En pleno crecimiento del déficit de la balanza comercial, los desafíos económicos del año en curso parece que traerán dolores de cabeza a más de un funcionario del Ejecutivo nacional.
En ese contexto, aparece un dato que debería estar en el foco del análisis de esos mismos referentes, al menos si se quiere hacer algo respecto a los números financieros de la Argentina. Se trata de la multiplicación por dos del gasto público, según un informe que publica este domingo el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
Según ese documento, tomando los ingresos y gastos del sector público nacional, y corrigiéndolos por el índice de precios implícitos del PBI (que refleja la evolución del promedio de precios de la economía), se puede observar que la dinámica de las cuentas públicas entre los años 2004 y 2011 fue la siguiente:
Los ingresos del sector público nacional pasaron de $300 mil millones a $555 mil millones a precios del 2011, es decir, tuvieron un crecimiento real del 85%.
Los gastos del sector público nacional pasaron de $270 mil millones a $585 mil millones a precios del 2011, o sea, tuvieron un incremento real del 117%.
Por esto, de un superávit de $30 mil millones en el año 2004 el sector público nacional pasó a un déficit de -$30 mil millones en el año 2011.
Los datos muestran que los ingresos públicos han aumentado a un ritmo vertiginoso, ayudados por un contexto económico inéditamente favorable y un crecimiento voraz de la presión fiscal. Sin embargo, no alcanza para cubrir el aumento del gasto público.
"En sólo 7 años, el gasto público más que se duplicó, por lo que el resultado del sector público pasó de un cómodo superávit a un fuerte déficit fiscal que explica la urgencia por liberar al Banco Central de su restricción para que pueda emitir dinero sin respaldo", asegura el informe de IDESA.
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Carlos Forte
Twitter: @fortecarlos