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¿Que le vaya bien a Macri?

Alperovich y su pifie… ¿o no tan pifie?

La disputa porque a un gobierno le “vaya bien” o le “vaya mal” debe analizarse en el contexto de los intereses contrapuestos de las clases sociales que expresan diferentes proyectos políticos.

El senador José Alperovich, ex gobernador de Tucumán, en el marco del debate que se opone al aumento desmedido de las tarifas, expresó: “Nadie quiere que le vaya bien al Presidente”. Luego se disculpó y se desdijo por el furcio o el lapsus, reconociendo su “error”.

Pero ¿cuánto de desconocimiento, de ingenuidad o de posicionamiento despolitizante existe en este tipo de expresiones? ¿Qué significa que le vaya bien o mal a un presidente o a un determinado modelo político?

Resulta imprescindible recordar que todo gobierno expresa, a través de su proyecto y de sus políticas, los intereses que sustentan y representan las autoridades respectivas. Los diferentes proyectos evidencian y ponen en juego los intereses de las clases sociales que arriban al poder o que son representadas por los políticos que ocupan los cargos, por vía democrática o no.

Por lo tanto, que a un presidente -que representa determinados intereses- le “vaya bien”, seguramente implicará que le “vaya mal” a aquellos otros sectores sociales que no están contenidos en su proyecto político.

De ahí que la disyuntiva y la disputa, siempre presente, de que a un gobierno le “vaya bien” o le “vaya mal”, debe analizarse en el contexto de los intereses no idénticos o contrapuestos de las clases sociales que expresan los diferentes proyectos. Esa puja es lógica y legítima, más allá de toda interpretación que evidencie candidez, de manera interesada o no.

Veamos algunos ejemplos. En el año 2008, Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina y uno de los organizadores del paro patronal (contra la Resolución 125) que paralizó durante dos meses al país, declaró: “Desde la Mesa de Enlace hay una actitud de ir desgastando y erosionando desde donde se pueda a este gobierno”.

La Mesa de Enlace, en contra del gobierno, estaba integrada por la Sociedad Rural Argentina, por CRA, por la Federación Agraria y por Coninagro. Buzzi actualmente es Asesor del convertido macrista Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.

Buzzi y la Mesa de Enlace no querían que le “fuera bien” al gobierno de entonces. Y fue lógico que así lo plantearan (más allá de la metodología de los extendidos cortes de ruta, amedrentamiento y desabastecimiento de productos) ya que eran los representantes de otros sectores sociales y políticos.

Cuando en 2010 Mauricio Macri, siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, propuso “tirar por la ventana a Néstor Kirchner”, tampoco quería evidentemente que le “fuera bien” al gobierno de Cristina Fernández.

El diario La Nación, tradicional representante de la oligarquía y de los sectores de mayor concentración económica, lógico aliado actual del macrismo, propicia que al gobierno de Macri le “vaya bien”. Y ello es muy coherente con los intereses que expresa.

Pero resulta que si al gobierno de Macri le “va bien”, ello significa que le “va mal” a las grandes mayorías populares. Lo “bueno” para algunos sectores sociales se transforma -en correlato directo- en “lo malo” para otros sectores sociales.

Que le “vaya bien” o le “vaya mal” a Macri, entonces, resalta la encrucijada estratégica de apoyar a un proyecto político sólo para beneficio de algunos o apoyar a un proyecto político para beneficio de la mayoría de la gente.

Autor:

Director periodístico: Christian Sanz © Tribuna de Periodistas. Todos los derechos reservados
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