“La Coca-Cola en vidrio tiene otra calidad y otro sabor. Eso me lo dice mi hijo que es un experto en Coca-Cola, no en vino, porque le gusta la Coca”, había dicho Cristina Fernández en el marco de la inauguración de una ampliación de Bodegas Bianchi, en San Rafael, Mendoza, el 16 de diciembre pasado.
Ese día, la Presidenta prometió hacer un “trabajo fuerte en materia de desarrollo del vidrio para volver e imponerlo, porque además también, para los ambientalistas, es mucho menos contaminante la elaboración del vidrio y desarrolla una industria donde todos los insumos los tenemos en Argentina”. Al mismo tiempo, aseguró que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, estaba empecinado en desarrollar “a full” esta industria.
No sería la única vez que Cristina se refiriese a este tema. En su discurso que dio el pasado miércoles, contó cómo el Gobierno está invirtiendo en vidrio y les dedicó otra ironía a los ambientalistas en pleno conflicto megaminero en la Argentina: “Sí, yo luchando por el vidrio contra algunos que querían el PET, pero bueno, vamos ganando los del vidrio porque además es reciclable y vamos ganando los ambientalistas, porque… ¡Qué raro que ningún ambientalista se queje de las botellitas de plástico! Porque no hay cosas más contaminante que las botellitas de plástico. ¡Vamos por el vidrio que no es contaminante, que da trabajo a la gente y que es totalmente argentino!”, lanzó.
Sin embargo, hay ambientalistas en la provincia de Salta que están luchando justamente para que Coca-Cola cese con la contaminación de ríos al lavar las botellas de vidrio sin ninguna planta depuradora, y en plena connivencia con el gobierno provincial.
En 2008, Arca Continental (Salta Refrescos S.A.), distribuidora y embotelladora de Coca-Cola en el noroeste y noreste, eligió la provincia de Salta como la central corporativa de la empresa en la Argentina. Arca produce y distribuye productos de la línea Coca-Cola para 10 provincias y lleva invertido 125 millones de pesos.
“Es una provincia que nos permite crecer”, admitieron desde Arca durante una visita del Gobernador Juan Manuel Urtubey; el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Francisco López Sastre y el secretario de Recursos Hídricos, Alfredo Fuertes durante el año pasado. Pero ese crecimiento puede estar teniendo un costo demasiado elevado y con el aval del propio gobierno salteño.
En 2010, Carlos Quevedo —un usuario cansado del los incesantes aumentos de la empresa de aguas en Salta— demandó a Aguas del Norte (Cosaysa) por la contaminación de ríos con efluentes cloacales no tratados. Allí descubrió que al Rio Paraná y al Dique Cabra Corral, estaban siendo arrojados los desechos de 60 laboratorios que posee la Universidad Nacional de Salta, de curtiembres y baterías, pero además fuertes detergentes, soda cáustica y otros disolventes químicos, junto a enormes cantidades de agua potable utilizados para lavar las botellas de vidrio de Coca-Cola, Pepsi y Cerveza Salta, entre otras embotelladoras.
Quevedo adjuntó el material a la denuncia presentada en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de Sexta Nominación, a cargo de la jueza Mercedes Filtrin. Coca-Cola respondió al oficio argumentando que no poseen una planta de tratamiento de efluentes in situ y que el volcado de los mismos a la red cloacal está autorizado por un permiso emitido por el Ente Regulador de Servicios Públicos.
“La mayor cantidad de desechos industriales proviene del lavado de las botellas de vidrio, que puede alcanzar cientos de miles de litros por día, en este proceso se utilizan detergentes a granel, soda caustica y otros químicos, junto a enormes cantidades de agua, son volcados a la colectora común de los salteños, alcanzando el rió Arenales y próximamente el Dique Cabra Corral”, afirma Quevedo.
En diálogo con Tribuna de Periodistas, desde Salta Refrescos refrendaron la contestación judicial y recalcaron: “Aguas del Norte es la que se encarga de los efluentes y es así por contrato. Si contamináramos no nos hubieran dado nunca el certificado ISO 14.001.”
“En la respuesta, mencionan que funcionan con un certificado de normas ISO 14.001, pero si una industria no posee planta de tratamiento de efluentes industriales, no podría tener certificado de aptitud ambiental para desarrollar su actividad”, explica.
“Acá hay todo un estado provincial involucrado en la contaminación, en Salta todo se hace o deja de hacer con la venia del gobernador”, contó a este medio el abogado de Quevedo, Humberto Vázquez, que piensa llevar la causa a la Corte Suprema debido a las trabas que han tenido en la Justicia local.
A fines del mes pasado, la fraccionadora de Coca-Cola —también de Grupo Arca— en la provincia de Tucumán, la cual le da empleo a 680 personas, fue clausurada por malas condiciones sanitarias y ambientales, pese a las gestiones del gobernador José Alperovich para levantar de la medida municipal.
En tal sentido, periodistas del sitio CatamarcaYa realizaron una investigación en la que analizaron dos denuncias de diferentes lectores respecto a objetos extraños que a simple vista se veían flotando en una botella de gaseosa de vidrio marca Coca-Cola. Se dirigieron a la Dirección de Bromatología a realizar la denuncia para que se procedieran con los análisis. Se encontraban presentes los afectados, los periodistas, técnicos y letrados de la firma, y el personal bromatológico.
La inspección encontró partículas extrañas en una medida de cinco por cinco milímetros obtenidas del envase. El resultado arrojó que correspondían con la estructura de hongos.
Este jueves 2 de febrero, trascendieron rumores de que la planta de Coca-Cola de Catamarca —también de Salta Refrescos— habría anunciado que cerraría sus puertas el próximo 31 de marzo ante una acumulación de denuncias por irregularidades y bebidas en mal estado, lo que habría derivado incluso en un allanamiento judicial, según informó diario La Unión. Sin embargo la empresa desmintió esta versión y garantizó la continuidad de sus operaciones en la provincia.
Por más rica que sea la bebida preferida de Máximo en envase de vidrio, y por más empecinado que esté Moreno con desarrollar esta industria para no tener que importar PET, todavía quedan cuestiones básicas que resolver en materia ambiental.
Eliana Toro
Twitter: @toroeliana