EN PRIMERA PERSONA
Hace cinco años, cuando hice pública mi idea de escribir mi libro sobre Susana Trimarco, no imaginé que tendría la acogida que llegó a ostentar.
Jamás logré dimensionar del todo el interés que iba a provocar esa obra y, de hecho, aún hoy me pregunto qué es lo que lo hace tan interesante.
¿Será que a la gente le importa lo que le ocurrió a Marita Verón? ¿O gustan de hurgar en las miserias de la propia Trimarco?
Sea lo que fuere, la curiosidad estaba allí, y me llegaba a través de cientos y cientos de mensajes, por Twitter, Facebook —los comentarios pueden verse porque han sido mayormente públicos—, el siempre vigente correo electrónico y otras redes sociales.
En abril terminé de escribir mi obra y empezó el proceso posterior, el que siempre genera más nerviosismo y expectativa: el ingreso a la imprenta y consecuente distribución. Lleva un tiempo razonable y uno debe guardarse la ansiedad en el bolsillo.
Llegó junio y empecé a hacer lo que hago siempre, ir a las librerías a ver si mi libro ya estaba a la venta. Suelo hacerlo en Yenny, donde las primicias llegan antes que a otros locales de la competencia. Aún no aparecía, y yo empecé a ponerme fastidioso.
Al mismo tiempo, empezaron a llegarme docenas y docenas de mensajes de todo el país de personas que me decían que no podían encontrar mi investigación.
Frente a ello, contacté a la distribuidora y le comenté la situación. La respuesta me dejó helado: Yenny rechazó la venta de mi libro, argumentando que tenían “poco espacio” y privilegiaban otros títulos.
¿Debo creer esa excusa, siendo que jamás tuve problema alguno con mis anteriores ocho libros? ¿Cómo es posible que no quieran vender una obra que, me consta, cientos de personas están buscando comprar en este preciso momento?
No voy a ser conspirativo ni me voy a victimizar, pero ciertamente es suspicaz la situación. Está claro que Yenny tiene todo el derecho del mundo a vender o no lo que le plazca, pero —insisto— no se entiende por qué lo harían en este caso.
Como sea, no pienso enojarme. Solo decirles a aquellos que insistan en querer comprarlo, que pueden hacerlo en otras librerías, principalmente Cúspide, Galerna y Librerías Santa Fé.
También pueden adquirirlo a través de Amazon, tanto en versión papel (acá, a $250) como en versión digital (acá, en Amazon y acá, en Bajalibros a $150). Incluso pueden hacerlo a través de Mercado Libre acá.
Gracias por el aguante, como siempre…
Autor:

Director periodístico