Apenas despuntado el día, el servicio
meteorológico anunciaba que la temperatura iba a alcanzar un máximo de 18°, con
probables chaparrones y tormentas hacia la tarde. Pero los titulares de los
matutinos reflejaban que para paliar el marasmo financiero del viernes 8, el
Gobierno había decidido la recompra de bonos para tratar de frenar “el derrumbe
de los títulos de la deuda argentina, el alza del riesgo país y la fuga de
capitales” (La Nación, lunes 11/). Pero lo que no se decía, pero sí se
comentaba en voz bajita —pues aunque los cerebros discurrían distinto— era que
sólo se trataba de un manotazo de ahogado destinado a seguir ganando
tiempo antes de que ocurriera algo peor. Horas después, cuando el mediodía se
convirtió en tarde, diversos medios de información anunciaban que el índice
Merval caía irremediablemente como en los mejores días del conflicto con
el agro. Al momento de su cierre, a las 17 hrs, su descenso registraba un
índice de -3,81%. Justamente antes de confirmarse ese descenso, el INDEC había
manifestado que la inflación del mes de julio alcanzaba el exiguo porcentaje de
0,4%. “Para el INDEC los alimentos y bebidas durante el mes pasado bajaron 0,8
por ciento”, según puntualizaba la agencia noticiosa DYN. Por lo visto, el
satanizado Guillermo Moreno continúa dibujando los índices de precios a
piacere, apoyándose en su peculiar forma de ver la realidad.
Aunque desde Olivos continúe este auténtico festival del
autismo, varios analistas aseveraron que la caída de este lunes se debió
fundamentalmente a una crisis de confianza. Sobre todo luego del bluff
presidencial de hace un par de sábados, donde Cristina Fernández de Kirchner no
sólo ratificó al "dibujante de las estadísticas oficiales", sino que se empecinó
en burlarse de la inteligencia de quienes vienen advirtiendo sobre este tipo de
sucesos, catalogándolos de "alarmistas", "pseudo golpistas", "enemigos de todos
los argentinos" y del "gobierno popular". En el cual no existe ni "doble
comando" ni cogobierno alguno, puesto que su marido, el ¿ex? Presidente, es un
sumiso amo de casa, y en sus ratos libres juega a ser titular del Movimiento
Nacional Justicialista. O lo que queda de él, mejor dicho.
Lo de siempre, siempre vuelve
Antes de conocerse la noticia del batacazo de la bolsa,
trascendió que se estaba ante un recrudecimiento del supuestamente solucionada
pelea con las entidades agrarias. “Los chacareros más duros amenazan con
retornar a los caminos. 'Algunos hablan de volver a las rutas y nadie se
asombra', relató el productor autoconvocado de Saladillo José Bustingorri. 'Los
ánimos están cada vez más caldeados', coincidió, desde San Pedro, el presidente
de la Sociedad Rural de esa ciudad, Raúl Victores. En tanto, el
presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y
La Pampa (CARBAP), Pedro Apaolaza, advirtió ayer que 'si el Gobierno persiste
en todas las medidas que llevaron al campo a la ruta', los productores van a
retomar las protestas. 'Estamos de mal en peor en todo lo que es política
agropecuaria nacional', describió el dirigente del gremio nucleado en
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), quien dijo que las cuatro
entidades del campo se reunirán el martes a las 14 en la sede de la
Federación Agraria 'para dejar conformado lo que va a ser la mesa de trabajo
a nivel provincial'. El miércoles se reunirán con el gobernador bonaerense
Daniel Scioli, aunque lamentó que 'la política de fondo la dicta el gobierno
nacional y esto nos pone en muy malas condiciones'. Alertó que 'si el Gobierno
persiste en todas las medidas que llevaron al campo a la ruta, vamos a estar de
nuevo en la ruta, como corresponde'. Además dijo que hoy 'no cierra (el
negocio de) la ganadería, no cierra la lechería, no cierra el trigo y no cierra
la mayoría de las economías regionales'. Dijo que tras la asunción de Carlos
Cheppi en la Secretaría de Agricultura y Ganadería, 'hasta ahora lo que habido
es una presentación de las nuevas autoridades, pero no se han comenzado a tratar
los temas que interesan'. Hasta ahora, el nuevo funcionario sólo recibió a un
puñado de gobernadores, entre ellos algunos de diferente signo político al del
Ejecutivo, pero no hubo señal alguna de que los encuentros hayan servido para
extraer de ellos el reconocimiento sobre la necesidad de cambios de fondo en la
política agropecuaria que plantea el kirchnerismo. Pero la dirigencia nacional
también perdió la paciencia. El detonante fue la vuelta a escena de Moreno,
quien puso trabas a las exportaciones de quesos para asegurar la provisión en el
mercado interno. 'Es una monstruosidad. Si ese es el primer gesto del Gobierno
después del diálogo (con Cheppi), es tremendo', dijo el vicepresidente de la
Sociedad Rural (SRA) Hugo Biolcati. La medida, explicó, perjudicaría a unas
400 pymes queseras. 'Todo lo que hace Moreno tiende a la concentración',
fustigó. 'La lechería es uno de los temas que hay que tratar con mayor
inmediatez y esta noticia cae como un balde de agua fría. ¿Qué significó,
entonces, habernos reunidos (con el Gobierno) como mesa de enlace?', se quejó
Biolcati. Mientras tanto, el vicepresidente de Confederaciones Rurales (CRA)
Néstor Roulet, pasó revista de las 'soluciones concretas' que el campo le
reclama al Gobierno, vinculadas con la ganadería, la lechería, los granos y las
economías regionales. 'Nos estamos comiendo el futuro. Si tenemos en cuenta el
actual stock ganadero y la extracción que le estamos haciendo, es imposible
mantenerlo en el tiempo', dijo en la inauguración de la exposición ganadera de
la Villaguay, Entre Ríos. Esta mañana, Biolcatti en diálogo con la agencia
Cadena 3, dijo que 'vuelve el nerviosismo creciente. Debiera haber
soluciones rápidas. Más allá de la reunión con el ministro de Agricultura,
Carlos Cheppi, que fue auspiciosa, no vemos movimientos. El único movimiento que
se detecta es la versión de que se cerraría la exportación de quesos'. Biolcatti
añadió que 'esa medida, de ser cierta, implica una manipulación desastrosa del
mercado de quesos. Favorece la concentración y perjudica a los industriales
queseros y tamberos'. Los dirigentes rurales destacan que esta nueva medida se
suma a las fuertes trabas que Moreno, y particularmente la Oficina Nacional
de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), ya aplican sobre las
exportaciones de granos (ROE verde) y carne (ROE rojo). Esto último obliga a los
frigoríficos a un 'encaje' de 75% destinado al mercado interno, para aspirar a
realizar envíos al extranjero. A esta lista se sumaría en breve el arroz, según
reconoció la semana pasada Ricardo Echegaray, titular de la ONCCA”, según
informó un despacho de Urgente 24.
Francamente, no se entiende nada esta postura de conflicto
sin fin que persiste la administración KK pues parece como si no escarmentaron
el batacazo sufrido por la resolución 125. Seguramente, observando esta
actitud, quienes conociendo el paño alertaron sobre ese proceder, muy proclive
más a la venganza que a la contrición reflexiva, hayan acertado de plano.
Y lo verdaderamente tragicómico de esto es que, la gran
mayoría de la gente, está más que harta de las constantes y sonantes peleas del
gobierno contra el resto del mundo y particularmente con la realidad cotidiana,
angustiada sobremanera ante la inminencia de un futuro aciago si persiste esta
actitud rayana con la demencia.
Fernando Paolella