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Oportunismo electoralista

ACERCA DE LA EXPULSIÓN DE DE VIDO

Julio De Vido es corrupto, de eso no cabe duda. Más aún, se trata de uno de los funcionarios más oscuros que tuvo la Argentina. No hay discusión a ese respecto.

No obstante, lo que hace en estas horas el macrismo intentando destituirlo como diputado a través de una insólita movida en el Congreso de la Nación, es de un oportunismo que abruma.

¿Cómo es que el gobierno se acordó de que De Vido debía ser removido a pocos días de que se lleven a cabo las PASO de agosto? ¿No tuvo tiempo de sobra para hacerlo mucho antes? ¿No podía esperar a que pasaran los comicios?

Es claro y obvio que todo se debe a una maniobra electoralista, que busca torcer la voluntad ciudadana en favor del gobierno de cara a esa misma elección. La desesperación tiene cara de hereje, si es que vale reformular aquel viejo dicho.

¿Por qué no se habla de economía en la campaña de Cambiemos? ¿Por qué todo se reduce a la corrupción del kirchnerismo? ¿Qué le cambia más la vida al ciudadano de a pie, que De Vido vaya preso o que mejoren sus finanzas?

Es bien cierto que el otrora ministro de Planificación debe purgar prisión, pero es trabajo de los jueces, no de los legisladores. Y está claro que no hay voluntad de la justicia para avanzar en ese sentido.

No importa, el macrismo seguirá machacando con la corrupción del anterior gobierno, porque así lo aconsejó el dudoso gurú Jaime Durán Barba. En sentido inverso, pidió a los referentes de Cambiemos que no mencionen una sola palabra sobre la esquiva economía.

 

Tarde, pero seguro

En 2004 publiqué mi primera nota de investigación sobre De Vido, apenas unos meses después de que Néstor Kirchner llegara al poder. Entonces, el 90% de los medios de comunicación vivían la típica luna de miel para con el recién llegado inquilino de Casa de Gobierno.

Incluso Clarín, que casi a diario pone en su portada los desaguisados del exministro K, era en esos días un aliado del oficialismo de turno. Así fue hasta el año 2008, luego de la pelea entre el campo y los Kirchner.

En esos días sí era necesario desnudar la corrupción del kirchnerismo, para evitar todo lo que vino después. Ahora es fácil hacerlo, es hacer leña del árbol caído. Casi no tiene mérito.

Lo que sería meritorio es hablar de la corrupción del nuevo gobierno, que ostenta puntuales exponentes tan o más corruptos que De Vido. Uno de ellos es Néstor Grindetti, uno de los hombres más cercanos a Macri y del cual no se habla.

Escribí una extensa nota en junio del año pasado sobre su persona, revelando algunas cuestiones que lo lesionan y recordando otras que son de conocimiento público.

Imagino a los grandes medios hablando de lo mismo dentro de cuatro o cinco años, cuando ya sea tarde. Ojalá me equivoque…

Autor:

Director periodístico: Christian Sanz © Tribuna de Periodistas. Todos los derechos reservados
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