores”.

Hay un ejecutivo de Monsanto en el directorio de CASAFE. La mayor multinacional de agroquímicos que opera en el país es el blanco de las protestas de ambientalistas y un aliado clave de la caja K. En el 2012, CFK se reunió con la cúpula de la firma en Nueva York: le prometieron 1.600 millones de pesos en inversiones. El herbicida con glifosato que produce Monsanto, cuyo nombre comercial es Round Up, ya es parte del paisaje argentino. La empresa sabe de los estudios de Aiassa y su equipo. NOTICIAS la consultó al respecto y defendió a su producto mediante un comunicado escrito: “No existen al momento, en Argentina o en el mundo, estudios científicos serios que cuestionen o invaliden ninguno de los múltiples estudios realizados sobre el glifosato, que avalan sus características y propiedades”.

 

Caso testigo. Aiassa declaró como testigo en un juicio clave contra el uso del glifosato, en el que se condenó, en el 2012, a un productor sojero y a un fumigador por las denuncias originadas en el Barrio Ituzaingó, en la periferia de Córdoba capital (ver recuadro). Allí se contabilizaron más de 200 casos de cáncer. Medardo Ávila, neonatólogo y ex subsecretario de Salud de la Municipalidad de Córdoba, fue uno de los motores de este proceso. Para él, los descubrimientos de la Universidad de Río Cuarto tienen correlación con la realidad: “Lo veo en los hospitales donde trabajo. Hay claramente un aumento de las malformaciones. Antes había un dos por ciento, es decir, cada cien chicos nacidos, dos tenían malformaciones. Hoy veo hasta el 6 o 7 por ciento. Hay cardiopatías congénitas, malformaciones neurológicas, de miembros. También vemos un aumento en los casos de síndrome de Down. Y vienen de pueblos fumigados” (Revista Noticias).

 
 

11 comentarios Dejá tu comentario

  1. El comentarista Fernando¿ no sabe utilizar el buscador de Google? Le paso algunos links a articulos que a su vez muestran en su bibliografia trabajos realizados en Estados Unidos y Europa, donde creo que saben usar el cerebro un poquitín más que en Argentina http://www.glifocidio.org/docs/impactos%20salud/is20.pdf http://www.vet-uy.com/articulos/salud_publica/050/001/sp_001.htm http://www.scielosp.org/pdf/scol/v7n2/v7n2a01.pdf

  2. Estimada Maria Elena. Me parece que es usted la que no tiene muy claro cómo y qué analizar. Usted aporta tres enlaces: Comienzo por el primero porque es sintomático. El mismo no es un “estudio” científico. No es más que un artículo de opinión de A. Carrasco. Cuando él dice “Nuestro estudio sobre el efecto del glifosato en el desarrollo embrionario” se olvida mencionar que su “estudio” se basó en inyectarle glifosato casi puro a embriones de rana (que, ya dije, se CONOCE que son especialmente sensibles) o, en el mejor de los casos, hacerlos desarrollarse en un baño continuo. Tales resultados pueden obtenerse con agua lavandina (se habrían muerto) o sustancias como café. Quienes estamos preocupados por el ambiente en serio, desde mucho antes de la soja rr, por allá en los 70 cuando se utilizaban en cantidades enormes sustancias como parathion, estamos bastante acostumbrados a este tipo de “argucia discursiva”, donde lo que se dice se lo dice desde la “autoridad” (y cierta postura políticamente correcta) como “científico”, pero lo que dice es un disparate enorme, en el mejor de los casos. Es en esta tónica en que no voy a analizar el segundo enlace. El mismo tiene algunos estudios citados, pero en general están sacados de contextos o bien dicen cosas contrarias a la que afirman los exponentes. Me ha pasado varias veces y no se puede ir desbaratando tontería tras tontería que anda en la red, por más que tenga el sello “sacrosanto” de “Facultad”, “Doctor” o “Universidad”. El tercero es el más sustantivo: no se puede negar que ahí “hay algo”, pero no en la larga exposición que usted eligió, sino en la bibliografía citada. http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1415-47572007000300026 Entre la población control y la expuesta hay un alza significativa en aberraciones cromosómicas. Sin embargo en ésta situación puntual hay que tener en cuenta que: Estamos hablando de una población que ha sido rociada directamente con el herbicida (se lo rociaba desde aviones para combatir cultivo de coca) a la que fue sometida a aplicaciones continuas durante tres días seguidos, y luego a otras esporádicas que sucedieron en un plazo de tres semanas (where aerial spraying with a glyphosate-based herbicide had occurred continuously during three days between December 2000 and March 2001, sporadic aerial spraying continuing for three weeks following continuous spraying). Sin duda que es una situación anormal de uso, que no sucede en ningún campo de cultivo: no se lo aplica sobre personas, raramente la aplicación es aérea, no se utiliza durante tres días seguidos, y menos aún se repite esporádicamente unos días después. La relación de producto por hectárea es de 23,4 cuando lo usual en un campo es de 2, a lo sumo 3 o 4. A esta gente, se la sometió a una carga de sustancia que equivale poco menos que al baño de las ranas del “estudio” antes citado (la inyección de glifosato a embriones de Carrasco no tiene igual así que no sirve ni siquiera como parámetro). Sobre este tema, donde se utiliza glifosato para erradicar cultivos hay bibliografía abundante, que incluyen estudios amplios, midiendo parámetros más “gruesos”. https://www.minjusticia.gov.co/Portals/0/PECIG/2.%20Estudios%20e%20investigaciones/Human%20health%20and%20environmental%20risks%20from%20the%20use%20of%20glyphosate%20formulations%20to%20control%20the%20production%20of%20coca%20in%20Colombia%20overview%20and%20conclusions.pdf El presente aportado tangencialmente por usted, es uno limitado (apenas una veintena de casos) midiendo parámetros más finos, como es la aberración cromosómica. Entre tanta confusión, donde se mezcla desde la estúpida cruzada antidroga norteamericana hasta el interés de los narco terroristas, usted aportó, de casualidad un estudio más o menos decente, que no es terminante, que contradice, al menos hasta ahora, a estudios previos y que tiene una base experimental sólida. Es todo un mérito el suyo, a pesar de que fue casualidad, y que habrá que seguir estudiando. Es la punta de un ovillo que puede ser muy corto (por ejemplo las muestras de sangre utilizadas fueron “seleccionadas” sin querer/ queriendo para dar positivas –notar que el que recogió la sangre es un activista ecologista) o muy larga y termina revolucionando la toxicología conocida del glifosato. Si me pregunta a mi si es racional tirar toneladas de glifosato para combatir a la coca, le diría que no. Yo me opondría, sin necesidad de estudio alguno.

