No es fácil llegar a Cristina Fernández para ningún periodista en la Argentina. Más allá de las escasas conferencias de prensa que brinda, con resultados negativos, acercarse y preguntarle algo es misión —casi— imposible.
Es curioso, porque hasta el presidente de Estados Unidos Barack Obama se expone a las preguntas de los medios como una práctica habitual, aunque, naturalmente, cuando se incomoda, se retira.
Hugo Chávez, mandatario de Venezuela, se enfrenta mano a mano con diversos medios de comunicación y es tenso. Pero Cristina nada.
Solo un periodista es capaz de lograr lo que es una quimera para muchos: hablar 15 minutos de corrido con CFK. Ese hombre es Pablo Camaití, ex notero de CQC, “el notero de la Presidenta”, con intercambios fluidos, con extremada —y curiosa— confianza y diálogos distendidos.
El “feeling” con la Primera Mandataria ha rendido sus frutos y Camaití, que también tiene una productora de contenidos llamada El Hilo, desembarca en el noticiero de la medianoche de Canal 7, generando malestar entre los gremios, en especial UTPBA, encabezado por el afamado “Batata”.
El reportero que supo ganarse un lugar en el programa de televisión Caiga Quien Caiga, con una dosis fuerte de sarcasmo, ironía y humor —componentes característicos del ciclo— traza un camino en dónde se puede delinear claramente una cercanía al proyecto del gobierno nacional.
Las preguntas incómodas eran para los referentes del PRO durante sus pasados informes en CQC y tenía, en general, intercambios más amables con exponentes del oficialismo.
Ahora, el nuevo desafío es renovar el noticiero de la medianoche en la TV Pública; la incorporación del notero busca darle un estilo joven y ágil a la conducción y a la presentación de las noticias.
¿Por qué Pablo Camaití llega al noticiero de Canal 7? Las respuestas acaso, están a la vista. En el kirchnerismo parece ser algo que se repite: los que llegan más lejos son los que coinciden con el relato, el disenso muchas veces impide el desarrollo profesional.
Ello explica que no se “escala posiciones” por mérito o trabajo, si no por razones muy diferentes. Allí está el caso insignia del murguero y militante en Lugano y Soldati de La Cámpora que fue movilero de “Duro de Domar” y hoy es el gerente de noticias de la Televisión Pública. Su nombre: Carlitos Figueroa.
Aunque, seguramente ningún sistema democrático esté exento de acomodos y amiguismos, en la era K esto es tan explícito como el desprecio a todo aquel que se anime a cuestionar, aunque sea, una coma.
Sebastián Turtora
Twitter: @SebiTurtora