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CUANDO LOS MEDIOS DESINFORMAN

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CANALLADAS Y MENTIRAS EN TORNO AL CONFLICTO DEL GARRAHAN
CANALLADAS Y MENTIRAS EN TORNO AL CONFLICTO DEL GARRAHAN

    El conflicto gremial de los trabajadores del Hospital Garrahan tuvo una amplia cobertura mediática. Tal vez del resultado de la misma, millones de argentinos opinen actualmente que los “huelguistas” fueron en contra de los derechos de los “ciudadanos” y de la “gente”; que los paros provocaron problemas de internación y postergación de operaciones que angustiaron a familiares de pacientes; que las protestas fueron extorsivas hasta el punto de provocar la muerte de un niño que falleció en medio de la huelga.
    Pero... ¿Fue realmente así?
    ¿Las construcciones de esas realidades mediáticas fueron verosímiles?
    El DsD hizo un relevamiento del 14 de abril al 29 de abril de 2005 de las 56 notas publicadas por los matutinos Clarín, La Nación, Página/12, Infobae, Diario Popular y Crónica para observar la cobertura que le dieron al conflicto. Allí se detectaron algunos ejes informativos que se repitieron en varios de esos diarios. Cada una de las notas publicadas que formaron esos ejes fueron leídas con detenimiento para ubicar las fuentes que se priorizaron y cuales fueron incluidas en segundo plano. A la vez se intentó rescatar posibles contradicciones (del mismo diario o entre diarios); se verificó si publicaron datos falsos y se evaluó si desinformaron. La instalación gráfica adquiere una singular relevancia en la Argentina: los valores insertos en los textos se trasladan luego como “miradas” que difunden la radio y la TV.
    En el diario de Noble la cobertura estuvo a cargo de los periodistas Nora Sánchez y Daniel Gutman, mientras que en La Nación fue Jesica Bossi la que firmó la mayoría de las notas referidas al tema. Las notas fueron publicadas en las secciones de “Información general” o “La Ciudad”. En el resto de los matutinos, la información se publicó mayormente sin firma.

Los “huelguistas”, los “ciudadanos” y “la gente”

    Los diarios Clarín y La Nación a la hora de referirse a los trabajadores del hospital y a los usuarios de sus servicios eligieron las palabras “huelguistas” o “sindicalistas” para los primeros, y “ciudadanos” y “gente” para los segundos. Cabe aclarar que esa construcción se dio solamente en editoriales o notas de responsables de las redacciones, no así en las crónicas de los periodistas que cubrieron el hecho.
    Quien inició esa diferenciación, fue el editor general adjunto del diario Clarín, Ricardo Roa en la “Carta del editor al lector” que se publicó el jueves 21 de abril. Allí señaló que “los derechos de los huelguistas entran en colisión con los derechos de los ciudadanos”.
    Una semana después, La Nación se plegó a esa construcción y desde un editorial titulado “La salud es un derecho ciudadano”, habló de una “indignación creciente en la opinión pública ante el conflicto gremial que paralizó el Garrahan” y sentenció que “se hicieron prevalecer reclamos gremiales por sobre el derecho constitucional a la salud de los ciudadanos”.
    Clarín volvió sobre esa dicotomía entre “huelguistas” y “ciudadanos” cuando el viernes 29 tituló en su tapa “Más problemas para la gente en hospitales”, a raíz de que el paro del Garrahan amenazaba con extenderse a otros nosocomios de Capital y conurbano.
    Es decir, en Clarín y La Nación, los trabajadores que realizan una huelga para reclamar por sus salarios, no son considerados ni “ciudadanos” ni “gente”. Sólo son tratados con esas palabras los usuarios de los servicios de los hospitales. Especialistas consultados por el DsD acerca de la mentada “colisión de derechos” aseguraron que esa descripción se trata de “una verdad de Perogrullo”, ya que “una marcha de boy scouts colisiona con el derecho a transitar de los que van en auto”. Agregaron que si están garantizadas las guardias mínimas (algo sobre lo que insistieron los sindicalistas) no hay cercenamiento al derecho de la salud”.


