Hay que hacer las cosas a tiempo en
el tiempo. Todo se recicla en presente, Heráclito. Un río puede ir de la
mano y ser la ciudad adivinada en
el sueño que borra la noche. ¿La mariposa
hace contacto con el aire o con el color de sus alas? ¿Dónde ven
primero los ojos: hacia dentro o hacia el paisaje? Se recicla la palabra, la
chatarra, la naturaleza recicla en el ciclo la vida que respiramos. Es tal
apetito por retener lo que podría fugarse o dejar de ser, que un alemán se
comió una persona, invitado por la misma víctima a través de Internet. La
antropofagia comienza casi en el sueño. Gumaro de Dios Arias, oriundo de
Tabasco, México, homosexual,
drogadicto, se comió parte de su pareja y durmió con ella durante la noche.
¿Velando la muerte, el crimen de
la vida? ¿La muerte lo recicla todo? La vida tiende la mano detrás del río,
entre la niebla espesa del camino, la esquina que abandona la espalda como último
sustento del cuerpo en el adiós. El agua se recicla, Heráclito, todo,
absolutamente, y nada escapa de esta esfera azul que bufa, resopla, carraspea,
traga, devora, y nos permite que construyamos calles, casas, caminos,
ciudades, puentes, talemos árboles, incendiemos bosques, disparemos gases
mortales por la atmósfera, y nos suicidemos finalmente con algo más delgado
que una soga. ¿Algo le sobra o le falta al planeta que todo lo recicla?
§
Acertijos de fuego
Quizás el hombre que se cuelga
de una cruz frente al precipicio y asciende en una escalera sobre el
hombro de la muerte. Inventa historias, como el Canto del Cisne, o del Ave Fénix,
Romeo y Julieta, Tristán e Isolda,
y en su pequeña esfera personal todo lo hace girar entre la vida y la
muerte, y el amor,
que muchas veces necesita un traductor para entender que sucede
alrededor. En una esquina se vende el alma y en la otra se ofrece su rescate,
su salvación. ¿Se intenta reciclar el destino? Hay urgencia de todo. La
combinación del instante con la velocidad, que se deshace en el abuso solemne
del silencio, la pequeña dimensión desconocida taquigrafiada de la realidad,
donde la palabra no afloja su lengua. El bolo alimenticio nos rumia el
desierto que atravesaremos. Nos permite ver el espejismo y conocer nuestro
pasado. La gracia no está en robarle el fuego a los dioses, sino al Diablo, a
cuya llama todos acudimos al chasquear de sus dedos de cerillo. Una
frase de calurosa acogida a nivel global, reciclada en el mismo
infierno, claro está: la fiesta está que arde. ¿Monólogo de un mismo
fuego, todos los fuegos? La Historia que nos pone en el camino de los
acertijos: ¿Qué ardió más: Roma o el corazón de Romeo y Julieta? El fuego
es casi un misterio. Sin él, la vida sería aún más cruda. Entre dos
fuegos, tu fuego. Algo se cuece a fuego lento sin que lo veamos. El fuego
enemigo es el bumerang de nuestro
fuego. Jugar con fuego, es el altar del peligro, el escalofrío que el fuego
azuza. ¿El fuego es sacrificio o esperanza? Un inmigrante se seguirá
sosteniendo a un clavo
ardiente cuando atraviesa su
frontera, aunque haya dejado atrás la
hoguera de su propio camino. En el país de la Tierra del Fuego,
llegan las noticias que la
democracia y la dignidad apagó la mal llamada Llama de la Libertad, un
símbolo de quienes abolieron todas las libertades en Chile y mataron a la
muerte. Yo me conformaría con el fuego de los ojos del poeta.
