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Sangre en la boca

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LA SOLEDAD, UNA CONSTANTE DE LOS BOXEADORES EN LA DERROTA
LA SOLEDAD, UNA CONSTANTE DE LOS BOXEADORES EN LA DERROTA

Ficha Técnica:

 

Título para Latinoamérica: Sangre en la Boca.

Título original: Sangre en la Boca.

Dirección: Hernán Belón.

Guión: Hernán Belón y Marcelo Pitrola, basado en el cuento homónimo de Milagros Socorro.

Género: Drama, Deporte Apta para mayores de 16 años C/R.

Reparto: Leonardo Sbaraglia (Ramón), Eva de Dominici (Déborah), Erica Banchi (Carina), Osmar Núñez (Di Nucci), Claudio Rissi (Mario).

Producción: Cinedea, Cactus Cine, Grace Spinell, Hernán Belón.

Música: Luca Ciut Montaje: Natalie Cristiani Sonido: José Luis Díaz.

Distribuidora: Distribution Company Fotografía: Guillermo Nieto – País: Argentina, Italia – Año producción: 2015 Duración: 97min. Estreno: 25/08/2016.

El realizador Hernán Belón (“El Campo”/2011), propone como excusa narrativa el deporte de los puños enguantados: el boxeo, la violencia y el erotismo, como movilizador de situaciones encontradas. Al hacerlo, cae en simplificaciones, estigmatización de un grupo etario ya superadas. Ausencia de Cliffhanger (suspenso/ganchos); contenutismo (contenidos /trascendencia), clímax, concluye en un relato naif que más temprano que tarde, una sombra ya pronto serás.

El Cine Argentino es rico en producciones deportivas. En este caso el Boxeo no es ajeno como deporte noble y popular: Gatica, Monzón, Bonavena, Firpo, son algunos casos paradigmáticos. Sangre en la Boca (2015), es una historia de desencuentro de un boxeador pronto a retirarse a cuarteles de invierno, su familia disfuncional, violencia y sexo. Un triángulo amoroso mal resuelto. Por carencia de etructura de guión, todo cae en saco roto. Violencia sí, pero asociar un deporte —un individuo que lo practica profesionalmente— a la violencia familiar / doméstica, es clisé, al menos una idea poco feliz.

Ramón Alvia (Leonardo Sbaraglia) es un boxeador profesional a punto de retirarse. Ha ganado varios campeonatos internacionales menores, con cercanos cuarenta años. Su esposa (Erica Banchi) y sus hijos pretenden que se retire y se dedique a una actividad comercial. Él se resiste, siente que es joven y que puede seguir con su carrera. En el gimnasio, Ramón descubre entre los jóvenes boxeadores a Déborah (la exquisita Eva de Dominici).

Seducido por su torbellino carácter, Ramón siente que recupera su vigor, patea el tablero: abandona a su familia y se enfrenta con su manager. Se aíslan, entregándose a una relación pasional donde el placer y el dolor son uno. Boxeo, violencia y sexo, la fotografía que atraviesa el relato. Poesía, dulzura, romanticismo, bien gracias…

Con todo, el director de Beirut-Buenos Aires-Beirut (2011), pretende un drama deportivo-pasional, y como corolario, se funde en yerros de raccord y de sentido de lo jugado. Alejado del “Cine de Arte y Ensayo”, la dramaturgia hace mutis por el foro. Antes de iniciar una empresa de filmación aplica un buen Brakedown (el guion, las escenas y costo de producción). Un buen plan de filmación.

En síntesis, modesto film comercial, con acertada fotografía de combates de pugilismo (por la variedad e intensidad de planos), donde hay presentaciones de reconocidos boxeadores profesionales: Diego “La Joya” Chaves / peso welter-súperwelter. Púgil de guante exquisito, oriundo de San Miguel, que asesoró y entrenó a los actores participando en varios cameos; Erica “La Pantera” Farías (de San Fernando, peso ligero), entre otros; autoridades de fiscalización (oficiales del ring de la FAB /Federación Argentina de Box), y reconocidos gimnasios, aportan realismo de autor al film. No es poco.

Los parlamentos son cortos —más fácil incluso para los actores—, aún así, son insuficientes, banales y poco creíbles. Parlamentos asincrónicos/asimétricos, historias secundarias que tampoco cierran. Hay PNT (Publicidades No Tradicionales / Irregulares), de la empresa americana de indumentaria de boxeo: Everlast. En cine como en teatro, una buena gimnasia intelectual es ver otras obras del género para buscar o pescar ideas. Sugerimos el film Revancha, (Southpaw, 2015, con Jake Gyllenhaal), para hurgar relación ominosa boxeador-manager y entorno; el boxeo y entrenamiento (técnica, táctica, estrategia, plan de combate /plan de carrera /plan de negocio), nutrición y psicología del deportista). Es el “Benchmarking del Cine”. Hernán Belón, invitamos haga heurística al respecto.

Filmar la relación tormentosa entre promotores-boxeadores y su entorno, siempre atrae las tensiones psicopáticas de manipulador y víctima. También ausente en la dramaturgia de Belón. Osmar Núñez compone al inescrupuloso promotor y político de Avellaneda: Di Nucci. Faltó punch a esa relación asimétrica. No obstante, el espectador avezado se cuestionará el sentido conductual de la angelical Eva de Dominici, la “Ornella Muti Argentina” (al menos por su fisic du rol simil a la voluptuosa actriz italiana).

Para entender el relato final, hay que ver la psicología profunda de Déborah: hija extramatrimonial de padre boxeador —que como imagen en espejo—, repite la historia de su padre, sus actos están movidos por el amor–odio a su progenitor, y lo descarga con el romance del boxeador casado Ramón. La idea no es mala, pero faltó construcción de un guión consistente que acompañe. La historia concluye en previsible y anodina. Los protagónicos son débiles, no se ajusta al pretendido verosímil. Sbaraglia aplica al concepto de sobreactuado (habla como en teatro, y es cine); forzado, se hunde en una narración poco comprometida, se pierde en su propia dramaturgia.

Saca del ostracismo, la geografía biológica de Eva de Dominici. Parafraseando al poeta griego Hesíodo (siglo VIII A.C.), para definir a una diosa del Olimpo: “es en la cintura de Eva, donde se encuentran todos los atractivos, todas las palabras, que cautivan incluso hasta el alma del sabio”. El cine es arte, pero también industria. Sirve para pagar cuentas, la tarjeta de crédito. En fin…

La conclusión de la pelea como la historia es cerrada. La verdadera derrota es la soledad. La soledad del hombre debajo del ring, allende los 10 rounds. Es la casa vacía; la vacuidad de lo esencial que se corporiza sin sangre en la boca.

  

Leonardo Sbaraglia: desdibujado, perdido en el ring de su propia dramaturgia. El aporte de erotismo en progreso de Eva de Dominici lo rescató de un KO 1er. round.

  Gustavo Contarelli

 

Puntaje de la película: 2 Tribunas

Puntaje actor protagónico: Leonardo Sbaraglia 2 Tribunas

Referencias:

5 Tribunas: excelente /imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta / buena

2 Tribunas: regular

1 Tribunas: mala /pésima

 

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