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CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA

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X-MEN: WOLVERINE
X-MEN: WOLVERINE

Ficha Técnica

Ficha Técnica:

Título original: X - Men Wolverine
Título para Latinoamérica: X- MEN: Origen de la vida
Director: Gavin Hood
Guión: David Benioff y Skip Woods
Género: Acción, Ciencia-Ficción.
Reparto: Hugh Jackman (Logan/Wolverine), Liev Schreiber (Víctor Creed/Dientes de Sable), Danny Huston (William Stryker), Dominic Monaghan (Chris Bradley), Ryan Reynolds (Wade Wilson/Masacre), Taylor Kitsch (Remy Le Beau/Gambito), William (Wraith), Lynn Collins (Kayla), Daniel Henney (David North/Agente Zero), Kevin Durand (Frederick J. Dukes/La Mole)
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Donal McAlpine
Distribuidora: 20th Century Fox
Duración: 1 Hr. 47 mts.
País: EE.UU.
Año: 2009

    X – Men Wolverine es una película comercial. Con todo lo que ello presupone: un disparador de otros productos y desprendimientos, a consecuencia de su marketing agresivo y continuo. Un negocio de la industria cinematográfica moderna.
    La película tuvo dos secuelas, X2 (2003), y X-Men: The Last Stand (2006) y una precuela: X-Men Origins: Wolverine (2009). Siguiendo los eventos de X-Men, X-Men Origins: Wolverine —escrita por David Benioff, The Kite Runner y Troya— cuenta la historia del pasado violento y romántico de Logan, así como su compleja relación con Victor Creed (Dientes de Sable), y el omnipotente programa de Arma-X. Por el camino, encontrará a muchos mutantes, algunos familiares y otros nuevos. Con manifestaciones sorpresas, de personajes míticos del universo. En el final de la trama, Wolverine se va a Canadá para encontrar “sus orígenes”, pero con la promesa que volverá.
    El principio de la saga, se remonta al año 2000. La traducción aproximada al castellano de “X – Men”, es: “desambiguación o hibridación”. Y nada más cercano a esta pila baustimal, para tipificarla como un producto audiovisual también híbrido e insípido. Salvo, claro está, para los acólitos de esta estética de ciencia-ficción, que “todo le viene bien”, mientras redunden los efectos especiales, ruidos, y más ruidos.
    Clásicamente, las producciones de Marvel Comics se han mantenido fiel a postulados con estructuras convencionales: inicio, desarrollo y desenlace. La lectura —el entramado de la historia en este film— dio un vuelco decisivo hacia la “dispersión visual manifiesta”. Siendo testigos del inicio de la disociación historia-guión, como valor agregado. En otras palabras, no hay claridad y comprensión en el relato. El espectador no conceptualiza. La dispersión en pantalla motoriza la pérdida de indagación visual. Este es un nuevo modelo de cine que propone los estudios Marvel, para los superhéroes mutantes. Material heterodoxo desde su concepción, hasta la conclusión del relato.
    Logan/Wolverine, el líder de su tribu, no tiene problemas existenciales. No hurga en sus orígenes, relegando los interrogantes, y menos sobre su ética mutante. Solo parece conmoverlo, los asuntos pendiente con su hermano y el destino de su amada. Mas allá de estos tópicos, la hibridez y heterodoxia de su conducta se cerca más a la de un androide que a un ser racional.
    La construcción del verosímil no resulta muy convincente. La fragilidad de la historia cae por su propio peso. Solo en algunos pasajes, la emoción y la dinámica, asalta a la pantalla; sacándola a flote de aguas mediocres. La mediocridad, es la incapacidad de construir ideales, y ese es el lado vulnerable en la película.
    No hay profundidad dialógica, como tampoco imágenes generadoras de relatos colaterales. Sin fuerza catafórica, no se crea emoción, y sin remates anafóricos, no se los refuerza y pierde el sentido. Con ese determinismo que pesa en el guión, el futuro de sus pretensiones es inexorable.
    Sin dudas, la actuación de Logan (Hugh Jackman), redime a la película de su ostracismo. La suficiencia demostrada no sólo en el género de ciencia-ficción, sino en el campo de la dramaturgia, condensa una labor muy dúctil y maleable por cierto.
    En fin, desde los orígenes de la crítica, fundada en la exploración cuasi insondable de la eficacia y eficiencia fílmica y su conceptualización, sentenciamos una vez más: la yuxtaposición de magnos efectos especiales, carente de una mediación histórica que lo sustente, es sólo un producto comercial con fecha de vencimiento.

 

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 3 Tribunas.
Puntaje actor protagónico: Hugh Jackman (Logan/Wolverine) 4 Tribunas

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima

 

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