No más fuego que la pasión. Tantas propiedades y matices
tiene el fuego, como una crónica bien escrita, y está lejos de ser una frase
mía. Una lectora de Alaska me dijo que teñía mucho de amarillo una de mis
crónicas, una gran mancha de yellow sobre una página amarilla, algo
así me comentó. Yo le contesté, que el éxito de una nota son sus matices y
es lo que intentaba, porque sólo un ciego podía ver el amarillo, o era lo único
que en verdad lograba distinguir en la bruma de su paisaje. Me imagino que
para ella, el blanco es el color más transparente, perfecto, y aún así,
necesita del negro para contrastar y sentirse blanco. En algún momento se
reciclan y dan el gris. La nieve sabe que tiene sólo un tiempo para ser
blanca absoluta y es durante el día. La noche no admite matices visibles,
aunque la luz trabaja en el esplendor del artificio y es también umbral de un
nuevo comienzo. Crea una nueva mirada, un lenguaje visual, aunque la razón
del espacio es la noche que recicla su propia oscuridad. Toda la poesía del
siglo XXI se recicla en el telar de la primera poesía que irrumpió con la
primera palabra y aún, en el gesto, el verbo sólo pronunciado al amanecer
antes del alba-alba.
§
¿The
war on terror?
La calle pareciera haberlo reciclado todo. Dejo que el ventanal corra
el paisaje. La memoria puede ser Bombay, París o Nueva York, como El New
York Time que tengo frente a
mí, como un fardo noticioso que recrea el mundo en la esponja del tiempo y la
palabra. Dirty Found Number 1, se llama la publicación citada por el
NYT, que recupera el abandono, lo que fue, una especie de documentación
del instante vivido, de la acción que fue ejecutada, cuya característica
es que la prueba escrita o el objeto de la intermediación, fue tirado a la
basura, descuidado, o recorre una suerte alejada del emisor y el destinatario.
Alguien lo recoge y pone ad valoren para Dirty Found Numer, que
lo circula en sus páginas. Puede ser un simple mensaje en un papel amarillo: Y
Love, una frase que se
encuentra en los baños, o una foto sugerente, erótica, no porno, -aunque hay
quienes hacen sexo,- mensajes que cumplieron un objetivo y tuvieron un
propósito. Si bien los textos son simples, son también curiosos,
inclusive en su espontánea confección. Lo que más podría importarle a un
lector avisado, es que hay detrás de ellos. La motivación del texto en el
contexto, intertexto que ronda, se pone a circular, en camino de un reciclaje
ante nuevos ojos, totalmente alejados del hecho. El primer lector lo descubre
para sí y le interpreta. Le conduce a sus editores con los elementos que
considera apropiados y ya tiene un valor agregado el texto original.
El lector tiene la oportunidad de ensamblar su propia
figura en al imaginación, recrear la escena previa. No siempre un dato
conduce a otro, pero en el paréntesis, puede surgir lo nuevo. Son pruebas
contaminadas de amor, un verdadero collage, detalles sobre la sexualidad, y el
lector se engancha con un pasado desconocido, reflotado en
el azar y en el juego. Alguien arroja una escena de sus días(14th
street subway station stop in
New York), la tira un
mediodía en un basurero, u olvida en Brooklyn,
Boulder, Colorado, Boston o en Chicago, como si las piernas colgaran del
trapecio, queda el deseo en un viejo, desahuciado refrigerador, detrás de la
puerta de un apartamento, y otro, la recoge y envía a Jason Bitner y Daby
Rothbar, fundadores de la revista Found Magazine. Textos basura también en el
basurero público, leamos: Hola, tuve cibersexo
con un chico llamado Eric. Amo el sexo y ahora tengo un palo. Es un anónimo,
que al final de la nota dice: Memo (Hi, Y had a Cyber Sex!! a
guy named Eric. Y love sex. Y have stick)
Son
textos escritos más bien bajo la óptica de lo que comúnmente se le llama en
inglés slangs, en el vicio de un idioma dudoso, surge el código de la
urgencia, el acto personal. Se parte en dos la naranja en medio de los
afectos: la vigencia de lo corporal y la palabra. Asimismo, como el amor
arrastra sus aguas en las cañerías de la ciudad, surge el tema
de lo actual, la vigencia de la guerra, el monopolio del miedo y
terror. La náusea compartida en el closet de la democracia con libertades
restringidas. Un ataúd anda suelto en diciembre en medio de la nati-vidad,
premio negro, de doloroso luto para alguna familia. Azar desposeído de suerte.
