A menos de 48 horas de que el Senado debata la iniciativa exhortada por el juez federal Claudio Bonadío respecto del aval para allanar las viviendas de la ex presidenta Cristina Fernández, se dio una sorpresiva situación.

En el edificio de la calle Juncal esquina Uruguay donde la otrora primera mandataria ostenta el 5to piso, Bonadío envío a hacer el operativo, aunque en los pisos 1º y 4º.

La situación se ofuscó por un momento, en el cual el abogado de la senadora nacional, Gregorio Dalbón, manifestó que “esto es ilegal”, y que no se trata más que de “un circo”.

Pero… ¿Qué esconden esos departamentos?

Dichos departamentos fueron consignados por Osvaldo De Sousa, a la sazón hermano de uno de los dueños del Grupo Indalo, el hoy encarcelado Fabián De Sousa, aunque lo más llamativo es que los pagó en efectivo.

En el año 2010, Osvaldo compra el piso 4, y en el 2011 el 1, ambas propiedades por un monto de entre 435 mil y 450 mil dólares cada una. Sin embargo, en el año 2014, en el marco de un proceso de división que había llevado a cabo Cristóbal López, De Sousa  se los transfirió.

Es decir, en la coyuntura, sendos departamentos pertenecen a Cristóbal López, dicho sea de paso, han sido embargados en las distintas causas judiciales que se llevan adelante producto de la estafa que había realizado con los impuestos de la AFIP.

No es la primera vez que De Sousa compra propiedades y posteriormente las pone a nombre de Cristóbal López en los mismos edificios donde la ex jefa de Estado posee alguna vivienda, un elocuente ejemplo se da en el Madero Center, donde mediante la empresa de construcción CPC, (empresa perteneciente a ambos empresarios) se compra un departamento pocos pisos debajo del de Cristina.

Lo que se investiga actualmente es si esos departamentos se utilizaban para guardar fortunas, o si las propiedades en sí representan el dinero “negro”.

Las viviendas siempre fueron administradas por Osvaldo “Bochi” Sanfelice, histórico socio de Máximo Kirchner, por lo que se cree que podría ser testaferro de la familia que gobernó el país durante doce años y medio.

Es dable destacar que las propiedades pertenecientes de forma privada a Cristóbal López no las administraba Sanfelice, pero si se daba alguna vinculación con la familia Kirchner, como los hoteles, sí eran administradas por el empresario inmobiliario, por lo que se cree que funcionaba como una pantalla, o un “presta nombre” del clan Kirchner.

Existe un dato que también posee gran relevancia, y es que, si bien los departamentos que hoy registra la policía federal en la calle Juncal se encuentran en la actualidad embargados, durante el segundo mandato de Cristina Fernández, ambos se hallaban deshabitados.