El presidente Javier Milei está en un momento clave de su gestión. Ya no se escucha el eco de “hay que darle tiempo”, como sí sucedió al principio de su gestión… y el hartazgo comienza a sentirse.
Hoy sus seguidores se dividen en los adeptos a la secta mileista, que son capaces de festejar la deuda tomada por el Gobierno al FMI y aquellos que descreen en la política tradicional, pero no sin objetar puntuales polémicas que rodean al Gobierno nacional.
Parece que el proceso de desencanto comenzó a acelerarse en el último tiempo, ello quizá relacionado al escándalo con la cripto $LIBRA, la aparición de la valijera Laura Belén Arrieta, el acuerdo con el Fondo, las designaciones (fallidas) de jueces a la Corte por decreto, y otras cuestiones que hacen a la política del día a día.
A ello cabe sumarle el aceleramiento de la inflación del mes de marzo, sobre todo porque este es un Gobierno basó su campaña y sus políticas en la recuperación de la economía argentina, ese es el fuerte de todos las administraciones, pero con mayor razón de esta.
La salida del cepo con una circular mal escrita –y por ende mal interpretada por aquellos que la leían- demostró además los problemas de comunicación que tiene el Gobierno. Pero también entreabrió un nuevo escándalo.
Se trata de la venta de 400 millones de dólares por parte del Banco Central el pasado viernes, justo antes de que el Gobierno anunciara la fluctuación del valor del dólar. En política se dice que no existen casualidades. Ahora lo que debe saberse es quién o quiénes compraron dólares el viernes antes de la devaluación, y si tenían un dato privilegiado aportado por la propia Casa Rosada.
Otra de las premisas que complican al Gobierno tiene que ver con la pauta publicitaria. Vale recordar que Milei decretó el fin de la pauta, algo que incluso prorrogó a fines del año pasado por un año más.
No obstante, investigaciones periodísticas revelaron que hay una serie de cajas que el Gobierno utiliza para entregar dinero a los medios. YPF es la más importante, pero se destacan otras como Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino, AYSA y hasta el Banco Nación.
De hecho es por eso que el radicalismo de Martín Lousteau y Facundo Manes hizo un pedido de informe. El mismo fue presentado por el diputado Pablo Juliano, de Democracia para Siempre, y busca saber diversos puntos relacionados a la pauta publicitaria principalmente de YPF y Aerolíneas Argentinas.
¿Responderá el Gobierno teniendo en cuenta que el Ministerio de Salud y las empresas publicas son las que hacen caso omiso a los pedidos de informe? En el caso de las firmas estatales, solo se respondieron a la mitad de las solicitudes.
Es un tema con el que la oposición va a buscar machacar al Gobierno Nacional, teniendo en cuenta que ya la comisión investigadora por el caso $libra se conformó con cierta paridad en ventaja al Gobierno Nacional.
A todo esto, desde la administración Milei leyeron los resultados de las elecciones legislativas de Santa Fe con un poco de amargura. La Libertad Avanza quedó en cuarto lugar en ese terruño, lo que demuestra, una vez más, la ineptitud de Karina Milei a la hora de hacerse cargo de las decisiones políticas del Gobierno.
La lista fue propuesta –y aprobada- por la hermana del presidente, y a la derrota en la Legislatura santafesina se la endilgaron a la secretaria General de Presidencia.
En fin, hoy Milei busca consolidar la imagen que supo ostentar a fines del 2023, cuando ganó las elecciones presidenciales con el 55% de los votos. Pero todo indica que le será difícil, por no decir imposible.

Secretario de Redacción