Las mediciones están en marcha y sus resultados serán determinantes para fortalecer una idea que se instala paulatinamente en la política doméstica: la posibilidad de que Alicia Kirchner encabece la lista de diputados nacionales del oficialismo por la Provincia de Buenos Aires en 2013.
Los primeros sondeos resultaron alentadores para los armadores del kirchnerismo: la ministra de Desarrollo Social tiene alto conocimiento entre los bonaerense y baja imagen negativa, dos cimientos como para construir cualquier candidatura.
La cuñada presidencial garantizaría así la continuidad de la línea familiar dentro de la dinastía kirchnerista en el distrito electoral más importante del país, donde además puede adelantarse la pelea por las presidenciales del 2015. Dicen que podría ser un gendarme de intendentes, luego de que Máximo Kirchner decidiera bajarse de ese ring y —en principio— presentarse el año próximo en Santa Cruz.
El hecho de que se precipite una fractura o finalmente se preserve la sociedad con Daniel Scioli, será determinante para saber si Alicia va al frente de una lista ultrakirchnerista o se integra a otra en acuerdo con sectores del peronismo orgánico. A más de un año de las elecciones —si finalmente no son adelantadas— el laboratorio electoral kirchnerista contempla como opciones de candidatos al propio Daniel Scioli, al intendente de Tigre, Sergio Massa y hasta a la esposa del gobernador Karina Rabolini, quien ya dijo que no quiere integrar ninguna lista.
Scioli también descarta la posibilidad de volver a ser candidato testimonial como en 2009 y en cambio promueve a su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, quien además está a la cabeza de una construcción política propia en la Provincia, con el relanzamiento de la agrupación DOS (Daniel Osvaldo Scioli). La DOS se suma a otros tinglados sciolistas como la ya instalada Juan Domingo; el Grupo Descartes del ministro de Trabajo bonaerense, Oscar Cuartango; Peronismo 2020 de la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; o Peronismo sin Fronteras, del titular de Infraestructura, Alejandro Arlía.
"Por primera vez estamos armando algo propio y eso molesta", confió una fuente del gobierno provincial a este columnista. Tras múltiples gestos de diferenciación por parte del Gobernador, como los encuentros con Hugo Moyano y Roberto Lavagna, en el kirchnerismo puro ven una jugada: que Alberto Pérez sea diputado y el ex ministro de Economía se convierta en jefe de
Gabinete del ya virtual candidato presidencial. La alternativa K a ese entramado sciolista es Alicia o Massa, pero el alcalde de Tigre cavila entre aceptar ese convite, ser candidato por un partido vecinal —no K— o directamente dejar pasar el turno en 2013 y concentrarse en 2015.
¿Papeles en regla?
El caso de la hermana de Néstor Kirchner requiere de un análisis especial. ¿Puede ser candidata? Por lo pronto, está empadronada en Santa Cruz, donde vota regularmente, pero desde hace nueve años ejerce el cargo de ministra de Desarrollo Social, más allá de haber pedido una corta licencia para ser electa senadora nacional por Santa Cruz en 2005. A la luz de los engorrosos permisos obtenidos por el propio ex presidente y Scioli para competir en el territorio madre de la Argentina en turnos electorales previos, la intuición general es que Alicia Kirchner tampoco tendría problemas en hacerlo.
El solo hecho de mostrar boletas de alguna propiedad con servicios a su nombre en la provincia será suficiente prueba para que acredite los dos años de residencia inmediata que se requiere a un candidato a diputado nacional antes de la elección. En verdad esa tarea de validación aún no fue puesta en marcha y la ministra se cuida de esquivar el tema de su posible candidatura, al punto que su número dos, Carlos Castagnetto, se llevó un tirón de orejas por sugerirlo durante una actividad pública reciente en Carmen de Areco.
Pero tanto en el discurso como en la acción la hermana mayor de Néstor Kirchner elevó el perfil. Pasó de hablar únicamente de la gestión para promover la construcción política en actos masivos de su fuerza política, la Corriente de Liberación Nacional (Colina), que está a punto de cumplir dos años. En Colina ya abrevan otros dos ministros nacionales Alberto Sileoni (Educación) y Debora Giorgi (Industria), mientras que su secretario general Andrés La Blunda y su flamante secretaria de Derechos Humanos, Victoria Montenegro, son nietos recuperados.
Sus arquitectos se jactan de contar con 38 concejales distribuidos en distritos del conurbano y 18 diputados provinciales y aseguran que la ola electoral podría multiplicar fidelidades y afilicaciones. El crecimiento de la agrupación le permitió hacer pie en 20 de los 24 distritos del país y —según afirman sus dirigentes— llevar diez mil militantes propios al bautismo del nuevo cristinismo en el Estadio de Vélez Sarsfield.
Esa expansión también cultiva una rivalidad con las dos organizaciones que encabezan las preferencias presidenciales: La Cámpora, que relega a Colina en los medios públicos, y el Movimiento Evita, con el que comparte los mismos estratos sociales y generacionales de la militancia. La nueva carta electoral kirchnerista cuenta con una caja millonaria para la política a través del Ministerio de Desarrollo Social, pero sus allegados le reprochan que no libere fondos para acompañar la proyección de Colina. "Quiere ser muy prolija con eso porque allí también reside su éxito político", aseguran.
Gabriel Profiti
Agencia NA