Otro mensaje de Dirty Found, dice: The
war on terror---La guerra contra el terror
The
wore on tear---usando
harapos
The
tore n' ware---destrozado
por un propósito
The
tour n' wares---viaje
de propósitos
Detour
answers-----Respuesta
desviada
Deter
askers--------descorazonados
pidientes
Disasters------------Desastres
Ha'
a murder bad fukin day --two flat tires----Ah,
"chingado" asesino dia----Dos cauchos pinchados
- El
secreto mío que nadie conoce
Muchos de los objetos y textos
enviados, superaron las expectativas y la filosofía de Found Magazine,
lo que dio origen a Dirty Found Number 1. El Diario de una joven
artista neoyorquina, titulado: “El secreto mío que nadie conoce”,
abandonado en un basurero, con un total de 120 páginas, influyó en la nueva
edición. Uno no se explica como la mujer lanzó su intimidad a la basura. Es
una crónica pornográfica y erótica, ilustrada por la autora, sostiene el
NYT. ¿Qué le habrá impulsado abandonar la documentación de sus confesiones
y sudores? Las 120 páginas no fueron enviadas a Bitner, sino sólo 9 de
ellas, arrancadas después de ser leídas, como si fuera un carnicero sobre
las costillas del animal indefenso. Un texto, arrojado por su autor(a) en el
anónimo desprendimiento de un pedazo personal de la vida, es el camino a la
convicción de un futuro suicidio. Refleja una extrema orfandad, una cierta
insalubridad mental, la cicatriz del inmolado que no muere. Síntoma de animal
urbano peligrosamente herido. ¿Qué rostro dejó la artista al borde
del basurero y qué dolor la empujó hasta allí? Las nueve páginas enviadas
por alguien anónimo con una nota explicatoria, fueron a parar a un cajón en
Chicago. La suerte del desprecio siguió su ruta
hasta que surgió Dirty Found. La autora, de seguro
ignora este ascensor de la palabra y que
una extremidad del cuerpo de sus confesiones, circula
mutilada tal vez ala altura del ceno derecho, en una publicación
impresa. Antropofagia sobre un verbo abandonado, quizás sea un delito menor
ante el gesto de la propia
autora. ¿Recolectores de fetiches, audaces pornógrafos del pequeño mundo de
las grandes ciudades, lascivos duendes del reciclaje amoroso, poetas del
cotidiano vivir? No lo sé. Es una nueva actividad editorial.
Retazos de la alcoba para nuevos lectores fetichistas. (La
pornografía impresa es antigua en el mundo, pero mucho menos que el sexo.
Sodoma, escrita a mediados de la década de 1670, atribuida a John Wilmot,
segundo conde de Rochester, deja pálido 300 años después, a estos amantes
del frenesí circunstancial).Me
hubiese gustado que hubieran encontrado un mensaje escrito por mí y que fue
abandonado una y otra vez en el ciclo del desprecio por los Editores. Nueva
Jersey, Nueva York, Utah, Las Vegas, en el mismo basurero del desierto jugado
o en el Cañón profundo del Colorado, donde la voz es inútil y los ojos
vuelven a ver. Fueron muchos los ejercicios en las cafeterías: Busco
Editor que sepa leer, no escribir. Editor aburrido del éxito fácil, amigo
fiel del fracaso, que entienda que la literatura no es como depilarse los
sobacos. Se Busca una aguja en el pajar: Editor sin pretensiones de éxito ni
de lujos. Para estas Navidades, cambio Editor por abecedario quechua. Busco
Editor/a, dispuestos a una lectura virgen, desnuda, epidérmica. (Se ruega no
llevar anteojeras. Se necesita Editor de libros de autoayuda, para hacer ídem
con un autor. Se Busca Editor convencido que el libro se extinguirá por ser
un artefacto inútil, sospechoso, peligroso, riesgoso, y letalmente eficaz. Se
Edita Editor, tratar con Tiempo y Paciencia...Callejón sin fin N.111...
firmado: Gurú de Red Rocks.