El paro provoca problemas de internación y postergación de operaciones

    Otra constante en la información sobre la huelga del Garraham, fueron las declaraciones de funcionarios del gobierno nacional, directivos del hospital, sindicalistas y padres que tenían a sus hijos internados. Pero, ¿Cómo editaron esos testimonios? ¿Privilegiaron alguna voz por sobre otra?
    Desde el inicio del conflicto, el director médico adjunto del Garrahan Daniel Toer, y el presidente del Consejo de Administración del hospital, Alberto Goldberg, fueron las fuentes a las que recurrieron los medios relevados para instalar que debido al paro había problemas de internación y postergación de cirugías programadas. El primer diario en llevar el tema a la tapa fue Crónica el jueves 14. Allí señaló que “postergan operaciones” y “rechazan a nuevos pacientes”, para coronar con “los más perjudicados son los niños”. Incluyó la palabra del jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, quien señaló que “el paro es salvaje y de alto contenido político”. Ibarra fue el primer funcionario en describir a la medida gremial como “política”.
    Al día siguiente, el tema impactó en la tapa de Clarín y La Nación. El diario de Noble tituló en su tapa “Un paro ya impidió la cirugía de 30 chicos”. En su interior, en una nota firmada por Nora Sánchez, señaló que la medida “obligó a reprogramar 15 cirugías, 3 de ellas cardiovasculares y ya suman 30 desde que estalló la protesta”. Ese dato, aclaró la periodista, fue suministrado por la Dirección del hospital. A la hora de editar al respecto, prevaleció la opinión de los directivos del nosocomio por sobre la palabra del delegado gremial Gustavo Lerer, quien sólo fue mencionado en uno de los últimos parágrafos de la nota. Allí Lerer señaló que “quienes tengan a sus hijos graves pueden traerlos al Garrahan porque serán atendidos. Es la Dirección la que comete la brutalidad de negarle la internación a los chiquitos”.
    La Nación fue mucho más contundente que Clarín en su portada. Tituló “Caos en el Garrahan” sobre una foto de los trabajadores cuyo epígrafe rezó: “Huelguistas reclaman ruidosamente a sólo 20 metros de los consultorios externos”. La nota, firmada por Jesica Bossi, señaló que “si se concreta la huelga prevista para mañana los profesionales creen que la situación podría ser catastrófica”, aunque no aclaró quienes eran los “profesionales” que dijeron eso. Incluyó la declaración de Toer, quien señaló: “El cuadro se agrava”. También consignó declaraciones de Lerer refutando los argumentos de la Dirección, pero al igual que en Clarín, a la hora de editar, los dichos de un gremialistas son ubicados en el final de la información.
    Por el contrario, Crónica ese día privilegió la denuncia del delegado Lerer sobre la “campaña” del Gobierno y la Dirección del Hospital en contra de los trabajadores. Equilibró desde un recuadro difundiendo que Lerer “cobra 3.000 pesos”. Otros diarios – como Infobae – dijeron que Lerer cobra 2.000 pesos. El domingo 17 Crónica tituló la nota referida al conflicto “Denuncian que no se cumplieron las guardias mínimas”, basado en acusaciones del ministerio de Trabajo y de la Dirección del Garrahan. Y volvió a primar esa visión de los hechos, ya que en la misma nota Lerer aseguraba que “las guardias se están cumpliendo” aunque en la edición volvió a ser soslayado.
    Otro hecho curioso se dio el martes 19. Ese día Diario Popular fue el único en consignar que los médicos del hospital se sumaron al paro “en apoyo” de los no médicos con un “paro activo”, es decir, “trabajarán, pero no firmarán la planilla de asistencia”. Al día siguiente, Clarín consignó que los huelguistas serían “acompañados” en la medida por los médicos del hospital. Sin embargo, La Nación interpretó que el “paro activo” de los profesionales se dio porque se quieren “diferenciar” del resto de los huelguistas. El editorial del jueves 28 de La Nación cayó en una falsedad cuando señaló que “por cierto, los médicos no se plegaron al paro”.
