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Frantz

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"SOMOS PADRES QUE BRINDAMOS POR LA MUERTE DE NUESTROS HIJOS"
“SOMOS PADRES QUE BRINDAMOS POR LA MUERTE DE NUESTROS HIJOS”

Título para Latinoamérica: Frantz.

 

Título original: Frantz.

Dirección y Guión: François Ozon Género: Drama /Años 1910-1919.

Apta para mayores de 13 años.

Reparto: Pierre Niney, Paula Beer, Cyrielle Clair, Johann von Bülow, Ernst Stötzner, Marie Gruber, Alice de Lencquesaing, Axel Wandtke, Rainer Egger, Lutz Blochberger, Jeanne Ferron, Torsten Michaelis.

Productora: X-Filme Creative Pool, Mars Distribution, Mandarin Cinéma.

Distribución: Golem Distribución Música: Philippe Rombi Fotografía: Pascal Marti Montaje: Laure Gardette País: Francia, Alemania.

Año: 2016 Duración: 113 min. Estreno Argentina: 20-04-2017.

El cineasta galo Ozon, rompe su tradición estética con Frantz (2016), su última película. Hasta aquí su cine se caracterizaba por un humor ingenioso, satírico y mordaz, asociado a una singular visióndela sexualidad humana. Por su estilo lo han bautizado el "Almodóvar" francés; el “Chaplin de la no comedia. Allende los apelativos, el director de 8 Mujeres (2002), apuesta a oxigenar y recrear un género complejo y fascinante: el melodrama.

 Un film posbélico sobre los sobrevivientes, cuando han callado los cañones y el campo de batalla yace en la memoria. El tema es la simulación, un relato ficcionado para endulzar esos corazones fragmentados de tantos soldados que partieron con la anuencia de sus padres considerados patriotas. Que brindaron cuando llegaron a sus casas tras las victorias. Pero del otro lado de la línea de trincheras, otros padres sufrían la pérdida del ser amado. Un punto de inflexión no menor— para entender el presente largometraje, es el particular plano de la sexualidad que el francés focaliza en el protagónico. Pone en nuestra conciencia el camino y el entendimiento del amor entre iguales (la homosexualidad). Decodificarlo será nuestra tarea. Al menos, coquetea con estructuras borderline de la genitalidad. ¿Las apariencias son la realidad? ¿O es el juego de la mente? Hay una historia central con fronteras abiertas...

Argumento. Érase una vez...una pequeña ciudad alemana, poco tiempo después de la I Guerra Mundial, año: 1919. Anna (Paula Beer) va todos los días a visitar la tumba de su ex-prometido Frantz, caído en combate en Francia. Un día, Adrien (Pierre Niney) un misterioso joven francés también deja flores en la tumba y se retira. Su presencia suscitará reacciones imprevisibles en un contexto signado por la derrota y la humillación de Alemania. Un siglo ha pasado desde la sangrienta contienda. La Vieja Europa convertida en un escenario de batalla; los cañones no habían cesado de tronar en los campos de Verdún, y los ecos de esa contienda son capturados para componer una historia cuyo eje es el perdón, la culpa, y la reconciliación por el amor.

Ozon, vuelve a filmar la problemática de la ausencia pero a partir de la remake de un metraje olvidado de Ernst Lubitsch: “Remordimiento” (“Broken Lullaby”, 1932), con una estética renovada y con aportes reales al melodrama “no almibarado”. Desde la primera apertura de plano el espectador percibe una pantalla en blanco / negro y “virado a sepia”, en los momentos de angustia, tensión, melancolía y desarrollo conceptual del sentimiento jugado; la exaltación y felicidad a partir de las pocas escenas cromáticas, cuando el amor adiciona a la poesía musical. La paleta de color aporta la frescura y la descompresión de un relato movilizador; la pintura de Édouard Manet el impresionismo como simbología de una crónica universal que duele. Así, lo lugares de encuentros entre el autor, los artistas y el público, se condensan en soñados «Rendezvous». ¡Touché!

El guión abreva su escritura en la retórica de la catáfora: definiciones, conceptos que declaman los protagónicos y quedan en nuestra memoria para armar el planteo dramático: “Alemanes y franceses somos padres que brindamos por la muerte de nuestros hijos” / exclama emocionado el padre de Frantz, el soldado muerto; “Las mentiras nos hacía bien a todos”/ responde en una epístola Anna. “El cuadro de Manet me dio ganas de vivir de nuevo” / en la cancelación de la cinta, acomoda las neuronas de todos para alegría de los escépticos. Es la esperanza y el volver a empezar.

El montaje la reconstrucción de época explora gracias a la mediación de las artes combinadas (pintura, escultura, música, fotografía, cine), los efectos del amor, la ausencia y el perdón en la posguerra europea. La partitura musical potencia las imágenes y convierte al metraje en una “ópera cinematográfica” por la epopeya contada. Una obra de arte trasciende, cuando el espectador la recrea. Son los distintos formatos del arte que hacen recrear un drama no bélico, que apuesta al perdón, al amor y nos hace trascender como personas. Un sentimiento maravilloso de nuestra condición. El género del melodrama busca como ninguno la identificación con el público para la catarsis sentimental. Con todo, el filósofo francés Jean-Jacques Rousseau (1712- 1778) lo definió: “un tipo de drama donde las palabras y la música, en vez de caminar juntas, se presentan sucesivamente, y donde la frase hablada es de cierta manera anunciada y preparada por la frase musical”.

En cuanto a los protagónicos y el reparto, es otro logro de autor. Paula Beer, la exquisita actriz berlinesa, compone un personaje de alta dramaturgia; en el uso del espacio escénico, conmueve por la variedad de sus recursos narrativos dentro de una rigurosa escenoplástica que no da respiro. Bien secundado por el francés Pierre Niney. Un dueto bien aceitado que solidifica la construcción exitosa del verosímil. Son jóvenes actores que parecen veteranos en el cine de arte y ensayo. Es más, lo desafían. Frantz es un film co-producido por Francia y Alemania. Por eso se entiende que no tenga la trascendencia universal que amerita. Caso contrario, la industria de Hollywood y su portentosa maquinaria publicitaria, lo hubiesen entronizado como un hito contemporáneo.

Atrás en el tiempo quedó la posguerra. Las pérdidas, los encuentros y desencuentros de franceses y alemanes. Surge el amor como reparación histórica de sentimientos que alguna vez fueron dirimidos en el pleito. Al fin y al cabo esos padres que brindaron por la muerte de sus hijos, encontraron por la fe en el hombre, un bálsamo para seguir viviendo: “la mentira hace que nuestra vida sea soportable”.

 

 

Frantz un melodrama de colección para paladares exigentes. Por méritos propios asoma como referente del género.

 Gustavo Contarelli

 

Puntaje de la película: 5 Tribunas ¡Imperdible!

Puntaje actor protagónico: Paula Beer 5 Tribunas ¡Excelente!

Referencias:

5 Tribunas: excelente /imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta / buena

2 Tribunas: regular

1 Tribunas: mala /pésima

 

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