El Gobierno decidió reforzar las acciones dirigidas a restringir la presencia del dólar en la economía cotidiana. Luego de prácticamente prohibir la compra-venta libre de moneda extranjera, de poner limitaciones a la adquisición de divisas para viajes y otros fines específicos y —esta semana— de recargar las compras con tarjetas de crédito en el exterior, la AFIP ordenó también pesificar los diálogos de películas no argentinas.
Concretamente, las distribuidoras locales de producciones norteamericanas, europeas y de otros orígenes extranjeros deberán convertir a pesos las sumas en dólares, euros u otras monedas que mencionen los personajes. De hecho, también tendrán que adecuar los títulos de aquellas producciones cuyos nombres originales incluyan citas monetarias.
Así, por ejemplo, el legendario western "Un dólar marcado" pasará a llamarse "Cuatro pesos con sesenta y cinco centavos, todos marcados".
"Es una reglamentación incómoda", reconocieron a Angaú Noticias desde algunas de las empresas que comercializan en la Argentina producciones fílmicas extranjeras, principalmente estadounidenses. Por otra parte, los cambios deberán actualizarse cada vez que varíe la cotización en el mercado oficial.
En la AFIP, en cambio, sostienen que la medida no puede justificar quejas ni reclamos porque "no tiene ninguna incidencia operativa en la economía", sino que apunta a "cimentar una cultura que priorice la moneda nacional y contribuya a dejar atrás muchas décadas de colonización mental de los argentinos".
"Nos complica bastante"
Lautaro Rayllez, gerente de Cruz del Sur Fílmica, empresa que comercializa a nivel local producciones de varios estudios norteamericanos, dijo que la nueva resolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos "complica bastante" al sector.
Como ejemplo citó el caso de "Un dólar marcado", señalando que "no solamente hay que cambiar las carátulas de los DVD's, sino que además tenemos que invertir un montón de recursos en ver cómo podemos, digitalmente, modificar la escena más famosa de la película, que es cuando el protagonista se salva de un balazo que iba dirigido a su corazón porque una moneda de un dólar, que llevaba contra el pecho, detiene el proyectil, y él muestra la moneda agujereada".
AN fue testigo del trabajo que en la distribuidora se lleva adelante con expertos en animación digital y fotomontajes para adecuar esa secuencia a lo dispuesto por el organismo recaudador. El resultado es bastante penoso, ya que la escena pierde naturalidad y en el momento clave, se notan los montajes y arreglos digitales mediante los cuales el personaje central extrae de entre sus ropas los 4,65 pesos argentinos en vez del dólar de la historia original. La escena, además, pierde tensión dramática porque el vaquero pasa a mostrar cada billete y cada moneda, todos con un agujero.
Rayllez dice que hay que tener en cuenta que el western en cuestión "es un clásico, una película de hace cuarenta años que ahora sólo se comercializa como DVD, pero en los casos de estrenos, también vamos a tener que cambiar la cartelería de los cines, además de modificar doblajes y subtitulados. Son más costos que se suman".
Otros cambios
Como la resolución de la AFIP se aplica tanto a las producciones nuevas como a aquellas realizadas con anterioridad pero que siguen siendo difundidas, las comercializadoras y canales de TV están ahora abocados a revisar sus grillas y ver en qué casos hay que introducir cambios.
Las dificultades que se presentan son de una variedad casi infinita, desde editar escenas de calle para que si los personajes pasan frente a una vidriera los precios figuren en pesos, hasta re-producir secuencias enteras, como la de "Un dólar marcado".
Ernesto Blaum, un actor y locutor que trabaja en la industria del doblaje, dijo a AN que la reglamentación "entorpece mucho" su labor. Como prueba citó el nuevo doblaje que debió hacerse para la película "Propuesta indecente", el célebre film en el que Robert Redford interpreta a un millonario que le ofrece al marido de una mujer (interpretada por Demi Moore) un millón de dólares a cambio de poder pasar una noche con ella.
"La escena más importante se vuelve un embole, porque no es lo mismo doblar al español diciendo 'te ofrezco un millón de dólares' que diciendo 'te ofrezco cuatro millones seiscientos cincuenta y cinco mil pesos con setenta y ocho centavos'. Además de que cuesta mucho hacer coincidir el movimiento de labios del actor con el doblaje, el espectador se pregunta por qué mierda el tipo es tan rata como para medir hasta los centavos que cuesta la mina, en lugar de ofrecer una cifra redonda", señala Blaum.
El trabajador del doblaje comenta que la cosa no termina ahí. "Después, cuando estalla el drama entre los integrantes de la pareja por haber aceptado el trato, y luego de que ella ya estuvo con Redford, las discusiones entre la mujer y el marido pierden potencia literaria. Queda flojo que ella le grite a él '¡Maldita sea, no me acuses, fuiste tú el que dijo que podríamos dejar esto atrás y dedicarnos a disfrutar de cuatro millones seiscientos cincuenta y cinco mil pesos con setenta y ocho centavos!' El clima que se genera no es el mismo".
La disposición dio lugar también a reacciones aprobatorias. Por ejemplo, la distribuidora Calafate Movies, muy ligada a la administración kirchnerista, celebró la medida. "Es otra decisión brillante del gobierno popular para seguir liberándonos del yugo opresor", dijo un vocero a AN por vía telefónica. Y en un exceso de oficialismo, la compañía ya rediseñó las carátulas de "Europa, Europa", una multi premiada obra de 1991. Ahora se llamará "Pesopa, Pesopa".
Angaú Noticias
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