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La denuncia de Malena Galmarini pasó a manos del juez que metió preso a Boudou (por una presentación mía)

Elijo creer.

Esta semana, ocurrieron dos hechos de enorme relevancia en torno al expediente que me investiga junto a un grupo de tuiteros e influencers por supuestas amenazas contra Sergio Massa.

El primero de ellos fue la defección de la jueza María Romilda Servini, quien decidió inhibirse de seguir adelante con la investigación, luego de haber avanzado de manera arbitraria y feroz contra algunos de los denunciados.

El segundo hecho de relevancia fue que la causa pasó a manos del juez Ariel Lijo, el mismo que llevó a Amado Boudou tras las rejas tras una denuncia que le hice en el año 2012 por enriquecimiento ilícito.

Ciertamente, no se trata de ningún magistrado independiente. No obstante, su trabajo es bastante más prolijo que el de Servini, siempre afecta a operar en favor de los intereses de los referentes peronistas.

Baste recordar que fue puesta en su cargo por Carlos Menem a efectos de zafar a su familia política, los Yoma, en una causa por narcotráfico que se inició en el año 1991.

Como sea, Lijo puede ahora dar todo un ejemplo, investigando de manera independiente la disparatada presentación iniciada por la esposa de Massa, Malena Galmarini.

Tal vez, incluso, Lijo a lo mejor logre contagiar a su par Marcelo Martínez de Giorgi, quien tiene “frizada” la denuncia que le hice al malogrado ministro de Economía por enriquecimiento ilícito en agosto de 2022. Elijo creer.

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Director periodístico: Christian Sanz © Tribuna de Periodistas. Todos los derechos reservados
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