Corrió mucha agua bajo el puente desde 1983. Una de las últimas marchas de Saúl Querido, previa a la interna clave del peronismo en el ’88, que definiría el presidente que advendría a la debacle alfonsinista, sufrió disturbios donde Paquito no encontraba un saco que cubra su voluminosa medida. Fue una infiltración donde no es raro ver la muñeca de Coty-llón que luego deviniera en la sangrienta trampa de La Tablada, fruto del mismo árbol. Y posteriormente se sucedieron los saqueos del ’89, la Hiper, y luego... la Yevolución Productiva que significó una década de neoliberalismo salvaje y destrucción del aparato productivo, digno de un discípulo de Joe, teñido de un populismo que hasta ahora, se recuerda con nostalgia paradójicamente, tanto en los paquetos salones de la City como en los sectores más famélicos de nuestra Patria. Tras la fiesta obscena del Menemato y de la plata dulce convertible, se vino –cuando no- la nueva crisis radical, con más Hiper y más saqueos ¿pret-a-porter?

    La línea conductora nos lleva a hilvanar una serie de recurrencias que determinan episodios supuestamente caóticos de vandalismo callejero, los que son en realidad, operativos orquestados derivados de la máquina del “inteligente” Coty-llón que ya sentó jurisprudencia y aún persisten indemnes cual virus, en el aparato del ahora denominado “ministerio paralelo”, con desaparición de casettes incluída (¿los habrán vendido en el Parque Rivadavia?)

    Y llegamos a este milenio con la afirmación de los nuevos movimientos, los piqueteros y cartoneros, travisteros, movileros, y demás teros. Tras la crisis de diciembre 2001, la calma chicha del Zobenca se quebró con la masacre de Avellaneda, y los únicos que cuentan los muertos son los supuestos delincuentes que Radio 10 y el otrora canal de las mellizas se empeñan por demonizar.

    Ah! Pero no nos olvidemos de Axel y las víctimas de los secuestros express, lo que el lituano no quiere decir es que tal vez, los verdugos no son otros que los sicarios que alguna vez se dieron en llamar “mano de obra desocupada”, pero las víctimas del gatillo fácil, según este nuevo abanderado mediático de la justicia, “en algo andaban”, ¿será por eso tal vez que el gobierno dice que hay menos desocupación? Resulta que ahora la Rosada es “progre” y coquetea con el futuro emperador, también demócrata “progre”, pero a los iraquíes no los va a resucitar “Lázaro” JFK, ni al muro sionista lo va a derribar green peace... y en nuestro terruño se dice que “hay tres millones menos de pobres” mientras los sindicatos son representados por un neoligarca agropecuario criador de Pursangs, un “tuerca” de TC y una dama que poco tiene que ver con las  Escuelas de Enfermeras de Evita... el pingüino está empetrolado, y se olvidó que a Seguro se lo llevaron en un falcon... la hipocrecía de nuestra realidad mediática es inconcebible.


PATRON COSTA REVOLUCIONARIO

   No nos rasguemos las vestiduras mientras sigue el carnaval. El superpibe ya tiene excusas para reclamar su policía local, mientras se maquilla con un fileteado que casualmente nos recuerda al betún... sobreviviente del engendro Alianza-Frepaso, y cómplice de las espúreas componendas que superviven a las mafias locales de los punteros de barrio, ya conocidos desde el viejo Concejo Deliberante, en la división maniquea ante el avance de la nueva derecha azul y oro retrógrada, donde muchos compañeros han abrevado como manotazo de ahogado, sin poder percibir que tirios y troyanos en definitiva son lo mismo, nada más que con distinto raros peinados nuevos, que siguen usufructuando la falsa opción de los “representantes-representativos” de una democracia vacía de contenido, donde los únicos que se llenan los bolsillos son los cómplices de  la nueva Casta partidocrática, narciscismos que han perdido la esencia de lo nacional y popular, donde todo se traduce al sosfisticado argot lacaniano de lo “políticamente correcto” donde los transversalizados ex concejales gustan hacerse llamar “diputados” como si fueran condes o duques, vendiendo la “nueva política” con un regodeo “revolucionario” de lo que sólo es administración de la miseria, ejerciendo un proselitismo pornográfico con el erario público mientras se incremente aún más la desigualdad social y los sectores postergados siguen buceando en la indigencia, convertidos en rehenes sociales de los personeros de turno de esta democracia bastardeada.

    En definitiva, si Patrón Costa inauguró la demagogia de los calzados a cambio de libretas de enrolamiento, los pagaba él de su propio bolsillo y no del Estado, entonces si lo comparamos con nuestros actuales monigotes, el salteño era un revolucionario...


NO ME BAJE LOS BRAZOS PENDEJO

   Apaguemos el ventilador que ya abonamos bastante. Todo este “chamuyo” nos hace preguntar, ¿y adonde quedó el “que se vayan todos”, las asambleas barriales, etc. etc.?

    Este diagnóstico de situación no nos justifica para quedarnos de brazos cruzados sin hacer nada, pues el deseo no sólo resiste, sino que insiste: en los recónditos entretejidos de los lazos sociales más inesperados, el subsuelo de la patria sublevada sigue latente, con la silenciosa labor creativa de muchos que no se resignan a la mediocridad circundante, porque aún apuestan tal vez sin saberlo, al viejo apotegma parisino de “la imaginación al poder” ya que nuestra juventud no sufre la miopía colectiva de ver “la salida” en Ezeiza, sino que buscan nuevos rumbos en nuestra Patria, sin chauvinismos, pero con verdadero amor por nuestra indefinida idiosincracia nacional que existe ya sin boledaroas ni aperos, yerba mate y dulce de leche, asado y fulbo, pero con características identificatorias propias de una cultura vigorosa, que no pierde memoria, pero tampoco la perspectiva del horizonte por advenir.

    Los pibes se reincorporan de los sucesivos K.O. de la Argentina potencia, desaveniencias tercermundistas de un destino manifiesto que no fue, tomando el toro por las astas “gambeteando la pobreza en la casa de pensión” y convirtiéndose en actores de su destino. La posibilidad que crezcamos y progresivamente vayan desapareciendo los dinosaurios de la política, radica en los movimientos capilares de la cultura, de la ciencia, del arte, de las microeconomías que como lo fue alguna vez el Club del Trueque, hacen creaciones maravillosas con dos mangos, y los turistas gringos no se explican cómo se puede hacer tanto con tan poco. No seremos Alicia en el país de las maravillas, pero al menos estamos saliendo de los últimos círculos infernales, y en el horizonte hay puntos equidistantes que nos llaman a seguir generando senderos pese a la pluralidad de obstáculos que se nos presenten, siempre hay esperanzas cinco segundos antes de la muerte...

Carlos Del Mazo