    El jueves 21, ocurrió otro hecho llamativo. Ese día Clarín consignó las declaraciones que hicieron tres funcionarios del Poder Ejecutivo: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el ministro del Interior, Aníbal Fernández y el de Salud, Ginés González García. El ministerio de Trabajo insistió en que “la intransigencia de los huelguistas pone como rehenes la vida de los niños”. Sin embargo, en la misma nota, el fiscal Troncoso que había recorrido el Hospital para verificar si se cumplía con los requisitos mínimos le dijo al periodista de Clarín: “El informe que recibí es que la atención fue correcta. Había atención adecuada, limpieza y esfuerzo por parte del personal. No hubo problemas en ningún sector”. Sus palabras se ubicaron en las últimas líneas de la nota y no se tomaron en cuenta a la hora de titular la información. El informe del fiscal Troncoso pasó desapercibido, cuando el sábado anterior en una primera visita consiguió títulos importantes – por ejemplo – en La Nación cuando arriesgó que podría haber sanciones.
    El martes 26, Roa firmó otra “Carta del editor al lector”, en donde señaló que “los empleados decidieron que su demanda tenía prioridad respecto de los chicos internados”,
    Otra instalación que dejó el conflicto del Garrahan fue en torno a la suspensión de la cirugía de una nena, Miriley Barrios Ayala. El jueves 21, La Nación puso en tapa una emotiva foto de la chiquita con su madre junto al título: “Quiero salvar a mi hija”. Señaló que la madre “hizo una denuncia penal porque le suspendieron por tercera vez, por un paro, la operación de corazón de su hija”. En la nota no se dice por qué fue suspendida esa cirugía las primeras dos veces. Sin embargo, Clarín, al otro día, consignó la razón de las primeras dos suspensiones: dijo que se trató de “falta de insumos” y no pudo verificar que la tercera haya sido efectivamente por el paro. Sin embargo, en el editorial de La Nación del jueves 28 se señaló que “tres veces se postergó la operación de Miriley por los paros en cuestión”. Una falsedad: al menos dos veces fue por “falta de insumos” y la tercera tal vez haya sido por la protesta gremial.
    En síntesis, los diarios privilegiaron las declaraciones o la información proveniente de la Dirección del hospital y de funcionarios del Gobierno por sobre la de los sindicalistas e incluso la de un fiscal federal. La preferencia fue sutil: en la mayoría de las notas sobre un tema conflictivo fueron consultadas ambas fuentes (autoridades y gremialistas) pero a la hora de construir el título, subtítulos, y la cabeza de la nota se hacen prevalecer los datos u opiniones de las autoridades. Para encontrar la opinión de los trabajadores hay que recorrer hasta las últimas líneas de cada artículo y aún cuando la otra parte interesada afirme lo contrario nunca se la trató en un plano de igualdad.
    Todos los diarios minimizaron el informe de fiscal Troncoso sobre la “atención correcta”, a priori, un observador imparcial en una puja entre la Dirección del Hospital y los trabajadores.
    Finalmente no fueron publicados artículos ni estadísticas que les permitiera saber a los lectores si las postergaciones en internaciones y operaciones en el Hospital Garrahan ha sido una constante en los últimos años; si crecieron o no durante el período del conflicto gremial o si se trata de un problema estructural en el sistema de salud del nosocomio.

