El país se encuentra envuelto en un nuevo aniversario de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, el octavo, y en ese marco varios dirigentes salieron a hacerse escuchar en actos con contenido político y, el nunca faltante, antimacrismo.

El acto más contundente se dejó ver en el Club Social y Deportivo Almafuerte en Villa Palito, en el partido bonaerense de La Matanza, donde junto a la intendenta, Verónica Magario y otros dirigentes políticos como Fernando Espinoza, Daniel Filmus, Martin Sabatella, Leopoldo Moreau, Andrés Larroque, Vanesa Siley y Mayra Mendoza; Máximo Kirchner encabezó la ceremonia.

“Hay que tener muy claro que lo que hay que hacer hay que hacerlo entre todos” mencionó el hijo del difunto celebrado, en clara alusión a la campaña electoral que espera por su convocatoria el próximo 2019.

También agregó que “tenemos una responsabilidad inmensa, que es la de ir a ver a nuestros vecinos para pedirles que reflexionen muy bien de cara a 2019. Qué es lo que van a votar y elegir”.

No hacía falta, sus menciones ya podrían haber sido lo suficientemente criticadas, pero igual lo dijo, “el próximo Gobierno va a tener una propuesta y una perspectiva más similar a la del 25 de mayo de 2003, que a la que había el 10 de diciembre de 2015”.

Es decir, en el modo práctico, que la próxima alianza va a tener que ser de mentirosos delincuentes en vez de mentirosos impresentables.

Es increíble que una vez demostrado el latrocinio sistemático que encabezó el otrora jefe de Estado haya quienes organicen un acto con intención, en parte, de dignificarlo. Pero lo que es aún más grave es que haya quienes asistan y ovacionen los dichos del líder camporista, otro impresentable a sueldo del Estado.

¿Nadie se acuerda de los miles de millones que Néstor le estafó a la Argentina?, ¿o de lo odiosamente agresivo que era con quienes tenía a su lado, incluso con aquellos que robaban con y para él, tratándolos de arlequines, a tal punto que lo denominaban “El Malo”? parece que no, o poco importa, porque en un día como hoy es prácticamente un Dios para los militantes y, cómo no, la excusa perfecta para destrozar, una vez más, al oficialismo.

No fue el único que en sus dichos dejó al descubierto ser gran protector del descarado afano que realizó el kirchnerato. La intendenta de La Matanza, Verónica Magario, mencionó las mismas palabras que utilizan los que se aferran a la figura del difunto ex presidente: “Había que terminar con el Fondo Monetario Internacional, dejar de pagar al exterior y empezar a pagar al interior de la Argentina”.

Lo manifestado por la intendenta ultrakirchnerista, fue dicho sobre la base de la deuda al FMI que había tomado De La Rúa y que Néstor canceló como uno de sus primeros actos presidenciales.

Magario no mintió, eso está más que claro, el problema es la razón por la cual el ex primer mandatario Kirchner decidió cancelar la deuda tomada por Fernando de la Rúa.

La respuesta es tan escueta como sintomática, Néstor canceló la deuda con el organismo para que no metan ni manos ni ojos dentro de las arcas económicas del país y lograr su principal propósito, la razón por la cual inició, allá, por los años 80, un largo camino de las manos del Estado, apropiarse de lo ajeno, robarse todo.

En definitiva, en una ceremonia como la de hoy solo hay que pensar, ¿Con que objetivo ovacionamos  no solo a un difunto estafador, sino a todo un grupo de ladrones que se suben a un escenario a decir cualquier barrabasada que se les ocurra?

Para colmo de los colmos, hay que escuchar a estos personajes con una caradurez inusitada diciendo: “Vamos a volver a ser un Gobierno para la gente, para toda la Argentina y una provincia para todos los bonaerenses”.

La política debe ser el único ámbito en el cual robás, maltratás (y otras cosillas más) y te honran y enaltecen como un salvador. Tan funesto como penoso.