No podía ser de otra manera, la reunión de la "mesa chica" del PJ kirchnerista —más chica no podía ser— no sería justamente para destrabar el conflicto con el campo, sino para seguir atacando y agraviando. Fue patético ver a tantos delincuentes reunidos; personajes con prontuario de la talla de Hugo Moyano (el enriquecido), Mario Das Neves (el falso abogado), Julio de Vido (el cajero) y Jorge Capitanich, reunidos para dar apoyo a Cristina Kirchner en el marco de su labor como Presidente y "de los gobernadores". Más que un apoyo, por la talla de los que estuvieron allí, fue un salvavidas de plomo.

    El primero en hablar fue el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, quien acusó al campo insólitamente de "golpista" y dio cifras engañosas de crecimiento vernáculas. Obviamente han sido números nacidos de la fantasía del Indec.

    Capitanich, otrora  Jefe de Gabinete del gobierno del ex presidente Eduardo Duhalde, otrora coleccionista de diversos hechos de corrupción en el Congreso de la Nación, ha sido una vez más el encargado de ser perrito faldero de otro impresentable, el ex presidente Néstor Kirchner, quien aún no ha explicado adónde están los fondos de Santa Cruz evaporados hace más de una década y que se presumen en su propia cuenta bancaria.

    Semejante caterva de delincuentes, enriquecidos a costa de saquear el país, no tuvo mejor idea que mencionar la acción de los ruralistas como un "ataque antidemocrático con ánimo destituyente". Es insólito.

    El campo es el chivo expiatorio de todos los males de la Argentina, ya no quedan dudas de ello. El documento emitido por la mesa chica, asegura que los ruralistas "se ufanan de desabastecer y encarecer los alimentos. Sorprende que hablen de dialogar cuando solamente desacreditan" (¿?). 

    No será este periódico el que defienda los intereses de los ruralistas. Es probable incluso que se hayan excedido en sus discursos el domingo pasado. Pero eso no da derecho a un grupo de mafiosos oficiales a condenar a toda una sociedad a una situación de peligrosa incertidumbre que podría haberse solucionado en mucho menos tiempo que el que les llevó armar una reunión tan imbécil como innecesaria.

    ¿Es culpa del campo la inflación o de las mentiras del kirchnerismo? ¿Es culpa de los ruralistas la inseguridad jurídica o de la intervención oficialista?

    Mientras el gobierno sigue en su escalada verbal contra el campo, sigue bajando la imagen de Cristina y sube la de los ruralistas ¿Hasta dónde se piensa llegar?

    En las últimas horas, se ha "truchado" una encuesta de la consultora Analogías para mostrar una imagen de la Presidente que no es tal ¿Será esta la gran estrategia de Néstor Kirchner para mejorar la percepción social de su esposa?

    No se puede tapar el sol con un dedo, y es lo que se pretendió hacer en la mesa chica de hoy.

    Fue una mesa tan, pero tan "chica", que casi fue "diminuta".

Christian Sanz