La Cámara Nacional Electoral fijó el 17 de agosto como fecha límite para presentar las listas de candidatos de cara a las elecciones legislativas de este 2025, las cuales, luego del anuncio del gobernador bonaerense Axel Kicillof de desdoblar las elecciones, impulsaron a Cristina Kirchner a presentarse como candidata a diputada.
Sin embargo, por estas horas, el expediente de la causa Vialidad, por el que la expresidenta está condenada, fue enviado por la Corte Suprema de Justicia a la Procuración General de la Nación.
Los tiempos se aceleran y la Corte podría expedir una sentencia antes del límite de cierre y presentación de listas, lo que en ese caso dejaría fuera de juego a la presidenta del Partido Justicialista de las elecciones de medio término.
Es más que obvio que la Corte terminará por convalidar la sentencia de las dos primeras instancias, quizá con algunos cambios, como los años de pena de prisión, pero CFK será indudablemente condenada.
Ello se desprende del análisis del propio expediente, que rebasa de pruebas contra la ex presidenta… a pesar de que los propios sostienen que se una perseguida política. Nada más alejado de la realidad.
El procurador general, Eduardo Casal, deberá revisar y analizar si corresponde sumar a los seis años de prisión que se pide en esta causa por asociación ilícita, otros seis años extra en concepto de administración fraudulenta.
Pero además de ello, Cristina Kirchner quedaría, desde el instante en que se lea la sentencia de parte del máximo tribunal penal, inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos y, por ende, no podría candidatearse para ejercer como diputada.
Kicillof por estas horas está especulando. Sabe que una derrota judicial contra la ex mandataria significaría una victoria política para él. Sobre todo porque en terreno bonaerense sería la figura más importante del peronismo con su ex mentora fuera de la escena.
Tal como viene contando Tribuna de Periodistas, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires busca parir una nueva corriente peronista que lo tenga como figura central. Una especie de Kicillofismo, lejos, lo más lejos posible, del sello kirchnerista.
Sin embargo debe tener cuidado, porque aunque Cristina termine condenada –y quede inhabilitada para ejercer cargos públicos-, tendrá bajo su manto el manejo de las decisiones de una buena parte del peronismo provincial, sobre todo de La Cámpora, que ocupa un considerable terreno en la Legislatura bonaerense.
Ello en todo caso puede afectar al ex ministro de Economía durante los dos próximos años de gestión al frente de la gobernación. Aunque Kicillof piense un poquito más allá en el tiempo.
Como viene publicando Tribuna de Periodistas, su sueño es ser presidente, y con Cristina fuera de la escena política siente que le será mucho más sencillo ser el representante del peronismo en las elecciones generales del 2027.
Se insiste, CFK seguirá teniendo una sustancial cuota de influencia, pero parte del espacio se romperá y muchos buscarán despegarse de la corrupción kirchnerista, lo que le dará la posibilidad a Kicillof de sumar voluntades y transformarse en el próximo candidato presidencial del peronismo. Esta vez ya no por el kirchnerismo, sino por el kicillofismo.
Solo resta esperar. Ver qué pasa y, quizá, si la justicia resuelve en tiempo y forma, Cristina no podrá ser candidata ni obtener fueros parlamentarios.

Secretario de Redacción