¿Alguien se acuerda de Mary Sánchez, Marta Maffei, Luis Ciriello, y muchos otros que solían hacerse notar por sus protestas sociales? Junto a ellos, se encontraban personajes de la talla de Alicia Castro, María José Lubertino, María América González, y muchos otros referentes que hoy ya no parecen querer luchar por la igualdad social, sino ubicarse a sí mismos en cargos de relevancia y poder. Un breve repaso por sus actuales vidas, lo dirá todo:
Mary Sánchez: célebre por aparecer en los medios protestando contra los magros sueldos de los maestros y por inventar la ingeniosa “Carpa Blanca”. Desde que llegó a ser diputada, nunca más se la vio. Tuvo alguna nota de prensa, fue porque uno de tus hijos, seguramente por error, se quedó con un vuelto de 35 mil pesos y vales de combustible por 12 mil.
¿Y los maestros? Nunca estuvieron mejor: ellos quizás le regalaron la hermosa casa de tres pisos con garaje subterráneo para tres coches en la calle Bahía Blanca, cerca de la Av. Mosconi, frente a la Plaza en Devoto. Sánchez supo pasar del ferrocarril Urquiza y el subte B a un Audi de 70 mil dólares.
Marta Maffei: al igual que Mary Sánchez en defensa de la dignidad de los maestros: cuando la eligieron diputada nunca más se oyó de ella. Si los chicos se drogan en las escuelas, llevan armas, hay violaciones, es un problema de otro sector.
Luis Ciriello: aún se lo recuerda cuando cortaba —junto con los hermanos Basteiro— la ruta a Ezeiza, y se negaba a arreglar con Aerolíneas Argentinas. Hoy, tiene un cargo en el Gobierno, en la Subsecretaría de Transportes. Está presionando como siempre lo hizo para que su sueldo se eleve para gastos de representación, de 32 mil a 40 mil, porque “trabaja” de martes a jueves.
Los hermanos Ariel y Fabio Basteiro: uno es diputado y el otro está en la coordinación de los grupos de protesta, esperando una mejor evaluación. Ya no luchan por el saqueo en Aerolíneas Argentinas, porque ahora lo lleva adelante el kirchenrismo. Dos personajes que luchan por los “ideales” hasta verlos cumplidos y que no pasan necesidades: tienen un depósito mensual de 75.700 pesos.
Alicia Castro: empezó a tener presencia mediática cuando por dos errores humanos —como lo probaron en un caso la Fuerza Aérea Uruguaya y en otro las desgrabaciones de la Caja Negra— un avión se cayó en Fray Bentos, y otro cruzó la Avenida Costanera, dejando el lamentable saldo de varias decenas de inocentes muertos. ¡También fue elegida diputada! Y hoy —allegada a Kirchner— se ocupa mucho más de la lucha bolivariana de Hugo Chávez. Es posible que ya no exista ningún problema en Aerolíneas, ni tampoco en LAPA: ambas ya no existen.
Como un ejemplo de ahorro, su magro sueldo de cuando estaba en Aerolíneas Argentinas le permitió comprar un fantástico departamento en el edificio Cavanagh, más otro arriba del que tiene, hizo una escalera interior y transformó dos semipisos en un duplex que ronda los 3, 5 millones de dolares el conjunto (tasación de Toribio Achával). Tiene custodia, 2 choferes.
María América González: ¿Se acuerdan de cómo defendía a los jubilados desde un noticiero televisivo en el espacio “Rinconcito de los jubilados? Para ayudarlos los derivaba al estudio de su esposo, Sergio Bobrosky. Hoy —también fue diputada— como los jubilados viven fenómeno, es lógico que no tenga razón para defenderlos. Gana $50.000 pesos por mes; como abogada no pasaba los 12.000.
Quizás debe pagarle el sueldo a sus 3 sobrinos “asesores” . Con lo que ganan (4000 pesos por cabeza sin hacer nada) les alcanza y sobra. Ojo: eso es lo que figura no en la lista de pago, sino en el recibo de sueldo donde hay 55 pesos de descuento, para un Cánon interior)…
María José Lubertino: como titular del Inadi financió con fondos públicos la marcha de transexuales, gays, lesbianas y travestis por el orgullo gay que terminó con pintadas y daños materiales en el edificio de la Catedral Metropolitana, e incluso tuvo un stand durante la marcha homosexual. Sin embargo, nunca aceptó la denuncia que dice que los Jubilados son discriminados por el gobierno.
Gracias a la función pública, María José Lubertino adquirió una casa en la calle Costa Rica al 4.400 en el lujoso barrio porteño Palermo Hollywood.
Dicho inmueble costó 835.000 dólares. Una de las fuentes de ingreso de María José Lubertino es a través de su “fundación” llamada “Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos”. Este lobby, suele “aproximarse” a las personas denunciadas ante el Inadi por hechos discriminatorios ofreciendo sus “servicios” para “parar la denuncia frente al Inadi”. Usualmente, esta asociación logra “parar el expediente” a cambio de una “contribución”, que por lo general es de aproximadamente 3.000 pesos. Un dato curioso es que la sede de esta “fundación”, que además recibe un subsidio del gobierno nacional, se encuentra en el primer piso de Callao 741, propiedad de María José Lubertino.
Como se ve, ser progresista en la Argentina es un negocio más que rentable. Si no, pregúntenle a Luis D’Elía, Emilio Pérsico, el hijo del desaparecido Julio López y muchos otros.
José María González