Una de las características más claras del estilo de acción política kirchnerista, ha sido (y es el secretismo), una dosis de autoritarismo y el reemplazo de viejas prácticas pejotistas por nuevas que han modelado una forma de conducta que tiene la impronta de no ser presentada, sino dada sin mayores anuncios, conferencias de prensa o entrevistas a los medios de comunicación; aún contra la idea de “cosa pública y función republicana” que se exige o da de suyo. Los K perfeccionaron el pejotismo aguzando la vista de sus propios intereses y la eficiencia en perseguirlos.
El lector dirá que la Presidenta da largos discursos por la bendita cadena nacional, pero no. Eso es para “la gilada”. El kirchnerismo, heredero del setentismo, esa posición extremadamente gorila y negadora del peronismo y que arrastró al abismo a nuestro país, cree no solo que existe solo una realidad que se halla en sus mentes, sino que la función de gobierno debe desempeñarse en la medida de sus intereses. Las acciones desde el Estado lo son y el Estado es, simplemente, una extensión de sus formaciones especiales y simplemente, de ellos, los que gobierna. Sin embargo, “ellos” no gobiernan el Estado, sino que lo han tomado. Es su misión y función.
No hay antes ni después. La Argentina, como los derechos humanos y la justicia social, nacieron en 2003 según la lógica discursiva. Eso se vio en la circense actuación de Fuerza Bruta y los demás pseudoculturosos contratados a tales efectos. Quisieron explicar, en los fastos del Bicentenario que “ellos” están para eso: gobernar una nueva era. Lo mismo ocurrió con la feria itinerante, al estilo ItalPark, denominada “Tecnópolis”. Una verdadera vergüenza para quien tuvo la oportunidad de conocerla y un coladero impresionante de dinero.
Tampoco hay “después” en el imaginario profundo del cristinismo neo montonero. La voluntad y deseo último estuvo bien definido por la dirigente Diana Conti: “Cristina eterna.”
En realidad, no existe una comunicación, ya que, ideológicamente el kirchnerismo no cree que la deba, ni tampoco entiende que algo deba ser diferente o que deba rendir ninguna cuenta a nadie, hoy o mañana. Simplemente el kirchnerismo es tan pero tan ignorante que se cree infalible.
Asimismo, y en cuanto a la acción de Gobierno, no solo equivoca las acciones, sino que ya las viene equivocando hace rato. Confundieron variables internacionales beneficiosas con “logros propios”. Lo uno hizo desperdiciar lo otro, lo segundo nunca existió.
¿Es inevitable el estallido argentino, o se puede salir?
En los últimos días se ve un desfile de economistas por los distintos canales y radios más movedizos que de costumbre, atentos a la profunda crisis financiera local que se suma al aluvión externo que no parece poder eludirse como en 2008/2009. Lo concreto, es que se ha vuelto a lo de siempre: peso de la deuda, deuda interna impaga a jubilados, bonistas, desinversión como nunca, incapacidad de gestión política, estatizaciones en un Estado que no puede ni asfaltar las rutas, desconfianza de los mercados y del público minorista, corralito cambiario y limitaciones bancarias, desfianciación de municipios y provincias, cuellos de botella productivos por la dependencia que no se pueden solucionar con un organismo como el Mercosur, etc.
Se ha vuelto, como el caballo de la noria, a usar el dólar como contenedor de los precios internos, ya que estos son caros en dólares y, a sufrir un gasto público alto que desbalance los números y un presupuesto que no se cumple, el Estado, con 1 millón de empleados, más 2,5 millones de jubilados que no aportaron, con un Estado participando del PBI en un 45% (histórico es el 32%) y financiándose a lo bruto del BCRA, al que virtualmente ya quebraron colocándole 250 mil millones de pesos de papelitos que dicen que el tesoro, alguna vez pagará. Basta con ver cómo la presión impositiva es altísima para los sectores verdaderamente productivos (presión nunca registrada) como para notar que la cosa ya no camina.
Se vuelve a lo de siempre. Ahora, la pregunta es si vamos a estallar, no necesariamente como en 2001, pero sí quizá como en la crisis del dólar de 1982, la del Rodrigazo de 1975, o la crisis “primavera” de NoVital Sourrielle, con aquel poco simpático ministro de Economía de Don Raúl Ricardo, la grave crisis de hiperinflación de 1989 o la crisis previa al 1 a 1 de febrero-marzo de 1991. Todas estas últimas son mucho más probables, ya que no se dan en una economía cerrada de moneda dura, con lo cual el Estado podrá “endosar” convenientemente a unos o a otros vía inflación y emisión, cosa que en los años antes mencionados se daban momentos de caída o recesión, y luego “corridas” que se traslucían en ajustes del tipo de cambio que el Gobierno se niega a realizar, dado que aún los números no muestran la recesión al caer no más allá del último trimestre del año.
