La frase sorprendió a los que la escuchaban, de manera tal que ni siquiera las cámaras de CN23 lo pudieron disimular. "No hay que aflojar ni en los peores momentos", aseguró Cristina Kirchner. Acto seguido, agregó que Néstor Kirchner le enseñó a "no aflojar nunca" y a "tirar para adelante". Todo un reconocimiento implícito de la mala racha que vive en estas horas el Gobierno.

Esas palabras fueron pronunciadas en un acto que encabezó en Ezeiza la mandataria al dejar inaugurado el centro cultural "Amigo Néstor", no casualmente horas antes de la marcha que se espera para esta noche en el marco del 8N. Cada nueva palabra y gesto oficial —incluso el mutismo sobre la marcha—, muestran la preocupación que en estos momentos reina en el seno del Gobierno.

Esta mañana, Cristina también se había explayado en las redes sociales, destacando que "vivimos un momento de democracia total" y luego reiteró que "hay una nueva construcción política en la Argentina y en toda la región basada en un patrón que cuida la producción y el mercado interno".

En una parte del mismo discurso, la mandataria realizó una enfática defensa de la gestión estatal de Aerolíneas Argentinas al asegurar que "ahora llega a todas partes" cuando de los concesionarios privados "la recibimos sin nada, solamente con sus trabajadores, sin patrimonio, endeudada".

Alguien debería recordarle a Cristina que aún la empresa no presentó un solo balance financiero desde que fue estatizada.

Fue poco feliz que la Presidenta sostuviera que a la empresa "la estamos reconstruyendo", cuando hace años que ya fue puesta al servicio del Estado. ¿Cuánto más hay que esperar?

Oficialmente, no fue una buena idea hablar de Aerolíneas, ya que lejos de desalentar la marcha de esta noche, ha provocado la furia de aquellos que recuerdan los elevados sueldos que cobran los funcionarios camporistas. Mariano Recalde es el emblema de ello, con un salario mensual de 82 mil pesos.

Esto ocurre en momentos en los que Diego Bossio reconoció que no se pagará a los jubilados el 82% que exige la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Sin quererlo, Cristina ha dado este jueves un nuevo argumento para impulsar a la sociedad a marchar esta noche. Ya mismo debería echar de su cargo a quien le organiza sus discursos.

Carlos Forte
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