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Hermanos

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CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA
CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA

Ficha técnica

 

Título para Latinoamérica: Hermanos

Título original: Brothers

Dirección: Jim Sheridan

Guión: David Benioff

Género: Drama, Thriller, Bélico   – Solo apta mayores de 13 años.

Reparto: Jake Gyllenhaal, Natalie Portman, Tobey Maguire, Clifton Collins Jr., Bailee Madison, Sam Shepard, Mare Winningham, Taylor Geare, Patrick Flueger, Carey Mulligan, Omid Abtahi, Navid Negahban, Ethan Suplee, Arron Shiver, Ray Prewitt, Rebekah Wiggins, Carrie Fleming, Jenny Wade, Sheila Ivy Traister, Chad Brummett, Jason E. Hill, Kevin Wiggins, Yousuf Azami, James D. Dever, Kevin Adkins, Johnnie Hector, Jeremiah Bitsui, etc.

Web: www.brothers-hermanos.es

Fotografía: Frederick Elmes – Música: Thomas Newman / Children of 13

Producción: Ryan Kavanaugh, Scott Fischer, Tucker Tooley, Zach Schiff-Abrams - País: EE.UU.  -  Año: 2009   - Duración: 110 mts.– Montaje: Jay Cassidy - Estreno Argentina: 2010

Hermanos  es una remake de la homónima de Susanne Bier (2004). Pero esta vez los personajes con oficios disímiles e internacionalistas, condensan escenas bélicas y como fin utilitarista, el tan ansiado y esquivo amor. Pero todos los rodeos llevan a un final abierto.

La historia en sí: Tommy Canhill (Jake Gyllenhaal), un carismático buscavidas —ex presidiario— sale de su encierro, y visita a su hermano Sam Cahill (Tobey Maguire); un capitán de la marina americana. Al poco tiempo, el militar es transferido en misión a Afganistán. Capturado por una célula Talibán, es torturado y quebrado en su voluntad y moral, obligado a realizar actos ominosos, contra un compatriota. Mientras dicha Odisea se perpetraba allende los mares, en su casa marital, su  bellísima mujer Grace —Natalie Portman— sintiéndose sola coquetea súbitamente con Tommy. Hay una corriente empática manifiesta, y el triángulo amoroso, queda expuesto en la pantalla.

Si bien dicho triángulo no se solidifica —por adultez de ambos— la realación se proyecta hacia futuro (incierto). Pero más temprano que tarde, el intrépido marine regresa a su querido hogar, dulce hogar. Intuye que algo no funciona como antes, y la tensión en la pareja iniciática golpea tan fuerte, tipificando esas conductas como disfuncionales. Pero lo que subyace en el relato y que conforma la idea medular es “la posguerra” y el psiquismo de los protagonistas. Nos referimos al “estrés post-traumático” y sus consecuencia inmediatas. Contrario sensu, la trama hubiera caído en saco roto, en clisé contumaz. El melodrama estrecha filas, y motiva, justamente por el conflicto psicológico del marine.

De tal manera, proponemos otra lectura de la historia. No lineal y a primera vista, sino hurgando un poco en la profundidad del texto que nos sorprende por este enclave. Qué pasa por la cabeza de la víctima primaria (Sam), y por el otro, la respuesta de la víctima secundaria (Grace). Por tanto, no comulgamos con la idea de un melodrama griego, que muestra al “Ulises americano” regresando a su hogar e intentando reconquistar a su amada, rodeada de insinuantes propuestas amorosas. La conformación del psiquismo de Sam es propiciatorio en la trama y disparador del final incierto. En esta dinámica va nuestra propuesta y nuestro aserto.

No deja de sorprendernos, conceptualmente, que en toda la historia de Hollywood (signada por directores conservadores y hasta progresistas), nunca se discute la idea matriz: la fundamentación de la guerra, el acto bélico en así, de suprimir al otro, no importando la legitimación del acto. El soldado y su causa, como idea fuerza, es sacro, nunca profano. El combatiente para todo el gran país del norte, es cuestión de Estado. Su héroe que genera tradición, valores  y ciudadanía. Toda una definición en sí. Nos referimos a la “teoría reproductiva” educativa y social, del francés Pierre Bordieu.

Otro viraje en la estética del film, es la relación del padre con sus hijos. Excelente con el militar, y muy mala con el ex convicto Tommy, la oveja negra de la familia. Espera que sea como el hijo pródigo del evangelio. Su conversión y los reproches están a la orden del día. Al cabo que Sam, el hijo en teoría ideal, que sigue los pasos de su progenitor, ahora envuelto en una psicosis post-traumática, pone en vilo a toda la familia con sus reacciones y componentes paranoicos.

Pese a esa precarga ideológica, el director  Jim Sheridan, se las ingenia, para plasmar un guión con pocas fisuras. Aunque la historia no termina de convencer del todo. Se quedó en ese camino. Del triángulo amoroso, con más punch y tensión (imagen y diálogos), o de  entrar por el desarrollo del psiquismo post-traumático y el derrumbe de la racionalidad. En cuanto a los trabajos y roles actorales, es muy pobre.  Tommy Cahill (Jake Gyllenhaal), laureado en Secretos de la Montaña, ahora como el hermano mayor, en un papel poco jugado, cumple, sólo eso. En tanto Sam Cahill (Tobey Maguire), cuesta “despegarlo” del joven Spiderman (Hombre Araña). Nos quedamos con este último, dándole crédito a futuro. Los 15 minutos iniciales, a los que llamamos “los minutos dorados del cine” – en donde se conceptualiza historia-guión-y personajes-, su perfil bajo no convence. Pero al avanzar el rodaje, tomó un compromiso real con el personaje.  Basculando entre su histrionismo habitual (por sus gestos), y la claudicación del sensóreo: la locura. Así lo legitimamos. Apostamos a su futuro, y su divorcio a la máscara de héroe arácnido. No es un demérito, sólo un cambio de actitud ante lo nuevo. Tendrá que tenerlo en cuenta.

Nos detenemos en la filmación. Las escenas bélicas son de alto impacto visual-estético. Cuando el helicóptero Black Hawk (en el que viaja el Cap. Cahill), es derribado, y  atrapado por los talibanes, en las inhóspitas montañas de Parir, Sam incia su itinerario de prisionero. Sumido en una gran depresión, soporta las torturas pero a un gran precio posterior (causante del quebranto psíquico).

Sam, volviendo a su casa, en busca del amor de su vida, y el calor de sus hijas. Sam, no ha muerto, y prepara “la operación regreso”.


Tobey Maguire (izq.) Personificando a un Marine Americano. Su trabajo fue inscresciendo a niveles altos de suficiencia. Un crédito a futuro para el.

Toda guerra tiene su fin, y en cine de igual forma. Pero a diferencia de la primera, en cine el final de este relato es abierto. Lo pone el espectador. Como quiera que Ud. lo desee, piense en el determinismo ideológico, de un país, sobre sus Fuerzas Armadas, y la libertad de sus habitantes. En definitiva, control moral sobre sus ciudadanos e instituciones.

 

                 Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 4Tribunas.
Puntaje actor protagónico: Tobey Maguire  5 Tribunas 


Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima

 

3 comentarios Dejá tu comentario

  1. No me gustan las pelis de guerra en general. No es el género que más me agrada. Pero esta, si que me emocionó mucho. Terribles las escenas de torturas. Tiene que mostrarlas el cine? es legítimo? mariel

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