Psicología, política y modelo “único”
El gobierno cree que después de “él”, no hay nada. Este tipo de razonamientos es el que termina produciendo grandes crisis. Como los chicos malcriados y maleducados nunca reconocerán algunos cambios, pero despotricando. Así, Néstor (que era Néstor Carlos) creía en los superávits cuando estos se le daban naturalmente, o sea, gastando y haciendo demagogia sin obstáculo, y con viento de cola. Su inmadurez se denotó cuando, a pesar de la crisis, optó por falsear los datos económicos públicos para no reconocer que el Estado nacional se comenzaba a comer, literalmente, toda caja o fondo que le pudiera tapara los agujeros fiscales que se le iban abriendo, tales como crisis energética, afrontar la deuda, los Boden 2012, el gasto público improductivo creciente, jubilaciones regaladas, planes “descansar”, fulbito para todos, netbooks de obsequio, sueldo a estudiantes, etc.
Así, don Guillermo Moreno se recibió de “Gran Ministro” y lápiz rojo mandamás de descalabro y otras acciones, todas referidas al mercado interno y, luego, cuando la verde moneda escaseó, también se recibió de ministro del mercado externo con un buen cepo.
Hoy por hoy, se acabó la plata. Se acabaron los dólares, el crecimiento inflacionado de la recaudación fiscal no logra cubrir los mayores costos del gasto público también atacado por la inflación. Los subsidios han sido mantenidos (hasta ahora) porque el Gobierno le tiene un gran temor a las protestas.
Y es que este es un gobierno al que no le gustan las malas noticias. Como por ejemplo, avisarles a los ciudadanos que con $1,25 es imposible hacer un viaje (decente) de
Pero, además de las políticas del “socialismo del siglo XXI”, existen otras alternativas, seguramente mucho menos populares en el corto plazo, que no darán votos, como exige toda obsesiva idea oficialista, pero que a la larga pueden resultar más sostenibles, considerando una era inédita, inundados de dólares de la soja, vaya la paradoja, y ni así alcanza dado el tamaño del despilfarro oficial.
Esta plataforma, la soja, junto con la de minería y petróleo, no sido aprovechada con el fin de buscar el desarrollo, sino simplemente los votos. En consecuencia, todos los males tradicionales, en especial la falta de rumbo, de confianza y la desinversión en infraestructura y medios de producción reales, vuelve a surgir y se han postergado las soluciones y tapado los problemas que hoy, indefectiblemente, renacen.
¿Qué hacer?
La primera medida es recortar el gasto público improductivo, los subsidios cruzados y los derechos que ha otorgado el Estado, aún, en contra de la ley.
Se debe dar el valor de industria a toda actividad agrícola que incorpore valor a la producción primaria (propia o de terceros) cercenando retenciones, o transformándola en otros tributos. Las retenciones son inevitables sobre producción de soja, máxime a los pooles de siembra (por su daño a los propietarios en la tierra).
Se deben eliminar la política de compensaciones y la intermediación entidades que poco representan al producto, a poca escala, sin retenciones.
Se debe declarar la cría de hacienda como prioridad nacional y eliminar todos los impuestos a esta producción, salvo los corrientes, dado que la cría argentina está al borde de la desaparición.
Eliminar progresivamente los tributos a la producción agregada, a fin de incentivar la producción y la inversión.
Eliminar los aranceles de importación de bienes de capital, como maquinaria.
Se debe volver a reinsertar al agricultor, la población rural de la provincia de Buenos Aires es aún menor a la del año 1897, el éxodo a fomentando indirectamente el monocultivo y la falta de diversidad de producción que se debe rescatar, al mismo tiempo que la diversidad biológica y las producciones tradicionales que no pueden extinguirse por los vaivenes del mercado que todo lo aniquilan.
Hay que volver a los mercados internacionales, la realidad del mundo no se emparenta en nada a la de los años 90. Europa y EEUU están en crisis y se pierden oportunidades que otros, como Brasil, México, Chile, Perú, Colombia o Uruguay aprovechan.
