Uno de los cuestionamientos más recurrentes de los lectores de Tribuna de Periodistas es aquel que está vinculado a las faltas de ortografía y/o los errores de redacción en las notas de sus periodistas. Docenas de correos me llegan advirtiendo sobre ello.

Lo suelo hablar con los editores del sitio, todo el tiempo, explicándoles la importancia de que las notas estén bien escritas, pero no logro llegar al corazón del problema.

Lo he charlado esta semana con Carlos Forte, editor Gral. de TDP y ya lo he discutido hasta el hartazgo con Christian Sanz, su director periodístico, desde 2011, cuando me incorporé a esta redacción.

Realmente desconozco si me escuchan o si hacen algo con lo que les digo, pero me pareciera que no. Sigo viendo errores garrafales en algunas de las notas que se publican cada día en el portal.

Admito que se trata de un pequeño porcentaje, pero la excepción a veces termina siendo la regla. Reconozco que la mayoría de los artículos de TDP no presentan errores, pero los de algunos autores son ininteligibles.

Entre los que se destacan por sus errores aparecen Nicolás Sanz, Alexis Montefiore y Diego Goldberg. En ese orden. No se trata solo de una cuestión ortográfica, sino también de oraciones que explotan en redundancias y otras que directamente no se entienden.

A todos ellos les recuerdo que el Manual de Estilo de este sitio tiene un apartado especial (el número 8) que se refiere a los “criterios de redacción”.

Allí se asegura que: “Todos aquellos que escriben para Tribuna de Periodistas deben seguir un criterio de estilo y ortografía que permita cierta coherencia y comodidad a ojos de quienes leen sus artículos”.

Luego, se describen los criterios en sí, para que los periodistas sepan cómo utilizar la riqueza de la lengua castellana en sus notas periodísticas. ¿Hay alguna excusa para que escriban mal?

Espero que los aquí mencionados sepan entender mis palabras como una crítica constructiva, para que mejoren en un futuro —cercano si es posible— y puedan destacarse en este mundo cada vez más complejo que es el periodismo.

Sepan que, muchas veces, una buena investigación es desvalorizada por los lectores por lo mal escrita que está. Todos terminamos perjudicados en ese contexto: el periodista porque perdió tiempo para nada; el medio porque pierde seriedad; y los lectores porque se pierden la posibilidad de leer una buena primicia.

Los saludo como cada semana y los invito a escribirme a ombudsman@periodicotribuna.com.ar.