§
Homo, bípedo, agresivo
Recomendó que los adolescentes disminuyan su uso, hasta tanto los estudios no sean más definitivos. Los pesticidas, el cigarrillo, la obesidad, manejar durante períodos prolongados y los pantalones apretados, son también responsables de disminuir la potencia masculina. Los húngaros consideran que en esa zona también actúa negativamente el uso del teléfono celular. Tecnología indirecta para controlar la especie. La Laptop debiera ser distribuida por el gobierno chino, como una manera de controlar la expansiva natalidad en el gigante asiático. Así las empresas de tecnología occidental tendrían asegurado el más formidable mercado global. Los huevos humanos, me dijo, una amiga con algo de sorna, se cocinan a su propia temperatura tecnológica. Recuerdo la época de los ardientes veranos, con rayos verticales, en la adolescencia, cuando lanzábamos a freír los huevos cobre el motor del automóvil en pleno desierto. Viajaba una época en el sueño de la libertad. Te echo de menos poeta, y sin embargo cayo. ¿Es mi paréntesis? Ahora, la sensual Laptop entre las piernas, resulta ser una depredadora del género masculino. Puede alcanzar una temperatura de 70 grados y la del escroto se intensifica drásticamente en pocos minutos. Lo más probable y aconsejable, para los científicos sería el uso de un protector externo. Un mundo lleno de prótesis, mutilador, castrante literalmente en este caso, que le instala al hombre la joroba del camello y donde no hay un desierto, lo construye a imagen y semejanza de su devastadora desolación. El hilo tejido de la depredación desde las cavernas. Un hilván en cada época, la atroz red que va enredando los sueños, el falso paso que resuena en la memoria, un juego de dados pareciera imponerse sobre un tablero de ajedrez. ¿Piezas blancas y negras asaltadas por un Dios cruel? ¿La noche tiene cara de mujer, es aterciopelada o finge el sueño como una prostituta sin paradero? Todo es un cliché balanceado por unos elefantes sobre una telaraña. No la rompen ni se caerán. Así, el mundo seguirá en combate contra sus sombras. Los “dioses” hablan a uno y otro lado de la orilla, en el camino, hacia un cielo empedrado de buenas intenciones, envuelto en nubes de realidades muy distintas a la realidad. Los hechos no dejan escalar, pujar por ascender a los cielos con cualquier tipo de licencia, a no ser que se use alguna puerta falsa, de escape, y aún así existe el riesgo de permanecer en las afueras de la bóveda celestial, en penitencia, en un sitio llamado limbo, donde la máscara es la indefinición de los rostros que se pasean gaseosos sobre un tiempo que va y viene, pero permanece estancado como un charco inmóvil de humo. Es realmente un motel de carretera, impersonal, un paradero casi desprevenido, de paredes alzadas por una memoria que las borra. Son perfectamente monótonas, con un paisaje de naturaleza muerta, el retrato plástico de un paisaje de la zona, lo más brillante en montañas del país, nevadas, paredes calculadas para ser frecuentadas por el olvido. Socorren lo que allí encierra la noche, cuando apagas la luz, y queda nada más que la imaginación que opera en tiempo presente. Unas cuantas latas de cerveza vacías suelen recibir el alba, donde el día despunta de alguna manera, aunque la nieve haya comenzado a cambiar o a borrar el viejo paisaje del verano, y sólo pareciera quedar el reflejo del gesto taciturno de la noche. La literatura, la crónica que pasa el dedo por la orilla del ombligo como si fuera un vasto y profundo escenario, tienen mucho de ese abandono y hallazgo. La periferia le da vida al centro, que aguarda en el secreto silencio, y sólo espera en su lenta respiración que el tiempo anille un nuevo día.
Silvia Banfield