UNA MOVILIZACIÓN BASADA EN LA POLÍTICA
Ayer, mientras más de 200 mil personas se reunían en el Centro de la Ciudad, el presidente, Mauricio Macri, siguió su agenda tal cual como tenía planeado y completamente despreocupado por lo que pasaba en la marcha de Camioneros.
El mismo Macri, en el año 2012, había advertido que una protesta muy similar a la que ocurría ayer, era “un llamado de atención” para la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, el presidente decidió hacer caso omiso a la marcha y sobre todo a las palabras de Hugo Moyano y sus sequitos.
El Jefe de Estado decidió no reunirse con su Gabinete para analizar como seguir y tal parece, no tomó a la movilización como una llamada de atención, mientras los discursos de los dirigentes comenzaban, Macri se encontraba en la provincia de Entre Ríos.
El líder PRO visitó La Criolla, un pequeño municipio del departamento de Concordia, ahí mismo lo llevaron a conocer a Anni Resschuch, dueña de “Suessigkeiten”, un emprendimiento dedicado a la elaboración de mermeladas artesanales, productos en almíbar y panificados.
Macri había mencionado que “es el día correcto” luego de asegurar que era la décima vez que visitaba la provincia, ya que el gobernador provincial peronista, Gustavo Bordet, celebraba su cumpleaños número 56.
Por la mañana, el primer mandatario argentino había encabezado un acto junto al gobernador entrerriano, donde también participaron el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el de Agroindustria, Luis Etchevehere, el secretario general de la presidencia, Fernando de Andreis, y el intendente local, Enrique Cresto.
Por la tarde, cerca de las 15:30 horas, mientras la movilización de Camioneros finalizaba con las palabras del líder Hugo Moyano, Macri volvía hacia la Quinta de Olivos para recibir a varios integrantes de su gabinete de ministros y probablemente analizar si continuaban con su línea discursiva de ningunear la masiva protesta opositora.
Mientras el presidente cumplía a rajatabla su agenda organizada para el día de ayer, desde el centro del escenario montado en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Belgrano, el líder Camionero enarboló un duro discurso con el que apuntó de lleno al Gobierno Nacional y su modelo gubernamental.
“Al presidente le quiero decir, como dijo un nobel mexicano (por Octavio Paz), que ‘toda victoria es relativa, toda derrota es transitoria’, por eso sepamos preparémonos cuando llegue el momento de expresar la voluntad democrática y sepamos elegir en elecciones”, mencionó Moyano en el cierre de su discurso denotando la necesidad de una derrota de Cambiemos en las presidenciales del año próximo, además agregó: “Porque los gorilas no pueden estar más en la conducción del país”.
“no estoy implicado en una causa por corrupción por ahora” dijo el ex titular de la Confederación General de Trabajo (CGT). ¿Por ahora?, suena casi como una autoincriminación.
También mencionó: “Estuve tres veces en cana, dos en la dictadura militar cuando estos señores estaban debajo de la cama. Y después me hicieron la joda de la droga. No me cagué nunca. Siempre puse las que había que poner. Y si hay un problema, voy a poner las que tengo que poner”.
Se trata de un mensaje directo para los funcionarios que aseguraron que con el acto, Moyano buscaba meter presión a los jueces que actualmente se encuentran investigándolo a él y a su familia.
Con énfasis, el representante gremial dijo: “les dijo a estos señores y les ratifico a los trabajadores: no tengo miedo de ir preso, estoy dispuesto a ir preso si la Justicia cree que tengo que ir. No tengo miedo que me maten, estoy dispuesto a dar la vida por los trabajadores”.
Por su parte, el único triunviro de la CGT que asistió a la movilización, fue Juan Carlos Schmid, quien fue el primero en tomar la palabra, aseguró que “a mitad de enero hubo un encuentro donde una importante cantidad de sindicatos firmaron un documento que dio lugar a esta convocatoria. Las consideraciones de aquel documento decían que lo único que ha logrado este gobierno en estos dos años es hacerles perder el poder adquisitivo a los trabajadores y jubilados, condonar y blanquear la deuda de los evasores, rebajar el sueldo de las prestaciones sociales y de la seguridad social, llenar las góndolas argentinas con productos importados, atentando contra nuestro trabajo, endeudar el país de manera inaudita, y hacer cada vez más ricos a los ricos y cada vez más pobres a los pobres”.
El titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, no quiso quedarse atrás a la hora de dar un discurso político en contra del oficialismo de turno: “Violencia es haberle robado a los jubilados en el Congreso cuando votaron la ley previsional, es querer una nueva ley laboral que nos quita derechos, cuando eliminan impuestos a los ricos y lo siguen cargando a los trabajadores, cuando un gobierno quiere poner un techo a las paritarias, cuando se atacan a las organizaciones sindicales con el objeto de lograr el silencio de la clase trabajadores. No le tenemos miedo”.
Palazzo también agregó: “Le decimos al presidente Macri basta de ajuste, basta de seguir extorsionando a la clase trabajadora, dedíquese a gobernar para todos los argentinos y no a su clase que es la empresaria que se lleva toda la renta”.
Como se puede observar, la oposición busca derrocar al oficialismo y está dispuesta a pagar cualquier precio para conseguirlo, sin embargo, el presidente, le da poca importancia, lo que más adelante tendrá repercusiones, aunque aún no se sabe es si van a ser buenas o malas.
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