Las doce cuadras de zapatillas cansadas, llegaron a la Plaza de Mayo sobre el filo de las 16:20 bajo un cielo que empezaba a despejarse. Venían de marchar casi 12 kilómetros, desde Liniers hasta el citado histórico paseo porteño en el marco de la Jornada por el Salario y el Trabajo digno, convocada por el Bloque Piquetero Nacional el miércoles 11 de junio.

Con previo paso por Brukman, aún vallada y con la Guardia de Infantería en su puerta, convergieron por el centro desde la Avenida Independencia como ríos que fluyen al mar.

“Son doce kilómetros que han hecho más de 30.000 personas, diciendo que queremos aumento de salarios, de jubilaciones y de los Planes, la entrega de las fábricas gestionadas por sus trabajadores, la provisión de maquinarias y materias primas, la indemnización ya para todos los inundados de la provincia de Santa Fe, pero puntualmente son 12 kilómetros para decir que acá está el pueblo argentino con toda su dignidad. Somos respetuosos de la audiencia que mantuvimos con el presidente Kirchner, pero acá hay problemas insolucionados y por eso, la gestión prioritaria del gobierno debe ser darle inmediata solución.

Hay gestiones y un canal de diálogo abierto con el gobierno, pero somos concientes que como existen millones de personas bajo la línea de pobreza, en vez de girar un solo centavo a los banqueros por el tema de la deuda externa, primero hay que pararle a aquellos santafesino que perdieron todo”, expresó Raúl Castells, del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados antes de subirse al improvisado palco para cerrar la multitudinaria jornada.

“Al presidente le hemos reclamado un giro de 180° para terminar con la Argentina de los banqueros y de los privatizadores que hemos heredado de esta década de Menem, De la Rúa y Duhalde. Y nuestro programa, refleja este planteo. No pagar la deuda externa, romper con los privatizadores, reestatizar el sistema jubilatorio, un salario equivalente a la canasta familiar, acabar con la flexibilidad laboral y abrir las fábricas. Le hemos mostrado al presidente el padrón de las fábricas abandonadas, para que los trabajadores las abramos y las pongamos a producir. Le hemos dicho que tenemos las bolsas de empleo de los piqueteros para poder entrar en las obras públicas. Está planteado arriba de la mesa cual es la salida que proponemos, con esta decena de miles que hoy nos hemos movilizado”, puntualizó Néstor Pitrola del Polo Obrero.

Un cierre consensuado

Ya los agotados pies rodeaban la Pirámide, de cara al vallado que dividía este solar clásico; pero con la ausencia notoria de la repudiada Guardia de Infantería. Los 11 principales dirigentes de las organizaciones convocantes ya estaban sobre el remolque que hacía la suerte de palco. Previamente antes de subirse a él, habían acordado hacer uso del micrófono solamente durante dos minutos, para no saturar a los miles de personas que venían marchando pacíficamente desde el límite de la Capital Federal.

Todos coincidieron en que la lucha por las reivindicaciones planteadas en la conferencia de prensa del jueves pasado no iba a ser objeto de tregua alguna, en la solución inmediata de los acuciantes problemas de los millones de desocupados y subocupados, por el esclarecimiento de los crímenes del 19 y 20 de diciembre y las dos muertes aún impunes del Puente Pueryrredón el 26 de junio del 2002, el reclamo de la duplicación del monto de los Planes Trabajar, la obtención de un salario acorde con la canasta familiar, la preparación de la quinta Asamblea Nacional de Trabajadores y el seguimiento del plan de lucha hasta que no quede ningún excluido sin ser asistido.

Luego del cierre, Néstor Pitrola tuvo un aparte con Tribuna de Periodistas, en el que puntualizó que “la jornada de hoy fue de 6 horas de lucha y de sorpresa, por el apoyo popular que hemos tenido al paso de la marcha y la enorme masividad que nos ha sorprendido incluso a nosotros mismos. Incluso, tengo informaciones de que también fue un éxito esta marcha en Córdoba, Neuquén y Resistencia. Ayudó el lindo día, y también la calidad política frente al presidente el lunes, donde no fuimos a apoyar a un gobierno porque estuvimos muy claros en las demandas que llevamos y fuimos capaces de conducir a un movimiento de trabajadores a esa escala para poder colocar un programa de salida a la crisis. Eso ha sido muy apreciado, creemos, por toda la población y por nuestros propios compañeros”.