Seleccionaron “historias de vida” valorando las que contenían “problemas”

    En este punto, el diario La Nación fue el que más utilizó ese habitual recurso periodístico. La primera nota que publicó sobre el conflicto (el viernes 15) comenzó así:
    “Brisa, una beba de cuatro meses, sonríe sin darse cuenta de que es una de las perjudicadas por la huelga que, desde hace 48 horas, afecta la atención de pacientes pediátricos en el Hospital Garrahan. Ayer le suspendieron la cirugía cardiovascular porque el hospital no contaba con el personal necesario”.
    La segunda nota (el sábado 16), en tanto, describe de entrada:
    “Ni los nueve diferentes medicamentos que toma por día alivian las convulsiones de Martín. ‘La callosotomía (una operación para aliviar un tipo de epilepsia) no lo va a curar, pero por lo menos va a tener una mejor calidad de vida’ contó a La Nación su mamá Carina Echegaray. A Martín, oriundo de Mar del Plata, le suspendieron cuatro veces la operación. Las tres primeras por razones clínicas y la última por el paro que realizaron los trabajadores no médicos del hospital Garrahan”.
    Finalmente, el jueves 21, encabezó su nota con la historia antes narrada de Miriley:
    "Cuando a Mirian Barrios Ayala le dijeron ayer que le reprogramaban para mayo de 2006 la cirugía cardiovascular de su hija Miriley de 2 años, a raíz de un paro, no lo dudó: fue a la comisaría 28ª y radicó una denuncia. ‘Tengo que salvarle la vida a mi hija’ dijo desesperada a La Nación".
    Al día siguiente, el viernes 22, Clarín – que no había apelado a la modalidad de “historias de vida” sobre problemas de atención - decidió plegarse. Entonces, desde un recuadro titulado “La angustiante espera de los padres” consignó la “historia” de Sandra y su hija Saya, “que sufre una cardiopatía y el paro le trajo problemas con el tratamiento”. La nota fue ilustrada con una foto de la madre y la chiquita. Aunque, vale aclarar, el texto se equilibró con otros testimonios de padres que mostraron comprensión y hasta elogios por la atención recibida.
    Por ejemplo, Clarín el viernes 15 publicó estos testimonios sobre el final de la nota, luego de titular y construir la información con los problemas de internación y la postergación de operaciones.
    “En una recorrida que realizó Clarín, los padres de los nenes internados aseguraron que la atención era buena. ‘Ni nos enteramos de lo que pasa, porque a los chicos los atienden tan bien como de costumbre’, aseguró Cynthia, que cuidaba a su hija Rocío de casi dos años operada por un grave golpe en su cabeza. ‘Anoche llegamos de Ushuaia y hoy hicimos todos los estudios sin problemas. A mi hijo Tomás lo operan mañana’ contó Valeria Espinoza”.
    El sábado 16, La Nación – que empezó la nota central con la historia de las dificultades que encontró “Martín”-, publicó un recuadro titulado “Nos atienden muy bien”.
    Allí señaló:
    “Tanto bullicio espantó y enojó a algunos familiares, pero no a Ivana. En su silla de ruedas, al lado de su padre, Sergio Martínez, acompañaba las consignas de los gremialistas con palmas. Su papá la vio sonreír y eso le bastó a ese hombre de Montegrande, botellero de oficio, para reconfortarse un instante.
    Hace casi dos meses que Ivana, de 12 años, está internada. Le practicaron cinco cirugías y le extirparon un tumor maligno de la cabeza. Hoy tenía que empezar con un tratamiento especial, pero fue pospuesto para el lunes, debido a la protesta gremial, contó Nora, su mamá.
    ‘A pesar de todo nos están atendiendo muy bien’, dijo la mujer, madre de otros tres hijos y desocupada. Como Ivana, la mayoría de los menores de 16 años que se atiende en el Garrahan proviene del interior del país y de familias con pocos recursos. Muchos de ellos se hospedan en la Casa Garrahan o duermen en la sala de estar de padres, ubicada en el establecimiento.
    Mientras algunos padres descansan, Francisca Cruz cose. Es de Jujuy y tiene a su nieta Florencia, de 10 meses, internada en terapia intensiva desde enero pasado. ‘Con el paro, las cosas se hicieron más lentas’, confió la abuela, mientras repasaba el ruedo de un vestido para una bebe”.
    El miércoles 20, La Nación volvió a incluir en una nota un testimonio que refutaba los problemas de atención en los que hacían hincapié las autoridades del Hospital. Pero tampoco alcanzó para revertir la construcción desfavorable a la huelga. Ese día el diario señaló:
    “‘Hasta el momento no descuidaron a los chicos, a pesar de los paros’, indicó Elizabeth Penayo, mamá de Arturo, de 6 años, quien padece de insuficiencia renal crónica y hace un mes que está internado en el Garrahan”
    Al día siguiente, Clarín publicó, también en los últimos párrafos de la nota, el testimonio del fiscal Troncoso mencionado anteriormente y que vale reiterarlo por su contundencia:
    “El informe que recibí es que la atención fue correcta. Había atención adecuada, limpieza y esfuerzo por parte del personal. No hubo problemas en ningún sector", dijo Troncoso a este diario. El sábado a la tarde, en la jornada final del paro de 72 horas de la semana pasada, el fiscal había considerado que en algunos sectores de cuidados intensivos no cumplían las guardias mínimas”.
    El martes 26, La Nación - que había instalado con fuerza el caso de la niña Miriley Barrios Ayala a quien supuestamente se le postergó el tercer turno para su operación debido al paro - publicó el testimonio de sus padres al día siguiente de la cirugía:
    “La joven pareja, que llegó desde Paraguay hace casi dos años, está agradecida por el trato que recibió en el Garrahan, más allá de algunos efectos negativos de la huelga. ‘Siempre nos atendieron muy bien’, afirmó Mirian. La madre reconoció el derecho de los trabajadores a reclamar, pero opinó que podrían buscar otra forma que no afecte a los niños”.
    Es interesante observar que tanto Clarín como La Nación incluyeron en diversas notas opiniones de padres que señalaban que no habían tenido problemas en la atención de sus hijos. Pero esas declaraciones no fueron usadas para construir títulos ni notas principales. Los lectores accedían a dichos testimonios si pacientemente recorrían varios parágrafos en artículos que priorizaban y se construían sobre quejas y reclamos.


