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Entre la realidad y la destrucción de la verdad

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CAMINO DE SERVIDUMBRE
CAMINO DE SERVIDUMBRE

El desborde inflacionario, la escalada del dólar de verdad, los problemas de ocupación y nivel de actividad son el resultado de groseros errores de política económica. Pero, como se sabe, los grosores errores de política económica son el resultado de la falta de idoneidad económica, pero, a su vez, esa falta de idoneidad económica se deriva de una concepción política. En el caso del kirchnerismo o cristinismo (para mí es lo mismo) la política económica siempre estuvo subordinada a la construcción de un poder político autoritario, lo que implicó aplicar medidas económicas contrarias a la lógica más elemental.

 

Como el autoritarismo y la libertad económica se llevan de patadas, la consecuencia lógica es que un sistema autoritario tienda a regular la economía para someter a la población, no solo mediante el uso de la fuerza pública, sino también amenazándola con dejar sin recursos a quienes piensan diferente. El último ejemplo más evidente lo hemos visto la semana pasada, cuando el Secretario Moreno le ordenó a las cadenas de supermercados y electrodomésticos no hacer publicidad en los medios de alcance nacional.

Hoy la Argentina lucha entre lo que ocurre en la realidad y la imposición del relato oficial que pretende mostrar una realidad diferente. La realidad es que las confiscaciones, los ataques a la propiedad privada, la inflación, el cepo cambiario e infinidad de otros atropellos han generado un grado de desconfianza tan grande en el gobierno que las inversiones brillan por su ausencia, la gente huye del peso refugiándose en el dólar y toda le estructura productiva y la infraestructura están cayéndose a pedazos.

El colapso económico es muy evidente, pero lo que no sabemos es si alcanzará para que la inmensa mayoría de la población reaccione contra el creciente autoritarismo del gobierno y el descalabro económico. Y no lo sabemos porque, como todo populismo autoritario ha construido su relato que, a mi juicio, ha prendido en buena parte de la sociedad. Por eso vemos a esta Argentina dividida y enfrentada. De un lado tenemos a quienes aceptan el relato oficial y del otro quienes advierten que ese relato es la destrucción de la verdad.

Una vez más voy a recurrir a Hayek. Esta vez utilizando algunos párrafos del capítulo 11 de “Camino de servidumbre”, publicado por primera vez en 1944, porque parecen escritos para la Argentina actual.

Dice Hayek refiriéndose a los gobiernos autoritarios: “Si el sentimiento de opresión en los países totalitarios es, en general, mucho menos agudo que lo que se imagina la mayoría de las personas en los países liberales, ello se debe a que los gobiernos totalitarios han conseguido en alto grado que la gente piense como ellos desean que lo hagan.”  Este párrafo nos remite al pensamiento único que hoy se intenta imponer en nuestro país.

Y agrega más adelante: “Las consecuencias morales de la propaganda totalitaria que debemos considerar ahora son de una clase aún más profunda. Son la destrucción de toda la moral social, porque minan uno de sus fundamentos: el sentido de la verdad y su respeto hacia ella”.  Destruir la verdad, desvirtuarla es parte de la construcción política del autoritarismo. Nadie puede cuestionar o poner en duda la verdad impuesta por el autócrata.

Y aquí viene un párrafo que podría decirse que se aplica al dogma que pretenden imponernos: todo lo bueno en la Argentina solo pasó a partir del 25 de mayo de 2003. Dice Hayek: “La necesidad de racionalizar las aversiones y los gustos que guiarán al planificador en muchas de sus decisiones, y la necesidad de exponer sus argumentos en forma que atraiga al mayor número posible de personas, le forzarán a construir teorías, es decir, afirmaciones sobre las conexiones entre los hechos, que pasarán a ser parte integrante de la doctrina del gobierno. Este proceso de creación de un (mito) para justificar su acción no tiene necesariamente que ser consciente. El líder totalitario puede guiarse tan sólo por una instintiva aversión hacia el estado de cosas que ha encontrado y por el deseo de crear un nuevo orden jerárquico que se ajuste mejor a su concepto de mérito…”.

 Exactamente es lo que vivimos. Todo lo malo que pasa es lo que heredó el kirchnerismo y el mundo que conspira contra la Argentina. El mito que pretenden crear es que él y ella han venido a cambiar ese orden de cosas para instalar un nuevo modelo que debe mantenerse en el tiempo. Frase repetida hasta el cansancio en sus agotadoras cadenas nacionales. Todo lo bueno pasó solo cuando ellos llegaron al poder. Antes del 25 de mayo de 2003 no hubo un solo gobierno que hiciera las cosas bien. Ellos han construido un nuevo modelo que debe ser envidia del mundo desarrollado.

