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Jorge Ariel Rivero, el abogado del diablo

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EL INCREÍBLE CASO "SWISS MEDICAL"
EL INCREÍBLE CASO “SWISS MEDICAL”

“El interés es la medida de las acciones”, dice una máxima jurídica.

 

Esto significa que, si alguien tiene alguna intención, pues debe actuar en función de la misma, ya que lo que motiva el movimiento es precisamente el interés en que algo suceda o sea de determinada forma.

En el mundo forense se supone que quien radica un pleito respecto de otro u otros, lo hace con una pretensión cierta, concreta y con una determinada extensión respecto de su adversario. Esa pretensión implica intereses contrapuestos entre los contendientes, de forma tal que la actora persigue un objetivo, y los demandados, en un pie de igualdad entre sí buscan —con una defensa que puede tener varias aristas dependiendo de quien la esboce— un interés general compartido: que se rechace la pretensión de la actora.

Hecho este introito en torno a que el “interés es aquello por lo cual la razón se hace práctica”, cabe hacer un paréntesis para aludir a la amistad como regla hermenéutica, y en este orden de ideas decimos a manera de ensayo que “el amigo de mi amigo es mi amigo”; “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” y “el amigo de mi enemigo es mi enemigo”.

Esta vieja receta mnemotécnica que nos facilitaba en la época del colegio resolver las multiplicaciones de cifras con signos positivo y negativo (+ x + = +; — x — = +; + x — = —) y que hoy resulta más aplicada por políticos que por estudiantes, aunque seguramente utilizando más factores, entre los que habrá que adicionar el signo $, debería ser utilizada también en las contiendas judiciales.

Así, exceptuando los casos en que los codemandados posean distintos intereses entre sí, ellos deberían considerar que los restantes codemandados son sus amigos y que el amigo del actor, o quien lo beneficia, es su enemigo.

Si bien esta es una obviedad que conoce hasta un niño, hay abogados inescrupulosos que ignoran estas recetas, y llevan a cabo una práctica aberrante y contraria a la ética que consiste en entregar los intereses de su cliente a la parte contraria.

Por ello, resulta inicialmente inexplicable que en un más que importante juicio por más de $ 27.000.000 (pesos veintisiete millones), con accesorios que se computan desde el 30 de noviembre de 2007 aaltas tasas de interés, el abogado de un codemandado perjudique la prueba de otro codemandado, beneficiando a la parte actora y perjudicando, no sólo al codemandado afectado, sino a su propio cliente.

Se trata, en el caso, de la causa Nº 40.694/2007, caratulada "Corti Maderna de Fernández Cronembold, Catalina c/ Swiss Medical S.A. s/daños y perjuicios — resp. prof. medicos y aux", que tramita ante el Juzgado Nacional de primera Instancia en lo Civil Nº 58, en la que se reclama la suma indicada a la demandada (Swiss Medical S.A.) y otros profesionales intervinientes en el parto de la hija de la actora, que habría sufrido parálisis cerebral, penosa cuestión sobre la que no nos extenderemos dado que resulta ajena al tema tratado.

Se supone entonces que los demandados (la empresa mencionada, su aseguradora, el obstetra, la obstétrica, etc.) poseen un interés común en que la demanda no prospere y que la prueba que produzca cada uno de ellos contra el andamiento del reclamo redunde en beneficio de los demás.

En esa inteligencia, ¿cuál puede ser el interés del abogado Jorge Ariel Rivero (Abogado matriculado ante el C.P.A.C.F Tomo 62 Folio 335), apoderado de la citada en garantía SMG Compañía de Seguros S.A. en entorpecer la producción de la prueba testimonial ofrecida por la obstétrica, tendiente a demostrar la correcta actuación de la misma y al consecuente rechazo de la demanda, en beneficio de su propio cliente que incluye también a su asegurada Swiss Medical S.A?

Realmente resulta inentendible que otro codemandado y no la parte actora, única parte que se ve beneficiada, haya dado lugar a que no se produzca dicha prueba, resultando todo un interrogante el propósito perseguido por Rivero al perjudicar así a todos los demandados, accionar que dudosamente sea conocido por su propio cliente. ¿Velado intento de beneficiar a la actora? ¿Torpeza profesional?

Sólo el Dr. Rivero tiene la respuesta, aunque volviendo al principio, es claro que el amigo de mi enemigo...

 

Concluyendo

 

Hoy día deben extremarse los recaudos para todo, pero también deben evaluarse minuciosamente los perfiles de los profesionales que deben asistir a determinada empresa en un juicio, para evitar tener una experiencia tan lapidaria como la que refleja este artículo respecto del abogado sindicado.

Es sumamente recomendable que juicios de semejante envergadura sean auditados. De esta manera se evitaría la acción de abogados carroñeros de la talla de Rivero.

No es poco…

 

Carlos Forte

 
 

6 comentarios Dejá tu comentario

  1. Confirmo lo que la nota dice por ser abogado de una de las codemandadas de este juicio multimillonario. Este abogado efectivamente perjudico con un planteo la prueba de un codemandado beneficiando a la parte actora, es decir, en contra de los intereses de su propio cliente SMG y SWISS MEDICAL GROUP. La mejor recomendacion seria el cambio de abogado y una auditoria de todos los temas en que este sujeto RIVERO intervenga. Tal vez corresponda denunciarlo ante el Tribunal de Etica del Colegio Publico de Abogados de la Capaital Federal.

  2. Antes que nada suena risueño que para dejar un comentario te adviertan que éste no puede ser ni injurioso ni insultante, cuando semejante artículo comentado sí lo es. DEsconozco el caso y el pleito, pero soy abogada y lo que seguro sé es que nuestra labor lejos está alcanzada por la infima y minimalista opinion de un profesional del periodismo que no entiende nada de procedimientos. Zapatero a tu zapato...y el que no...que cargue con las consecuencias..como todos los adultos responsables...que lastima dan los medios de comunicación ultimamente! pero gracias a ellos, tenemos más trabajo legal!

  3. NO ENTIENDO MUCHO DEL TEMA PERO ESTOY PADECIENDO A SWISS MEDICAL PORQUE DESCUBRI QUE ENVIABAN ENFERMERAS TRUCHAS Y EMPRESAS SIN HABILITACION Y UNO DE LOS ABOGADOS plater duglas eduardo junto con raphanelli SALIERON EN LUGAR DE MEDIAR Y CORREGIR HORRORES A DENUNCIAR A LA FAMILIA SE EQUIVOCARON MAL LO CUAL POR SUPUESTO ME DEJAN SIN SERVICIO PARA HACERME CALLAR Y YO LES DOY LAS GRACIAS PORQUE COMO ME LA SIGUIERON HOY TIENEN UNA DENUNCIA PENAL CREO QUE TODOS DEBERIAN RENUNCIAR YA QUE EL CONCEPTO DE MANDEMOSLE CARTA DOCUMETO PARA ASUSTARLOS HOY DIA NO VA MAS Y PERJUDICAN A LA SWISS MEDICAL PORQUE AHORA HASTA VIOLARON UNA MEDIDA CAUTELAR DEBERIAN TENER MAS CUIDADO Y TRABAJAR PARA BRINDAR SERVICIO DE EXCELENCIA COMO DECIAN

  4. Soy la parte actora en dicho juicio y ni siquiera se quien es el abogado del que hablan. Con lo cual si hubo un error de dicho abogado que no conozco debe haber sido por mera inoperancia.

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