UN CONCEPTO UN POCO MAS COMPLEJO
El presidente de la Nación, Mauricio Macri, en el 2015 llegó a la presidencia, ganando con menos del 3%, aunque solo se quedó con una parte del poder ya que su frente tenía la minoría en el Congreso.
Ese 3% de diferencia que dejo al Frente Para la Victoria afuera, para el peronismo resulta ser un empate, lo que genera cierta expectativa para ese sector.
En definitiva, el frente Cambiemos, necesita activar proyectos que satisfagan al pueblo para generar una mayor sumatoria de votos y ganar con una diferencia notable para poder decir que se derrotó al peronismo y que comenzó una nueva etapa política y un nuevo gobierno en nuestro país.
En este mismo contexto, es más que necesario para el oficialismo que Esteban Bullrich gane la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las provincias por así decirlo y como ya mencione antes, con un valor suficientemente mayor para que no se hable de un empate hegemónico.
Si bien muchas personas prefieren el cambio, muchas otras siguen arraigadas al peronismo y no le va a ser fácil al PRO ganar las elecciones en octubre, como tampoco va a ser confortable para el anterior gobierno.
Se podría decir que la elección de octubre va a estar muy peleada y que, hablando en grandes rasgos, la decisión del pueblo Argentino se encuentra en un “50-50”.
Aunque gracias a las PASO se puede decir que el oficialismo ganó más lugar en todo el país, la provincia de Buenos Aires se encuentra en una disputa por ver quién sale victorioso, por lo que Cambiemos para ganar debería mostrar un cambio arduo.
Vale destacar que obviamente el cambio no se puede hacer de un día para el otro, y que cada proceso puede llevar meses e incluso años, y que cada candidato deberá esforzarse al máximo para poder recaudar una suma respetable de votos.
No se puede apresurar una victoria aun, más allá de los resultados de las primarias de este mes, los resultados de las elecciones legislativas de octubre podrían se contradictorios.
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