En la cadena nacional número 16 en lo que va del año, el pasado 3 de septiembre, la Presidenta volvió a interferir las señales de radio y TV abiertas para transmitir un acto por el Día de Industria, sin embargo por primera vez lo hizo en horario central.
La “cadena prime time”, como ya se osaron de llamarle algunos, ya cosechó detractores y defensores. Jorge Lanata por un lado, y Ricardo Forster por el otro.
“Como dijo el periodista Pablo Sirvén por Twitter, la última vez que un presidente usó el prime time para una cadena nacional fue durante la masacre de Ezeiza en el año 70, esta vez fue por el Día de Industria”, dijo Lanata el martes pasado en comunicación con Telenoche.
“En Venezuela, Chávez habla tanto por cadena, que se triplicó la cantidad de gente abonada al cable. Es paradójico que en el Día de la Industria, la industria de la televisión, al tener una cadena en prime time, perdió millones de pesos en publicidad”, indicó el periodista.
“El uso de la cadena está reglamentado y advierte que podrá ser usada en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional, lo del Día de la Industria no tenía nada que ver con esas cosas, con lo cual el propio Gobierno violó una ley del Estado. Además, si en el año hubo 16 ‘situaciones graves’ estamos en un problema”, agregó Lanata.
“La televisión abierta es popular y horizontal, es una apuesta que al Gobierno le salió mal”, puntualizó.
Por otro lado, el filosofo Ricardo Forster, referente del grupo de intelectuales Carta Abierta, aseguró hoy: "Estoy a favor de la cadena en horario central. No ha habido gobierno que no haya usado la cadena nacional. Y sobre todo cuando los grandes medios de comunicación están en manos de grupos con claros intereses”, defendió.
“Los gobiernos de matriz popular necesitan comunicar lo que están haciendo”, y agregó: “Lo que veo es que en la ciudad de Buenos Aires hay una gran tachadura de lo que pasa en el resto del país", dijo Forster en referencia a los cacerolazos registrados en la Capital Federal al momento en que Cristina hablaba para el país.