  3. Hay muchos Intendentes kirchneristas fogoneando estos temas en córdoba,como por ejemplo el IRRESPONSABLE INTENDENTE LUIS MARIA TROTTE de Monte Maíz, que le presentó a la población un informe sin firma alguna. Lógicamente esto generó una respuesta de médicos oncólogos, especialistas en toxicología que estaban realizando estudios en esa zona. Para hablar con propiedad deben intervenir epidemiólogos, geólogos, especialistas y magister en agua, como dije oncólogos porque pueden existir otras patología. Este delincuente intendente, pobre IGNORANTE se mandó a abrir la boca sin fundamentos.Por lógica es kirchnerista y hay intereses creados, sumada la ideología de los mismos.

  4. En respuesta al Sr. Fernando, en su escrito del 01-11-2014: Cuando escribe "En los buscadores de artículos científicos no aparecen otros que tengan que ver con glifosato"(desconozco qué buscadores de artículos científicos utiliza), se equivoca, pues si en PubMed introduce el criterio de búsqueda "glyphosate toxicity", verá que hoy aparecen 543 artículos. Independientemente de cuál sea el tema central relacionado a este producto químico. Lo segundo es en relación a los guarismos que expresa con total soltura: 3 litros/ 20 litros= 0,15 litros/litro, no 0,13/litro como dice. Donde dice "48 gramos por 100 cm3 lo que nos da 4,8 gramos por litro", de nuevo equivoca la cuenta, debería decir 480 g/litro, un pequeño error de 100 veces. Creo que sobra decir, pero por si acaso, cuando expresa: "Como se usó 0,13 litros de producto/litro de solución, tenemos que habrá 4,8 gramos X 0,13 litros = 0,62 gramos /litro", en esencia la cuenta tiene un vicio desde el primer momento del planteo. A mi la cuenta de 2 litros de producto en 70 litros de agua, me da una concentración aproximada de 13,72 g de producto por litro de agua. me puedo equivocar, lo acepto. Me pondré primero a leer los artículos que usted dice haber comprendido y le verteré mi sincera y humilde opinión.

  5. Por si acaso no jueguen con glifosato. Ni coman ranas!! El primer estudio es una alerta epidemiológica sobre el efecto que puede tener la exposición a sustancias químicas nocivas. Ya se ha demostrado en múltiples ensayos los efectos de la preparación comercial, queda, como dicen los autores del segundo artículo, por saber si es el principio activo el peor o los otros constituyentes o la suma de ambos. En la especie que se vio solo una frecuencia de la mitad de las anomalías, es porque a las otras concentraciones ese tipo de anfibio muere. Para el segundo tipo de animal si se pueden evaluar otras concentraciones. Y allí hay una curva dosis-respuesta un poco más compleja. Los autores no indagan más en eso, pues no es el objeto del estudio. El tema a destacar en ese estudio pequeño, es el de utilizar a los anfibios de Córdoba como marcadores biológicos de toxicidad medioambiental, nada más. Lo de la lavandina es graciosos, pero educativo. Amén de que cuentan por ahí que hay que tirarles el producto para espantar a los anuros del jardín, actualmente hay una epidemia mundial de quitridiomicosis, la cual está afectando seriamente a las poblaciones de anfibios. Recomiendan en los centros de tratamiento e investigación de anfibios lavar con LAVANDINA las superficies a los efectos de no propagar más a ese hongo. Con respecto al café, lo juro, por más que le puse empeño, no encontré hasta ahora nada. Nos ponemos en contacto.

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