Cuando
María Elena Walsh escribió su canción "El Mundo del Revés" en la
que cuenta que allí "nada el pájaro y vuela el pez"; seguramente no
imaginó que se quedaría corta en su creativa imaginación, frente a la
realidad increíble que hoy vivimos en esta Argentina que es, sin dudas, el
Imperio del Revés. En este
escenario demencial, fruto de la anarquía tolerada, defendida y promovida por
la pareja presidencial, aplaudida por el coro de montoneros devenidos en
diputados sin partido y explicada elocuentemente por el dúo cómico-verbal
"Los Fernández", todo se ha vuelto patas para arriba, como en el
Reino del Revés.
En este Reino que es hoy la Argentina, los delincuentes
atacan las comisarías, los revoltosos son recibidos en la Casa de Gobierno, los
holgazanes son retribuidos con salarios, aguinaldo y vacaciones, los ladrones
son devueltos a la calle y los policías son encarcelados o, en el mejor de los
casos, despedidos por el horrible delito de portar armas; y se llama
"trabajadoras sexuales" a las que el diccionario define como
"putas", que ya ni siquiera son eso, sino varones disfrazados de
mujer, que deciden cuándo puede reunirse el Concejo Deliberante para tratar las
leyes que se aplican en el Reino.
Pronto se llamará "artesanos de la ganzúa" a los
chorros y "operarios de la muerte" a los asesinos, habida cuenta que
los que toman y ocupan empresas, negocios, casinos y hasta hospitales son
"miembros de la protesta" que no merecen ser
"criminalizados", "reprimidos" ni juzgados (lo que tampoco
ocurrirá ya que los jueces están sumamente ocupados tratando de descubrir
sucesos ocurridos en la década del '70´, en investigar a fondo el asesinato de
Solís y en esclarecer el fusilamiento de Dorrego).
Mientras tanto, y complementando el despido del Jefe de Policía
por el empleo de agentes con armas, se estudia la creación de un cuerpo de
bomberos sin mangueras, un Correo Estatal sin buzones y una Flota Mercante sin
barcos.
¡Que
Dios nos ampare!
Héctor
Miño
hectorminio@ciudad.com.ar