Muchas personas lo dicen, pero a todas las ningunean. Son las “mabeles” para los mileistas. “Los viejos meados”. Aquellos que, según sostienen los inflexibles seguidores oficialistas, se quejan de las formas pero no ven el fondo.
Lo cierto es que hoy, el presidente Javier Milei, es probablemente la figura política con mayor caudal de votos a nivel nacional, eso es indiscutible, como también lo es que parte de su victoria en las últimas presidenciales se debe al traslado de votos del PRO, entonces representado por Patricia Bullrich, que apoyó al candidato presidencial de La Libertad Avanza.
La hoy ministra de Seguridad Nacional había sacado en primera vuelta, con el sello del partido fundado por el ex presidente Mauricio Macri, el nada desdeñable 23% de los votos, que se trasladaron casi en su totalidad a Javier Milei.
Esa afirmación se convalida al revisar los números: en primera vuelta el hoy presidente había sido votado por el 30% de los electores. En el balotaje se consagró ganador con el 55% de los sufragios.
Sin embargo desde el partido violeta le restan importancia al PRO. Y desde las altas esferas del poder ningunean al ex presidente. Sus seguidores más férreos continúan con esa lógica y no logran ver más allá del sol.
No son pocos los macristas, tampoco lo son quienes sostienen que “las formas” del presidente y sus seguidores no son las correctas. La respuesta oficialista es la burla. Nunca una consideración.
Si el oficialismo terminará perdiendo votos por la forma, y no por el fondo, ¿no sería beneficioso, aunque más no sea por una cuestión electoral, suavizar la forma de expresarse? Es lo más fácil.
Difícilmente un peronista vote a La Libertad Avanza porque se difiere drásticamente en las medidas adoptadas, pero la cuestión con el PRO es muy sencilla de resolver, simplemente se trata de modificar y apaciguar la forma de expresar las ideas.
El oficialismo va camino a perder votos, por una razón tan irrisoria que resulta hasta ilógico el hecho de no tomar medidas para conservar el apoyo ciudadano. “No la ve”.
Ni siquiera hace falta ser especialista para entenderlo, es una simple ecuación: aliarse al PRO + conservar una postura menos confrontativa = sostener la base electoral. Sencillo. Básicamente se equivocan de “enemigo”.

Secretario de Redacción