Para eso, el líder autoritario tiene que cambiar el significado de las palabras, que al decir de Hayek sería: “La perversión completa del lenguaje, el cabio de significado de las palabras con las que se expresan los ideales de los nuevos regímenes.” Por ejemplo, “inclusión social” y “desendeudamiento” han pasado a ser una parte del relato oficial. Destruir la verdad sobre la creciente pobreza, indigencia e incremento de la deuda pública mediante artificios contables, son casos que encajan en esta perversión del lenguaje y el cambio de significado de las palabras.

Como dice el economista austríaco: “De manera gradual, a medida que avanza este proceso (de destrucción del lenguaje) todo el idioma es expoliado, y las palabras se transforman en cáscaras vacías, desprovistas de todo significado definido, tan capaces de designar una cosa como su contraria y útiles tan solo para las asociaciones emocionales que aún les están adheridas”. Basta con ver a los aplaudidores estables de las cadenas y los “espontáneos” cánticos de los siempre listos miembros de La Cámpora para advertir que cualquier frase sin contenido lógico puede ser ovacionada y aplaudida a rabiar. Incluso aplauden antes de que haya terminado la frase. O ríen antes que termine de decir una ironía.

El problema se presenta, si dentro de ese país hay gente que piensa diferente. En ese caso Hayek, ya en 1943 nos decía: “La crítica pública, y hasta las expresiones de duda, tienen que ser suprimidas porque tienden a debilitar el apoyo público”. El autoritario no puede darse el lujo de permitir que haya gente que desenmascare el relato oficial ante la población. En ese caso, quienes piensan diferente son tratados de traidores, oligarcas o destituyentes: “Cuando la duda o el temor expresados conciernen al plan social entero, no pueden dejar de tratarse como un sabotaje”. Clarín, La Nación, ahora los jueces, sabotean el modelo que creó una nueva Argentina desde el 25 de mayo de 2003.

Por eso se necesita un aparato de difusión estatal o paraestatal, en todos los órdenes: “Todo el aparato para difundir conocimientos: la escuela y la prensa, la radio y el cine, se usarán exclusivamente para propagar aquellas opiniones que, verdaderas o falsas, refuercen la creencia en la rectitud de las decisiones tomadas por la autoridad; se prohibirá toda la información que pueda engendrar dudas o vacilaciones”.

Es decir, 70 años atrás Hayek ya nos estaba contando la ley de medios, la compra de medios por parte de adictos al gobierno que luego se sostienen con la pauta oficial, La Campora metiéndose en las escuelas, la propaganda oficial que inunda Fútbol para Todos y demás estrategias de comunicación actuales.

Y, por supuesto, nadie puede contar que las cosas no son como dice el relato oficial: “Se ocultará a la gente todo lo que pueda provocar descontento.”  Los datos del INDEC, y si algún economista se atreve a hacer sus propios cálculos de inflación es denunciado penalmente por el gobierno.

Como decía al comienzo de esta nota, luego de haber utilizado varios párrafos del capítulo 11 de “Camino de servidumbre”, hoy estamos en una situación en que el gobierno va perdiendo credibilidad por el descalabro económico que vivimos, más la inseguridad, la corrupción y su soberbia. La lucha del gobierno, y tal vez su apuro por poner en funcionamiento la ley de medios, tiene que ver con el título del capítulo 11 de “Camino de servidumbre”: el final de la verdad. Hay que ocultar la realidad como sea. Falseando las estadísticas, dando vuelta los argumentos, distorsionando la historia y, sobre todo, eliminando la libertad de expresión.

La destrucción económica es inevitable porque este gobierno no cambiará el rumbo. Lo que queda por ver es si logra destruir la verdad mediante el control de los medios de comunicación y el relato oficial se impone, o si la realidad que padecen los argentinos serán tan lamentable que ni el relato oficial logre ocultar la verdad de esta demolición de la economía y la república.

 

Roberto Cachanosky

 

 
 

