EX FUNCIONARIO RATIFICÓ LAS PALABRAS DE SADOUS
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Acompañando las palabras del ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous, en el día de ayer declaró judicialmente el ex agregado comercial en Caracas, Alberto Alvarez Tufillo, quien ratificó que en ese país funcionaba una diplomacia paralela a cargo del ministerio de Planificación Federal argentino. El diplomático identificó a Julio De Vido y al ex titular del Occovi, Claudio Uberti como los principales operadores de los negocios bilaterales
Según consigna diario Clarín en el día de la fecha, en el caso del ministro De Vido, Tufillo recordó que viajaba a Caracas "cada dos meses aproximadamente. En la mayoría de las reuniones la Embajada no participaba. Eran reuniones del más alto nivel. Se reunía con el presidente Chavez, con el ministro de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Energía y Minas".
En su testimonio dijo también que había viajes oficiales de funcionarios argentinos que ni siquiera eran declarados ante la sede diplomática pero que ellos solían tener conocimiento de esas visitas por representantes de organismos venezolanos.
Las palabras de Tufillo aparecen en mal momento: justo cuando el kirchnerismo intenta mostrar acciones de gobierno que levanten su imagen social, como el celebrado “desendeudamiento” de las provincias y el anuncio de la eliminación del impuesto al cheque de cara al 2011.
Como publicó Tribuna de periodistas oportunamente, los primeros cables oficiales con las denuncias de Sadous llegaron a Casa de Gobierno en el año 2005, pero fueron “cajoneados”, luego de remover al entonces embajador de su cargo. Debieron pasar cinco años para poder desmenuzar el tema, gracias a la presión de los medios de comunicación.
Hoy el kirchnerismo aparece desdibujado frente al escándalo. En lugar de aceptar los señalamientos y pedir que se investiguen las denuncias como corresponde, sólo atinó a negar todo de plano. De la misma manera, el oficialismo demoró varios días en responder a las palabras de Sadous.
En estas horas, en la Casa Rosada ya se habla de un “Plan B”, por si el juez Ercolini —otrora oficialista— complica la situación de los funcionarios implicados en la trama. La idea es hacer renunciar a Julio De Vido y repartir las culpas entre Claudio Uberti y media docena de funcionarios venezolanos.
En esa instancia, el gobierno dirá que no sabía nada de lo que estaba ocurriendo, algo que pocos creerán, toda vez que el propio Néstor Kirchner estuvo detrás del Convenio de Cooperación firmado el 6 de abril de 2004, donde se decidió que el gobierno de Hugo Chávez compraría productos argentinos con el dinero recibido de la venta de fuel oil.
Ese punto, sumado a la cantidad de llamados cruzados entre Uberti, De Vido y los Kirchner —la mayoría hechos al teléfono de la Quinta de Olivos—, serán el talón de Aquiles del oficialismo.
No es poco.
Christian Sanz
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