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El pequeño Poni

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 LA MOCHILA ES EL CONFLICTO DE LOS PADRES NO DEL HIJO
LA MOCHILA ES EL CONFLICTO DE LOS PADRES NO DEL HIJO

Ficha Técnica / Artística:

 

Título original: El Pequeño Poni.

Dirección: Nelson Valente Dramaturgia: Paco Bezerra – Adaptación: Ignacio Gómez Bustamante Género: Drama.

Reparto: Melina Petriella, Alejandro Awada.

Escenografía: Maxi Vecco – Iluminación: Marcelo Cuervo Vestuario: Daniela Dearti Prensa y RR.PP.: SMH.

Producción General: Sebastián Blutrach.

Teatro: Picadero, Pasaje E. S. Discépolo 1857, CABA / A metros de Av. Corrientes al 1700 Costo localidades: desde $ 300 / $ 450.-

Tel. Boletería: 5236-3000 / Reservas Plateanet / Web: www.plateanet.com

País: Argentina – Año: 2017Duración: 80 min. Funciones: sábados 22:15 Hs. / domingos: 18 Hs.

La propuesta teatral “El Pequeño Poni” (del almeriense Paco Bezerra, 2017), como recreación de “un corte de la realidad”, en el segmento del conflicto que asumen los padres de un alumno víctima de bullying. La puesta original del director Nelson Valente (“La Importancia de llamarse Ernesto”, 2015), es lo subyacente del caso: las tensiones de una pareja a la hora de dialogar y tomar decisiones sobre su hijo. De este modo, el tópico universal que se instala no es la mochila (la excusa / el fetiche) o el acoso, sino el acuerdo y desacuerdo de dos personas en situación. Presenciamos un cuento moral; una pieza atractiva, por momentos tensa, sin entusiasta pretensión de palmarés. Es la oferta que se juega y pondera en el remozado Teatro Picadero.

Planteo el tema del corte, la interrupción histórica, ya que el resto (léase colegio, director, alumnos / padres, medios), quedan ausentes del plano descriptivo. En una elipsis paradojal: que aporta la emoción de los parlamentos más duros intrafamiliar, y por el otro, eclipsa la narrativa sin otras voces que compitan y disparen nuevos conceptos. En su estructura se cuentan once actos cortos con separadores musicales. De tal modo, se compone la obra del dramaturgo español (“La Escuela de la Desobediencia”, 2011). Utiliza el habla coloquial para crear un lenguaje cotidiano, pero a su vez provocador de inquietudes diferentes. Entiende la realidad desde la imaginación, mezclando realidad y ficción. Advierte que el acoso escolar ha marcado su vida, de ahí su inquietud literaria.

Argumento. La pieza está inspirada en hechos reales de una historia reciente en Estados Unidos, durante el año 2014. Grayson Bruce, un estudiante de 9 años de edad, que tras sufrir varios ataques físicos y verbales, le fue prohibida la entrada a su colegio, por llevar colgada a su espalda una mochila con la estampa de “Mi Pequeño Poni”. El director del establecimiento alegó esa conducta de “disrupción en el aula”, como una estrategia para detener el acoso. Un mes antes, el estudiante Michael Morones (de la misma edad de Grayson), tuvo similares problemas por ser seguidor de esos dibujos animados. De tal manera, la emblemática serie My Little Pony – pasó de ser el ícono de la magia de la amistad, los valores y el compañerismo a convertirse en un símbolo de lucha contra el bullying. Como advertencia de autor, dedica la obra a los alumnos foco de la agresión, sin que ningún adulto a su alrededor haya hecho nada por evitarlo.

En los textos, el Régisseur trabaja la elipsis narrativa para enfocarse en el conflicto profundo jugado por los dos actores en escena: Melina Petriella y Alejandro Awada. Ambos de aceitada empatía que trasciende. Como fondo del Atrezzo, la imagen del hijo colgado en un retrato singular (con movimiento y luces, que expresan emoción, alegría, penuria y tensión). El cuadro de Grayson sentencia el nivel diegético de lenguaje. La platea deberá estar atenta y hacer foco de esta pieza decorativa. La dinámica del envío se proyecta en actos breves que se cuentan en número de 11, y el juego de luces que marcan la entrada y salida a tablas. La excusa narrativa, es el objeto de deseo tan temido: la mochila con los dibujos de “El Pequeño Poni”. Así, que el spot publicitario de la obra se ilustra con los padres de espalda, y la mochila en plano sagital. Trabaja como imagen anafórica que otorga vida al guión.

El espectador percibe en los parlamentos de confronto, los distintos perfiles psicológicos: Awada en la máscara de un taxista obsesivo por defender causas perdidas adscripto a quijotadas, un todoterreno que se le escapa la realidad, mientras que su partenaire Petriella, en la piel de dulce y complaciente mujer que lo contiene, al tiempo que lo pone entre las cuerdas. Ella cristaliza la universalidad: “yo pienso como la mayoría, y vos no (nivel pragmático del lenguaje); “Sos igual que ellos, en el fondo”, replica un atribulado marido; “Soy la mayoría que vos tanto despreciás”, concluye con goteo lagrimal la resignada fémina. La madre expresa “el bien común”, al mejor estilo filosófico de Jeremy Bentham y su escuela del sentido común. El drama cruza a los ausentes y los demoniza: el director del colegio, los compañeros de curso, ese fuera de campo sentenciado como enemigo, nunca la autocrítica. Un clisé del ignorante y del populacho que asedia.

Conclusión: el discurso de “Si uno cree, la magia existe”, slogan romántico /posmoderno que atraviesa la pieza y la expande, no cierra y endereza los problemas de la vida. Tampoco hurga en políticas y posiciones intermedias del conflicto que lo hubiese solucionado. La historia es la metáfora del fracaso dialógico. En un diálogo, las personas dan argumentos basados en pretenciones de validez y no de poder. Ya lo sostenía el talentoso literato Leopoldo Marechal, a la hora de resolver intrincados problemas: «De todo laberinto se sale por Arriba».

 


Una historia de familia y su moraleja: “Si uno cree, la magia existe”. Los prejuicios sociales y la penuria de un drama asumido como propio. El acuerdo y el pragmatismo, hubiesen extinguido el conflicto.

Puntaje de la obra de teatro: 3 ½ Tribunas

Puntaje actor protagónico: Alejandro Awada 4 Tribunas

Referencias:

5 Tribunas: excelente /imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta / buena

2 Tribunas: regular

1 Tribunas: mala /pésima 

 

Gustavo Contarelli

 

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