La billetera de Cristóbal López estuvo siempre llena gracias a las fenomenales evasiones impositivas que perpetró desde la petrolera OIL Combustibles:
Según comprobó la justicia, esta firma se quedaba en sus bolsillos con los fuertes gravámenes al combustible que las expendedoras le retienen al consumidor en nombre de la AFIP.
Concretamente, López dejó de pagar el Impuesto a la Transferencia a los combustibles (ITC), para subsidiar la expansión de su imperio.
El empresario patagónico (quien le juró en su mansión de Rada Tily, Chubut, al periodista Luis Majul en 2008 que jamás compraría un medio de comunicación) terminó por conformar unos de los holdings comunicacionales, de combustibles, de finanzas, de hotelería y de juego más grandes de la Argentina:
Repasemos las “joyas de la corona”:
-Ámbito Financiero
-Casino Club (con 12 casinos y 15 salas de slots)
-el barco casino de Puerto Madero
-las tragamonedas del Hipódromo de Palermo;
-Oil Combustibles con una refinería y 363 estaciones de servicio;
-concesiones viales (rutas 2 y 11),
-el banco Finansur,
-el hotel Los Notros en El Calafate,
-Radio 10, el canal de noticias C5N y FM La Mega,
-la productora fundada por Marcelo Tinelli Ideas del Sur.
-la productora Pensado para Televisión (PPT)
-la productora La Corte.
¿Vuelve el futbol para todos? ¿Vuelve el negocio de las leds?
Argentina es el país de Latinoamérica con más penetración del cable en los hogares: ocho de cada diez casas los disfrutan. Pero, si sumamos los “colgados” llegaríamos hasta casi el noventa por ciento de la población alcanzada por este servicio.
Sin embargo, hasta mediados de 2020, sólo el 10% de los hogares nacionales había contratado el Pack fútbol cuyo costo oscila en torno a los 10 dólares por mes.
Los números están muy lejos del 25% que pretendían los cable-operadores TNT y Fox, ganadores de la licitación que hizo la AFA.
¿Por qué ocurre esto? Aún estamos muy lejos de las costumbres que imperan en Europa y EEUU donde los sistemas pay per view tienen un amplio desarrollo.
En materia gráfica, por ejemplo, diarios como el New York Times y el Washington Post suman verdaderos ejércitos de lectores que pagan por sus contenidos.
A pesar de tener que abonar, ambos gigantes del periodismo llegan a sumar un tráfico de cien millones de usuarios únicos cada uno por jornada.
En nuestro país, las cosas son bien distintas. Una plataforma gratuita como Infobae, del periodista y empresario Daniel Hadad, supera cuantitativamente a holdings líderes como Clarín y Nación, ya que estos dos últimos pretenden cobrar para que se pueda acceder a sus ediciones online.
Resumiendo: por cuestiones económicas o culturales, nuestros compatriotas no quieren hacerse cargo de los paquetes Premium. Prefieren gambetas "maradonianas" en sitios gratuitos de internet con tal de ahorrarse los desembolsos para ver el fútbol codificado.
El avance de la tecnología jugó a favor de los hinchas en estos últimos años y posibilitó que casi todos pudieran apreciar lo que ocurre dentro de los estadios gracias a smart phones, pcs, laptops y tablets.
Las redes sociales, el streaming y el 4G crecieron muchísimo en el último lustro y eso conspira contra el negocio de los canales deportivos de pago.
En otras palabras, el “secuestro” de los goles que denunciaban desde la Casa Rosada en 2009, al momento de estatizar las transmisiones, está muy lejano en 2020.
Las páginas que retransmiten los encuentros dicen que no están lucrando y que simplemente comparten por facebook, por ejemplo, un material con sus propios amigos.
Se trata de una movida muy similar a la piratería que soporta el mundo del cine y de las series de canales como Netflix o Amazon.
Ante cada nueva prohibición y lìmite, aparece el ingenio del fanático.
Por ejemplo, grabar los partidos en tramos y viralizarlos por whatsapp.
¿Cuánto cuesta ver los torneos más convocantes en otros países, donde el fútbol se vive como una religión de fin de semana?
Si tomamos como ejemplo a España para la comparación podemos decir que Movistar cobra toda la oferta de fútbol de España unos 25 euros al mes.
Si los fanáticos quieren agregar los torneos internacionales deben pagar otros 25. El precio final: 50 euros mes.
También en la península ibérica, Vodafone ofrece toda la oferta de fútbol (Liga, Liga 123, Copa del Rey, Champions y Europa League y ligas internacionales) por 18 euros cada 30 días.
A estos valores debe agregarse el costo del servicio obligatorio de Vodafone TV (fibra óptica, línea móvil y teléfono fijo) por 12 euros mensuales. El costo total asciende a 30 euros mensuales.
Para Orange, en tanto, el paquete de fútbol nacional español (Primera, Copa del Rey y Segunda) más el mejor fútbol internacional, cuesta 20 euros por mes.
En la “madre patria” la justicia es muy severa con quién quiera piratear los partidos.
En numerosas ocasiones la policía arrestó a los responsables de empresas que comercializaban y emitían contenidos de televisión pagos en forma ilegal.
Las presentaciones judiciales las hace la propia Liga de Fútbol Profesional y se llegó a detener al administrador de Roja Directa, acaso el portal más famoso para ver deporte online sin pagar.
En Inglaterra, mientras tanto, la Premier League consiguió un fallo de la Corte Suprema del país que hizo que ahora sea casi imposible transmitir partidos en vivo al margen de la ley.
Pero, la regulación es pobre todavía en Argentina ya que la ley de propiedad intelectual no incluye aún a las transmisiones vía web.
Esta coexistencia de lo legal y lo trucho (en una economía donde el 40 % se mueve en negro) no es novedad en nuestro país.
En otras palabras, como ocurre con la música, el cine y las series líderes, pocos consumidores se quejan en esta geografía por la codificación del deporte.
Saben muy bien que podrán ver los partidos de fútbol de manera muy sencilla y a cambio de unos pocos megas de descarga.
Si la Casa Rosada vuelve con su idea de gastar fortunas para comprar una vez más los derechos a la AFA habrá que pensar que lo que se quiere es el retorno del “negocio” privado que caracterizó a los seis años de experiencia del llamado Fútbol para Todos.
Si la Casa Rosada vuelve con su idea de gastar fortunas para comprar una vez más los derechos a la AFA habrá que pensar que lo que se quiere es el retorno del “negocio” privado que caracterizó a los seis años de experiencia del llamado Fútbol para Todos.
Sería una nueva estafa y defraudación al erario público.
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