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El engaño de la parapsicología, parte II

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ADIVINOS, ESPIRITISTAS Y OTROS CHANTAS
ADIVINOS, ESPIRITISTAS Y OTROS CHANTAS

Los místicos de las múltiples religiones del mundo inventaron y continúan inventando

 

Los místicos de las múltiples religiones del mundo inventaron y continúan inventando. Son los autores de las cosmogonías fabulosas, de todos los dioses, de todo ser espiritual. Sin embargo, no es necesario vestir hábitos para revelarse como fabulador. Se trata de fabuladores crípticos. También podemos denominarlos místicos de acuerdo a su personalidad, quienes vestidos de civil pueden inventar mil y una fantasías religiosas. Otros malos observadores, proclives a tomar las cosas de un modo tergiversado totalmente alejado de la realidad, sugestionables, crean otras fantasías.

¿A qué sabio investigador puede convencer, por ejemplo, la "hiperestesia directa" por medio de la cual un sujeto puede "ver" con los ojos tapados por medio de su frente o su estómago?

A esta visión paraóptica, hiperóptica o.. ¡cutánea! no es posible verificarla en ninguna experiencia seria. Ningún tratado médico de anatomía o fisiología, frutos de muchas décadas de constantes y pacientes observaciones y experiencias con ayuda tecnológica, nos ilustran sobre "ciertas" células o elementos fotosensibles semejantes a los retinianos supuestamente ubicados en la piel de la frente o del abdomen capaces de permitirnos la percepción visual. Sin embargo, hay parapsicólogos que tienen por ciertas estas cosas.

Y así todo lo demás si incursionamos en los terrenos de la física y de la química. Mas aquellos que no conocen estas ciencias auténticas, son tentados o persuadidos a creer en todo lo que está escrito por el sólo hecho de hallarse impreso en papel y formar parte del cuerpo de un libro o artículo.

Los autores parapsicólogos citan casos particulares no contrastados tenidos por auténticos con toda "seriedad", cuando en realidad se trata de puras invenciones que los lectores desprevenidos aceptan de buenas a primeras y se adhieren sin hesitar a las "lecciones" fáciles de los libros de parapsicología como si se tratara de textos de física, química o biología farutos de innumeras experiencias rigurosamente verificadas.

El tema parapsicológico es un popurrí de observaciones insuficientes, experiencias tergiversadas por el autoengaño de los sentidos, interpretaciones erróneas de hechos naturales incomprensibles para los legos, recopilaciones y credulidad en la aceptación de narraciones hechas por individuos fabuladores, esos que poseen propensión a mentir y a inventar cosas fantásticas con el fin de adquirir notoriedad; fraudes a veces realizados por los mismos metapsíquicos para impresionar y convencer a los demás, y otros ingredientes.

La definición que cuadra para esta manifestación de la mente sumida en lo irreal, es la de ciencia apócrifa, que persigue infructuosamente a los fantasmas de la ectoplasmia, que inventa poderes mentales como la telequinesia, y ciertas "ondas" imponderables englobadas en la denominación de " facultad psi-kappa", que recorren el globo terráqueo como si fueran ondas hertzianas de radio y que exagerando aún más, llegan quizás más allá de la Luna, a los planetas Marte, Venus o tal vez hasta el lejano planetoide Plutón y ... ¿por qué no, dentro de la ficción? ¡a otra lejana galaxia! Ondas que ningún laboratorio físico del mundo ha logrado detectar, pero que según los parapsicólogos ¡existen! ya que "se advierten sus efectos" (sic).

Así, si se desea transmitir sin artefacto alguno desde una nave que se pasea por el conglomerado estelar denominado Nube Mayor de Magallanes, distante 45 kiloparsecs de la Tierra, basta con que se encuentre a bordo un dotado, para que la transmisión del pensamiento sea posible, por supuesto que a una velocidad muy superior a la de la luz contraviniendo la teoría de Einstein, es decir provisto de la facultad HIP (hiperestesia indirecta del pensamiento), con la única condición de ubicar en la base terrestre a un receptivo eficaz de carne y hueso para que capte las transmisiones.

Y... en el ámbito económico (retornando al planeta Tierra) , para ser millonario y solucionar de una vez por todas los problemas de falta de dinero, bastaría con consultar a un clarividente con el fin de enterarse a ciencia cierta qué número saldrá favorecido en la próxima jugada de la lotería. Y si se es político o estadista en un ámbito competitivo, será fácil enterarse por arte de la telepatía qué piensan sus contrarios para obrar en consecuencia y ganarles de mano a todos. Todo dotado debería brillar en este mundo, ser centro de atención de los científicos y recorrer todas las universidades del orbe para producir allí sus prodigios y dejar pasmados a los investigadores demostrándoles que son todos unos confabulados de la "ciencia oficial" o que no entienden o que testarudamente no desean entender la auténtica realidad más allá de sus limitadas y ortodoxas investigaciones. También deberían lograr convencer al mundo entero, al denunciar que los científicos de la "ciencia oficial" están sólo al servicio de los intereses creados o son fantoches de los poderes políticos, que con morboso gusto tratan de demostrar a todos aquellos que abrazan la causa de las "ciencias ocultas" que están equivocados. 

