"No hay duda que nos agarraron para la joda". La frase, pronunciada por el ruralista Alfredo de Angeli, da la pauta de cuál es el clima que se vive en estas horas en torno al conflicto del campo.

A pesar de las mentiras y desmentidas del gobierno, no hay duda alguna de que ha fracasado toda negociación posible. Este es uno de los puntos en los que la presidente Cristina Kirchner y el ex primer mandatario Néstor ídem no estaban de acuerdo. Mientras que en Casa de Gobierno se vive como una mala noticia, en el bunker de Puerto Madero se festeja en este mismo momento.

Era el escenario que imaginaba y anhelaba el ex Presidente: el de la confrontación. El campo será a partir de ahora el eje de todos los males argentinos, desde el desabastecimiento general, hasta la creciente inflación.

"Los voy a poner de rodillas", dijo Néstor hace pocos días frente a la misma caterva de obsecuentes de siempre. Su esposa, Cristina, lo recriminó duramente por ello, pero terminó por alinearse a esa política.

Lo cierto es que el paro no será lo que fue, no sólo porque no se cortarán las rutas, sino porque los "protestantes" serán fuertemente infiltrados y controlados por el kirchnerismo. Es una de las tantas "baterías" de medidas que planea el oficialismo para "poner de rodillas" a los ruralistas, tal cual quiere el supremo jefe K.

Otra de las medidas que se prevé, es la de generar incidentes y endilgarle la responsabilidad a los que protestan. Son los manotazos de ahogado de un gobierno que agoniza y que sabe que no podrá resistir mucho más la coyuntura actual: los precios no dejan de subir, los salarios están congelados, no hay inversiones de relevancia en el país, las reservas del Banco Central se agotan, los organismos de créditos internacional no confían en la Argentina y aumenta día a día el tristemente célebre "Riesgo país". A su vez, algunos de los históricos obsecuentes oficiales comienzan a despegarse del kirchnerismo, no sin antes dedicar oportunas críticas al "modelo".

A los radicales K, el Gobernador de Catamarca, Brizuela del Moral —otrora funcionario K—, el vicepresidente Julio Cobos y el ex gobernador Felipe Solá, en las últimas horas se ha sumado el versátil Carlos "Chacho" Álvarez. La lista, mal que le pese al oficialismo, no cesa de crecer. Y si se agregaran los funcionarios que critican fuertemente al kirchnerismo por lo bajo, esta se extendería exponencialmente.

Pero tiene suerte el kirchnerismo, porque todos temen a las represalias del jefe y, en ese marco, nadie se atreverá a hablar. Nadie es capaz de decirle a Néstor que está desnudo. Todos lo ven, pero callan por temor.


Textual

Estamos a horas de que empiece una protesta que puede ser el principio del fin para el kirchnerismo. Las entidades el campo están decididas a avanzar de manera inminente, luego de la falta de resultados de la reunión que se mantuvo con el gobierno por el tema retenciones móviles.

A ese respecto, en el día de ayer la agencia de noticias DyN reprodujo palabras del presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, que no tienen desperdicio. Sus definiciones son más que elocuentes:

-Javier de Urquiza, "no tiene instrucciones, ni margen, ni espacio para avanzar sobre el tema retenciones".

-El Gobierno ha "fracturado al país" al no dar las respuestas que el campo reclama.

-"A este momento queda clausurado el tema de tratamiento del diálogo sobre retenciones".

-"No se trata, no se toca, no se avanza y estamos con dirigente colegas que es inminente el proceso de protesta agropecuario".

-"Está en el ánimo de la dirigencia agropecuaria permitir el cause de la protesta que está instalado en decena de miles de productores (...) el inicio de una protesta es inminente".

-"Si hoy (en Agricultura) se hubiera tratado el tema retenciones, tal como se acordó ayer (en la reunión que encabezó el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández), se hubiera facilitado todo".

-"Parece que el ministro Alberto Fernández, que creo que hizo todo lo mejor posible, evidentemente a las 20 de ayer tuvo algún tipo de problema en el interior del Gobierno, cosa que no conozco y no puedo especular sobre eso".

El mensaje es más que directo.


Concluyendo

No es difícil imaginar a quién apoyará la sociedad en esta nueva protesta, obviamente no será al gobierno.

El fastidio generado por la pésima gestión económica del kirchnerismo, sumado a la desagradable intolerancia que emanan los funcionarios kirchneristas, ha colmado la paciencia nacional.

Nadie cree ya en los fantasmas que agita el oficialismo constantemente para exculparse de sus propios errores. La payasada del caso Puthod, sumado al virulento ataque a los medios, fue la gota colmó el vaso. La gente mastica vidrio pero no lo traga.

El gobierno se asemeja peligrosamente al pastor de la fábula del lobo y las ovejas, que gustaba mentir invocando un ataque inminente que jamás se producía, y que finalmente era ignorado por el pueblo cuando este ocurría.

Si hoy Néstor Kirchner y su esposa anunciaran la llegada del lobo, ya nadie les creería. Es el resultado de tanta mentira oficial acumulada.