Tratar de volver a bajar el riesgo país por debajo de los 500 puntos básicos, si no se hace esto, el riesgo inminente de un crash se deberá a la continua salida de capitales, la emisión descontrolada, la retracción de la inversión directa local o externa, la fuga de depósitos bancarios (100 millones de U$S diarios), el déficit fiscal, el déficit energético, y de infraestructura de transporte, y el aumento del endeudamiento público.
Algunas medidas
Rever el tema de Repsol, refundar una YPF estatal que conviva con las privadas. Terminar con los subsidios cruzados y los subsidios a las empresas de trasporte, que son una estafa.
Volver a licitar las empresas que han sido nacionalizadas y no sean estratégicas, o por lo menos, no confiscar Telefónica, como los radiopasillos andan comentando. En su caso, renegociar los contratos y los precios y, de paso, usar esto para promover la inversión en caminos y autopistas.
Disolver el Indec y crear un organismo dependiente del Congreso de la Nación que se ocupe de las estadísticas y los censos, ya que esa entidad está herida de muerte.
Devolver la Anses y el Pami a sus dueños. Redefinir los derechos de los jubilados aportantes de los no aportantes, y crear un plan para intentar en un tiempo, tres o cinco años, llevar las jubilaciones y pensiones de los jubilados aportantes al 70% y el 82% móvil, como dice la Constitución Nacional. Las pensiones y jubilaciones sin aportes se las mantendrá sobre un piso mínimo, sin derecho al 70% y el 82%, dentro de la categoría “ayuda social” que es, en definitiva, lo que son.
Reforma administrativa integral, disolución de la mayor parte de los Ministerios, Secretarías y Subsecretarias no solo que no tienen funciones reales, sino, que no sirven verdaderamente para nada, salvo beneficio político y para colocar y pagar políticamente a punteros o dirigentes de dudosa representación y menos aún capacidad. Un recorte a grueso daría una suma ahorrada sorprendente
Eliminar decenas de organismos descentralizados y cargos que no sirven para nada, creados en los últimos años, como “programas especiales” con presupuestos millonarios. Últimamente se disolvió el “Puente a Colonia” que nunca se hizo, y así hay muchos otros
Eliminar programas de corrupción política “para todos y todas”. Eliminar los subsidios impersonales, y los “regalos” de computadoras totalmente innecesarios a estudiantes, cortar los subsidios de millones de pesos a clubes, hinchas barrasbravas y futbolistas, otros deportes y todo el aparato de publicidad infernal que no tienen control real alguno y solo enriquecen las arcas de mafias y corruptos varios.
Eliminar todo tipo de trabas a las exportaciones. Si correspondiera, desdoblar el tipo de cambio en varios, a fin de promover algunas exportaciones.
Establecer un régimen laboral especial para minipymes, que permita bajar sustancialmente los costos laborales de los empleadores de una o dos personas en su comercio o emprendimiento individual, esto representa un alto porcentaje del empleo y saca la plata de debajo de los colchones, sin sabuesos de la AFIP.
Restablecer la seguridad jurídica y la propiedad privada. Castigar las usurpaciones.
Promover el sistema del FONAVI y mediante estos fondos, inyectados por el Estado nacional y provincial, general 250.000 viviendas más al año de las que ya el FONAVI construye, con sentido federal y no para la “cadena nacional” que busca votos. Eliminar todos los planes corruptos de construcción a través de ONG afines al gobierno, por su intrínseca inmoralidad, como los de Schocklender y Bonafini, o Milagros Sala. Si estos quieren construir, que lo hagan con su plata, a través de ahorro previo, y no con fondos del Estado que terminan pagando dos o tres veces más por las obras que si hubieran requerido el concurso de la construcción privada.
En el plano tributario, redefinir el acuerdo fiscal, no puede ser que el Estado Nacional solo garantice el pago de la deuda, y sustraiga tres de cada cuatro pesos que se recauda de los tributos federales. Se debe devolver a las provincias la facultad de recaudar, y de disponer libremente de sus medios de financiamiento y riqueza.
Respecto de las provincias más pobres, se debe buscar el rol de estas, y no transferir a la Nación recursos que luego llegan a estas provincias pobre como prebendas vergonzantes. Solo basta ver Formosa, Corrientes, Jujuy, Catamarca para ver como el Estado Nacional esclaviza a estos distritos más chicos, haciendo negocio de la pobreza y la miseria. Deben los distritos menores encontrar su camino, en el concierto federal de provincias, en donde la nación es un articulador y no un amo de las mismas.