Por lo contrario, los parapsicólogos creen revelar la otra faceta de la realidad, esto es, la más profunda que, lejos del materialismo, entronca con lo espiritual y sus supuestas fuerzas actuantes sobre la materia.

Todo esto es ilusión y fantochada, amigos lectores. No existe más que el mundo real. Todo lo que inventaron los espiritistas primero, y luego los doctores Rhine, Pratt, Pearce, el barón Albert Fraiher von Schrenck-Notzing y otros, eso que con tanto ahínco cultivó el jesuita español radicado en San Pablo, Brasil, González Quevedo y tantos otros, no es más que pura fantasía. La telepatía, la telequinesia, la pantomnesia, la xenoglosia, la fantasmogénesis, la precognición... son inventos de "científicos" extraviados que se han dejado llevar por observaciones de sujetos mitómanos.

Finalmente la sugestión juega un papel relevante en el engaño. La mesa que baila mientras los asistentes espiritistas tienen sus manos apoyadas en ella, o se resiste a ser levantada por obra y arte del "ectoplasma" que la sujeta, aunque "fuerzas sobrehumanas" lo intenten; la copa invertida que se desliza sobre la superficie de una mesa en virtud de los dedos de los experimentadores que se apoyan sobre ella y que "nos permite recibir mensajes del más allá" visitando diversos casilleros con letras o frases, son productos netos de la sugestión.

¿Qué es la sugestión? Según el diccionario, es un proceso psíquico efectuado con cierto grado de automatismo por parte de las actividades inferiores y de mayor o menor inconsciencia de las superiores, o sea de la razón y el libre albedrío.

Es evidente que, los sugestionables y sugestionados participantes en las pruebas, pierden la noción de las fuerzas que están ejerciendo sobre un objeto y notan que este se mueve como por si mismo (una mesa que se mueve, una copa que se desliza) cuando son ellos mismos los que provocan el "fenómeno". También el peso o la resistencia que creen comprobar (en una mesa, por ejemplo) es un engaño. Son ellos mismos que creen ejercer una acción sobrehumana para mover el objeto, cuando en realidad no lo hacen.

Cabe una anécdota. Es cierta oportunidad vino a mi casa un amigo creyente para demostrarme cómo se movía una copa invertida sobre la superficie de una mesa para dar un mensaje, con sólo colocar el dedo índice de cada participante en la prueba sobre ella. Nos reunimos en el comedor mi familia, el visitante y yo. Como mi familia y yo somos escépticos, ante la decepción de mi amigo la copa no se movió ni un milímetro, quién aseguraba que en oportunidades anteriores con otras personas había logrado que la copa se deslizara sobre la mesa en todo sentido dando mensajes.

Esto prueba que es la predisposición y naturaleza del, o de los individuos lo que induce al engaño por más que los metapsíquicos argumenten que los no creyentes estamos "bloqueados".

Otro engaño son las pruebas con naipes y otros elementos, junto con las precogniciones oníricas.

En las pruebas con naipes todo consiste en una trampa que tiende el azar. Se toman sólo los aciertos, no así los fracasos que son superiores en cifras astronómicas. Así por ejemplo, se dice con mucha frecuencia que tal o cual prueba en que el adivino (metagnomo para los parapsicólogos) se halla en una habitación y el experimentador en otra (aún separados por grandes distancias) los aciertos obtenidos son muy superiores a los previstos por el azar. Pero esto sucede porque la atención se centra sólo en los aciertos que son las excepciones a lo previsto por azar. Se citan sólo los éxitos que son contadísimos comparados con los fracasos que constituyen la regla corriente pero son pronto olvidados. Si se hicieran millones de pruebas de adivinación entre los pobladores del orbe, serian millones los fracasos rotundos y sólo se obtendría un porcentaje ínfimo de "éxitos resonantes" precisamente previstos por el azar.

Esto contrastaría, por supuesto, si se tomara nota rigurosamente de todos los resultados de las pruebas realizadas para comparar aciertos con fracasos y no como hacen los parapsicólogos que sólo se acuerdan de los éxitos.

Ahora bien -se preguntará el lector- ¿Y por qué los metagnomos? Es decir, ¿por qué algunos sujetos cobran fama con sus aciertos pareciendo estar dotados del poder de la adivinación? Simplemente porque se trata de individuos que también por presión del azar, y sin escaparse un ápice del mismo, caen en la racha de la buena suerte, que puede ser transitoria como bien lo comprueban los mismos experimentadores de lo "paranormal". Son como los que aciertan en los casinos de juego varias veces repetidas. Son como aquellos que tienen suerte en los negocios o en su carrera profesional. Esto se halla previsto por el azar. Hay personas que sufren un accidente detrás de otro, mientras otras cursan sus vidas sin ellos, o al menos tienen rachas de buena suerte alternadas con la mala suerte y todo esto nada tiene que ver con cualidades o poderes supranormalels con respecto al resto de los mortales.