15 comentarios Dejá tu comentario

  1. Tengamos memoria. De tanto escuchar a los políticos oficialistas acusar de "fascistas" a quienes piensan distinto, a quienes sólo tienen como método de expresión el silbido y el abucheo, busqué "¿qué es el fascismo?, y al releer lo que ya sabía, entendí el por qué. Es el estado el que impone una tendencia fascista en cada una de sus acciones, desprestigiando al otro, adoctrinando en escuelas, imponiendo la idea de una reelección indefinida, cuando lo más elemental en una democracia es justamente, la alternativa del poder. Nunca un segundo mandato fue bueno. Quizás por la soberbia que otorga el exceso de poder, o por el apoyo de un pueblo que prefiere votar al "malo conocido que al malo por conocer" o bien porque no existe un líder en la oposición que pueda representar a quienes no piensen igual o estén disconformes con el oficialismo. De un lado o del otro (oficialismo y oposición) se olvidan que el único soberano es el Pueblo, que este es el que tiene el poder y la sabiduría para decidir su propio destino. Y es a quienes los políticos le deben rendir cuenta de sus acciones. Sobre todo cuando esas acciones dañan el interés general o cuando haciendo uso del poder se anteponen ideas personales a un proyecto colectivo. Este año hay elecciones legislativas, está en nosotros cambiar el rumbo, dejar de tener miedo e involucrarnos, dejar de tener olvido y empezar a tener memoria. Se lo debemos a los 51 muertos de Once, a los muertos por la inseguridad, a los presos y muertos políticos, a nuestros jóvenes perdidos en la droga y la prostitución, a las familias indigentes y pobres que perdieron la dignidad del trabajo por una asignación, a nuestras instituciones que son vilmente manipuladas, pero sobre todo, nos lo debemos a nosotros mismos, los que día a día aportamos a la grandeza de este país desde nuestro trabajo, desde nuestro hogar. Por nuestra historia, por la Argentina que soñaron nuestros abuelos y padres y por la Argentina que queremos para nuestros hijos y nietos. No dejemos que nos sigan mintiendo. Tengamos memoria. P/D: Aclaración al margen. ¿Qué es el fascismo? "El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista, mientras su base intelectual plantea la sumisión de la razón a la voluntad y la acción, aplicando un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas o revanchistas que conducen a la violencia ya sea de las masas adoctrinadas o de las corporaciones de seguridad del régimen contra los que el Estado define como enemigos por medio de un eficaz aparato de propaganda, aunado a un componente social interclasista, y una negación a ubicarse en el espectro político (izquierdas o derechas), lo que no impide que habitualmente diferentes enfoques ideológicos proporcionen diferentes visiones del fascismo." Algunas frases célebres de reconocidos fascitas: "Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado. Mussolini" "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas... Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad. Joseph Goebbels" "Primero vinieron por los comunistas, pero como yo no era comunista no levanté la voz. Luego vinieron por los socialistas y los sindicalistas, pero como yo no era ninguna de las dos cosas, tampoco alcé la voz. Después vinieron por los judíos, y como yo no soy judío, tampoco levanté la voz. Y cuando vinieron por mí, ya no quedaba nadie que alzara la voz para defenderme. Martin Niemöller" Fuente: LBM - Fray Luis Beltrán, Santa Fe, 10 Febrero de 2013

  2. EL TIEMPO ESTA PREPARADO PARA HOMBRES CON HUEVOS. NO ES POSIBLE QUE UNA SECTA ULTRAMINORITARIA, TENGA TEMBLANDO A TODO EL PAIS MIENTRAS NOS HUNDIMOS. BASTA DE FALACIAS ESTO NO ES DEMOCRACIA NI REPUBLICA. ESPERAR ES QUE NOS CANIBALICEN TOTALMENTE. DEFENDAMOS COMO HOMBRES Y MUJERES, DEFIENDEN LA REPUBLICA. SE HAN ROTO TODAS LAS REGLAS.

  3. Leonardo Chejter, acabo de leer tu post y es eso mas o menos lo que pensaba decir. Sin hombres valientes y dignos, no hay cambio posible. Como puede ser que los super mercadistas acepten una orden verbal del Sr.Moreno, en el sentido de no publicar avisos, y lo hagan tan mansamente. Menos el ejemplo del Sr.Coto, que se paso la orden por donde debe. Sera que el contubernio con el Estado termina siendo una trampa, para estos empresarios ? Sin Jueces y sin fiscales con coraje, no hay republica posible, sin politicos valientes no hay democracia posible, y sin ciudadanos con huevos, no hay nacion posible.

  4. Pues no coincido. Los yankees se mandaron un auto atendado para ibnvadir Irak, y en 1914 mandaron una barco par entrar en la guerra pearl harbour, etc Se hacen los democratas pero son la MISMA BASURA. Solo que no parecen dictadores. Recuerdan que paso con los tipos que protestaron contra la guerra d e Irak en la 5ta avenida!? clarito.....

  5. Danielito X, antes de opinar como lo haces, debes ir como minimo a la primaria, sino quedas muy mal ante el foro de Tribuna, que exceptuandome a mi, es muy culto y bastante informado. Te diria que muchos estan para politologos y tambien investigadores de atentados. Lo unico que algunos solo podrian trabajar en un circo o quizas en un parque de diversiones. Pearl Harbor ocurrio en la 2da.guerra 1939-1945, y vos mencionas 1914, eso es la primera guerra. Bueno, quiero pensar que te fallo el dedo, aunque tengo mis dudas eh ?

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