Volver a poner el comercio exterior y el Banco Central como garante de la moneda nacional, única manera de crear una confianza real en el peso.
Establecer estándares de seguridad y control al ejercicio concreto de los poderes provinciales, ello en cuanto al uso de recursos naturales, ello a fin que empresas multinacionales no hagan estragos en las aguas, glaciares, tierras, bosques, paisajes, etc. La falta de federalismo ha hecho a las provincias vulnerables frente a los intereses mineros y agrícolas al punto de poner en riesgo recursos no renovables a cargo de los estados provinciales.
Corolario
Como final, conviene destacar el aspecto más importante, que es el cultural. Sin volver a los cauces naturales de nuestra cultura, dejando de lado para siempre la confrontación desde el Estado para con uno o más ciudadanos, la idea facciosa de la política, los autoritarismos fuera de época, el incentivo del odio político, real o simulado, no habrá futuro.
Lo mismo, respecto de la falta de pudor para con los sectores populares. Hoy los jóvenes son empujados a la confusión de la droga, el facilismo, se fomenta un igualitarismo sin esfuerzo, que tampoco es real, la falta de respeto a los mayores o a los próceres. Se coloca a los sectores populares en los márgenes, como consumidores sin cerebro, porque en realidad se los menosprecia, lo mismo que se desprecia lo público como sagrado. No hay futuro fomentando la bajeza moral, sub culturas que nos resultan extrañas, o ideologías foráneas. “No es poco”.
José Terenzio
Resumiendo: La presentación formal de DIKTADURA hecha por el gobierno y las propuestas de quienes no supieron ilustrar con anterioridad al peblo para que no votara una emperatríz enferma mental
Todas estas medidas son "un volver a empezar". Y en eso estamos desde que nacio el peronismo. no podemos hacer las cosas bien y a futuro.No podemos ser normales y pasar al frente.Todo tiene que ser gratificacion instantanea, ausencia de planeamiento,y permitir que nos depreden y roben a cambio de algunos anios de aparente bonanza y consumismo.Vivimos el aqui y ahora hasta que las papas queman.Evidentemente la mente argentina trabaja asi y entonces caemos victimas siempre de gobiernos que son un poco peor que nosotros pero bastante mas "vivos" y que con astucia nos saben proporcionar ese bienestar pasajero que luego nos hunde en un ciclo de caer y volver a empezar. Que vida perra!!
Jose Terenzio todas las medidas que uds propuso seria bueno discutirlas en una mesa de asesores del ejecutivo (economistas profesionales y apartidarios)y ponerlas en practica en tiempo y forma, pero uds. olvida que si no se modifica el codigo penal, para las acciones de peculado, administracion fraudulenta, cohecho y otras practicas de nuestros politicos y funcionarios publicos, todo lo que hagamos sera juntar agua con un tenedor. La gente necesita que vayan presos quienes roban los dineros publicos y quienes los malgastan, sino pagar impuestos sea mucha o poca la carga impositiva, siempre sera insoportable para el ciudadano, aunque reconozcamos que pagar impuestos no es del agrado de nadie de por si.
Todo humo! ¡TODO HUMO!, Cuando pase el HUMO DE LAS VIVIENDAS, en unos días más y vuelva de Méjico, HARÁ HUMO CON EL PETRÓLEO CON RUSIA Y CHINA!!!!¡TODO ES HUMO!... Ahora me pregunto. ¿CUANDO PASE EL HUMO QUE TRAERÁ DE MÉJICO, CUÁL NOS ESPERA? ¡No olvidar ésto:LOS QUE HOY CRITICAN O SE RIEN DEL CACEROLAZO,SON LOS QUE EN UN FUTURO NO MUY LEJANO LO VAN A PEDIR .........CUANDO NO LE DEN MAS, LO QUE HOY EL GOBIERNO LES ESTA .DANDO.............Y NO FALTA MUCHO. ¡VIVA LA PATRIA Y LOS VALIENTES QUE SALEN A LA CALLE!
No creo que esten tan incomodos con este gobierno, CUALES VALIENTES? Los que en vez de salir a protestar tienen que irse de fin de semana largo? mirar el football? festejar el dia del padre de este o del otro? etc etc? ella y su banda de ladrones roban TODO EL TIEMPO, los "valientes" salen a la calle CUANDO LES QUEDA UN RATO LIBRE,,,,perdon pero no creo que esten muy convencidos....