Lo mismo ocurre con los metagnomos (adivinos). Son gente con rachas de buena suerte y nada más.

Exactamente igual ocurre con "los sueños que se hacen realidad". La precognición es un imposible, la trampa en que caen los parapsicólogos que realmente creen en estas cosas es otra vez el azar que les juega una mala pasada. Ellos ven sólo una fracción ínfima de la realidad, ajenos al resto.

Hay por hoy, más de seis mil trescientos millones de habitantes del Globo Terráqueo. Los sueños son continuos durante las 24 horas del día, pues en virtud de la rotación terrestre, mientras amanece para unos que terminaron de soñar y se levantan, en ese mismo instante otros van a la cama y comienzan a soñar. ¿Cuántos sueños podríamos contabilizar en 24 horas en el mundo? ¿Y en un mes? ¿Y en un año? Hagamos cifras. ¿Cómo no podría haber coincidencias entre algunos sueños y la realidad? Por el contrario, lo asombroso, lo paranormal o milagroso sería a la inversa, si entre tantos sueños en cifras astronómicas nunca coincidiera alguno de ellos con la realidad, incluso con lujo de detalles.

Por todo esto, hay que concluir en que la parapsicología se halla abocada a la caza de fantasmas, busca lo que no existe, es una pseudociencia que nació a raíz de los engaños de sus sostenedores, un engaño llamado azar, un engaño denominado error de observación y de interpretación de los hechos reales, y el engaño de la sugestión, todo acompañado del infaltable fraude y la mitomanía.

Esto último, la mitomanía, campea por todo el orbe y sus productos se hallan en toda revista, folleto, fascículo, libro o filme sensacionalista, siendo la comidilla diaria de lectores y espectadores. Detrás de ella está el signo monetario, esto es el interés económico; es uno más de los productos más vendibles y muchos, incluso personalidades honestas de renombre científico caen en sus garras y se transforman en "palabra autorizada" pregonando el error.  

 

3 comentarios Dejá tu comentario

  1. Es demasiado gracioso la repetición de argumentos esgrimidos y reciclados y lo mas contundete es que menciones algunos de los investigadores en parapsicología, tratando de demostrar al lector que sabes mucho del tema y me sorprende que cometas el error mas común de cualquier pseudoescéptico: "Por todo esto, hay que concluir en que la parapsicología se halla abocada a la caza de fantasmas,.." Con esta conclusión no solo se puede demostrar tu falta de rigor, de conocimiento y de "entendimiento" sobre que lo tratas de refutar. En fin, tu texto es solo una pseudorefutación que vale hoy para nada.

  2. la vida es algo complicado que se nos da, viene sin librito de indicaciones. Somos nosotros, con el paso de los años, los que debemos hacer los deberes. Muchos los hacemos, bien, otros mal y otros re-mal. Cada palabra que usamos expresa nuestro impulso emocional correspondiente. El ser humano debe creer en algo, necesita creer, porque creer implica tener fe. Si no confiaramos en nuestro sistema de vida, no seriamos capaces de esperar el proximo suspiro en plena y total confianza. ---En el intento esta el coraje. Tener el coraje de vivir. La llave de todo es tener confianza. Confianza a la vida. "El sistema cosmico abarca todo. El sol brilla para todo el universo por igual. Nosotros deberiamos tener por lo tanto una compasion universal y un profundo entendimiento de todas las cosas" TAISEN DESHIMARU

  3. Sin embargo, la gente necesita creer en algo y ahora con el drama del submarino desaparecido, cuantos no mas se acercaran a algun vidente para que les sepa decir algo. Que creen, que sienten, donde creen que pueda estar el aparato, a cuantos metros de profundidad? Saldra la gente con vida? hay esperanzas? Mucha gente estara creyendo cosas, rezando, arrodillada junto a alguna virgen o santo de su devocion. LA SRA CARRIO ES UNA TRASNOCHADA, AL DECIR QUE ESTAN TODOS MUERTOS. sI NO LLEGA A SER ASI, Y LA GENTE REGRESA CON VIDA, ELLA MEJOR QUE VAYA RENUNCIANDO....Estamos NECESITANDO CREER EN ALGO, para no reventar de angustia. Y aca entra la parapsicologia o como se le llame. Necesidad de creer en seres del mas alla, en familiares que ya se han ido, que vengan espiritualmente en ayuda de los que no se sabe donde estan. La mente de las personas es muy intrincada, muy diversa. Hay de todo un poco. Y lo sensato es respetar. Respetarlo todo, todas las creencias, todas las religiones, todos los atajos o herramientas que sean necesarias, para poder aferrarse a algo en estas horas de tanta incertidumbre. No se puede certificar que uno no cree en nada. No le parece?

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