Las protestas gremiales son “extorsivas”

    El sábado 23 Clarín tituló: “Garrahan: dura crítica del ministro de Salud”. En la bajada señaló que Ginés González García dijo que la protesta “responde a razones políticas” y resulta “extorsiva”.
    El martes 26, Ricardo Roa en Clarín, volvió a firmar la “Carta del editor al lector” titulada “La extorsión como método”. Allí hizo un repaso de las últimas protestas gremiales y, en referencia al Garrahan señaló: “Los empleados decidieron que su demanda tenía prioridad respecto a los chicos internados (…) El ministro de Salud no obvió el término ‘extorsión’ para referirse a los huelguistas teniendo en cuenta que no hay otro hospital en el país equivalente en prestaciones”.
    El viernes 29, La Nación publicó un editorial titulado “Nuevas protestas extorsivas”. Allí señaló: “Aceptar el método de protesta callejera es hacer lugar a la ley de la selva frente a la cual ni el Gobierno ni la Justicia pueden ni deben hacerse los distraídos o mostrarse indiferentes. Cuando los límites se sobrepasan, como ha ocurrido y ocurre cuando se cortan calles o rutas o se interrumpen servicios indispensables como el de la salud o la educación, debería aplicarse la ley sin titubeos. Es el Estado de Derecho el que debe prevalecer finalmente, no la extorsión”.
    Este eje presenta una particularidad: Clarín y La Nación no tuvieron problemas en coincidir con la evaluación política que hicieron funcionarios del gobierno de lo que ocurría en el Hospital Garrahan. El dato es que los editores usaron el mismo verbo que definieron primero los funcionarios: “extorsión”.


Un chico murió por la huelga “salvaje”

    El viernes 22 – a primera hora de la mañana – una noticia conmovió a la audiencia de las radios porteñas: varias emisoras difundieron que un nene de seis años había muerto en el hospital “en medio de la huelga”. Algunos cables de agencias de noticias contribuyeron a crear esa imagen dramática. Según pudo reconstruir el DsD, fue el portal Infobae.com quien difundió “Un nene de seis años murió en medio de la huelga salvaje”. “Sergio Díaz, un niño de 6 años, oriundo de la provincia de Misiones, falleció anoche en el Hospital Garrahan, en medio de los desastre que provocó el paro salvaje de los gremialistas de la Asociación de Trabajadores del Estado” apuntó Infobae.com.Movileros y cámaras de TV se dirigieron entonces al nosocomio en las primeras horas de la mañana. En el lugar se encontraron con el delegado Lerer quien declaró que “es una información falsa, están jugando con el dolor de una madre. Ese chuiquito estaba internado desde enero con leucemia y no tenía una operación programada”. Minutos después un enfermero – visiblemente emocionado - que cuidó al pequeño durante meses tuvo que enfrentar cámaras y micrófonos para explicar que junto a otros profesionales le prodigaron todos los cuidados, pero que el niño falleció de todos modos sin que nunca le hubiera faltado la atención médica. Clarín.com y La Nación Line editaron “Desmienten que la muerte de un nene haya sido por falta de atención” y “Aclaran que la muerte de un niño no fue por el paro”, respectivamente. El sábado 23, en un pequeño recuadro publicado por Clarín en la página 60, Sebastián Gómez, familiar del niño decía: “Este drama no tiene nada que ver con el problema que hay en el hospital”.El fenómeno duró unas pocas horas de la mañana del viernes 22. Pero constituye un caso de desinformación.


A modo de conclusión

    El jueves 14 de abril llegó por primera vez a la tapa de la edición matutina de Crónica el conflicto de los trabajadores no médicos del hospital pediátrico Garrahan. A partir de ese día, el tema estuvo presente en las páginas de los diarios – algunas veces llegando a las portadas - por la falta de resolución del problema, hasta el viernes 29.Se puede señalar que en este caso, los diarios “populares” (Crónica y Diario Popular) acompañaron la construcción de los “generalistas” y sólo se diferenciaron en dedicarles más espacios que sus colegas a los gremialistas. También cabe destacar que Página/12 fue el más equilibrado en el tratamiento del conflicto y el único que logró demarcarse de la construcción que primó en el resto de los diarios. Por último, Infobae fue el más crítico con los huelguistas que reclamaban por sus salarios. Clarín y La Nación le dedicaron amplio despliegue al conflicto, con una coincidencia casi absoluta en los ejes de la construcción.Si bien los trabajadores del Garrahan recibieron de los grandes diarios porteños un tratamiento mayormente negativo, fueron a la vez involuntarios beneficiarios de las amplias coberturas que ayudaron a que sus reclamos sean tomado por los funcionarios. Por ejemplo, en Neuquén los trabajadores de la salud desde hace ocho meses realizan huelgas y protestas. Desde hace tres semanas están en una huelga ininterrumpida donde garantizan la atención en las guardias. Pero los diarios porteños hasta aquí, la han ignorado.Pese a todo, desde el viernes 29 de abril los trabajadores “no médicos” del Hospital Garrahan incrementaron sus salarios en 300 pesos.

 

Diario sobre diarios
www.diariosobrediarios.com.ar

 

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