"Ahora los medios de comunicación son empresas donde la libertad de prensa
se mezcla con la libertad de empresa y se produce toda una disquisición sobre
cómo esto influye en la política, y en qué medida la mediatización de la
política a través de los medios de comunicación no exige repensar la forma
de comunicar a la sociedad. Algunos hombres de los medios creen que se es buen
periodista solo describiendo lo que consideran malo. Tienen una noción
equivocada del periodismo",
dijo Cristina K al País
en
una entrevista publicada el domingo pasado. Según
una
encuesta propalada por Graciela Romer, tiene una imagen positiva de 65%,
mientras que su marido llega al 57%. Fue realizada en Capital Federal y Gran
Buenos Aires durante la última semana de 2004, la misma de la masacre
de
Cromagnon. Fernando
Paolella
A
pesar de tanta danza de números, las palabras de la autodenominada
primera
ciudadana resultan
un tanto obscenas. Sobre todo, teniendo en cuenta la posición rastrera de
cierto periodismo hasta la tragedia del jueves 30 de diciembre de 2004. Papel
que, de seguro, provocaría arcadas y
náuseas a su admirado Rodolfo J. Walsh
(1927-1977).
Es
que a la
titular del Senado nacional, y aspirante a posicionarse como gobernadora
bonaerense, siempre le gustó ponerse el sayo de militante setentista. A tal
extremo, que el 24 de marzo del año pasado, junto con su marido el presidente
Néstor Carlos, pretendió exorcizar todos los demonios del pasado convocándolos
a que se congelaran en la siniestra ESMA travestida como museo de la
memoria. Craso error, pues el pasado reciente no se inserta en un museo
mientras se intenta obturar el conflicto presente.
Espejo de periodistas
"Escribió con una franqueza que en su
época causaba tanto
estupor como ahora, al releerlo. En un manual de estilo para novatos que
escribió en 1959, Walsh afirma que '
las dos cualidades esenciales del periodista son exactitud y rapidez'. Y
agrega: 'Ese orden correlativo no excluye que ambas se ejerciten al unísono'.
Un gran periodista, que como Walsh escribió inolvidables narraciones, cuentos
policiales y artículos de diarios que pueden leerse y releerse una y otra
vez, el jesuita Leonardo Castellani, que tanta influencia ejerció sobre
nuestra generación, escribió en una dedicatoria de un libro:
'Para
el espejo de periodistas y argentinos Rodolfo Walsh'.
Fue
el 1° de enero de 1959, Walsh, que admiraba a Castellani, solamente leyó la
mitad de ese libro, porque ese mismo día la victoria de la revolución cubana
lo arrancó de uno de sus oficios terrestres para colocarlo otra vez en su
lugar, allí donde la exactitud y la rapidez debían practicarse al unísono",
narra
Rogelio García Lupo en el
prólogo del libro El
violento oficio de escribir (Planeta,
marzo
de 1995)
Sin
duda, estas apreciaciones son correctas al analizar la labor del quizá mejor
hombre de prensa de los últimos cuarenta
años. Por eso, su Carta
abierta a la Junta militar, fechada
el 24 de marzo de 1977, un día antes de su asesinato y
desaparición,
está
considerada mundialmente como la mejor expresión del periodismo de denuncia
jamás escrita. En la misma, estalla con todo fulgor un final de hierro:"Estas
son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he
querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser
escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí
hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles".
Todo
un mandamiento para la prensa del futuro, aquel que abraza a
menudo ingrato oficio, debe tener la certeza que se convierte en un testigo de
su época. Asumir el compromiso de dar testimonio, esto es,
poner la cara y abrir los ojos para no perderse nada de lo que sucede
alrededor. Y también los oídos, para no dejar de escuchar lo que la gente
dice y se comenta off the record por ahí. Para luego utilizar la
inteligencia y el sentido común para no comerse cualquiera.
Así se obtiene
el andamiaje intelectual y volitivo para dar testimonio en tiempos difíciles
y no tornarse ningún botarate a sueldo. De esos de los que
la senadora Kirchner dice ahora estar tan molesta. Pero haciendo la omisión
permanente de que en un tiempo muy reciente, utilizó sus servicios dilectos
para lucir a través de ellos, todo su glamour.
Por
eso, Rodolfo volvé, que te necesitamos.