A pesar de los numerosos elogios de la Presidenta a la Casa de la Moneda, la situación en esa entidad sigue siendo paupérrima. Además de las paralizaciones en la producción que sufrió hace pocos meses —ocasionadas por protestas laborales producto de despidos injustificados y el denegado reclamo de un aumento del 30% por parte de la titular de ese organismo— se le suma el insólito equipo tecnológico con el que cuenta ese organismo clave.
Según publicó El Auditor, la Auditoría General de la Nación detectó que en la Casa de la Moneda se está utilizando tecnología de grabado de más de 30 años de antigüedad que no permiten controlar digitalmente la producción de billetes.
La verificación del uso de tinta y papel enviado por el Banco Central y la cantidad de billetes generados, dependen de registros manuales o de computadoras con sistemas operativos desactualizados y en desuso. “Con los potenciales riesgos de error inherentes a los procesos manuales”, dice el informe.
La AGN indicó también que “la Casa de Moneda Sociedad del Estado utiliza tecnología calcográfica de más de tres décadas de antigüedad, que, a su vez, no posee interfaces digitales para el control de la producción”.
Además, en la evaluación de la gestión de ese organismo se descubrió que no existe un Plan Estratégico, lo que conduce a que “las decisiones de adquisición de recursos de tecnologías de la información sean reactivas” y relativas “a las necesidades coyunturales”.
Por otra parte, el organismo de control detectó que “hay una cantidad importante de equipos que ya cumplieron su vida útil”.
De 268 computadoras, 196 tienen más de 4 años y 248 tienen sistemas operativos Windows que no tienen el soporte del fabricante, como en las que se encontró instalado Windows95. Si bien entre 2008 y 2011 se realizaron varias compras para revertir esta situación, las adquisiciones “no llegaron a renovar ni el 25% del parque informático por año”, concluyó la AGN.
En cuanto a la seguridad de los sistemas, la cuestión no es muy diferente. “No hay un responsable asignado en la seguridad de la tecnología de la información” y “no hay restricciones en la navegación de páginas web, con la consecuente posibilidad de afectar la seguridad de los equipos del organismo”.
Además, el centro de cómputos “no está protegido de factores ambientales como el fuego, polvo y humedad entre otros” y “los gabinetes en donde se alojan los servidores, unidades de cinta y elementos de conectividad tienen sus puertas traseras abierta con los cables de alimentación y de datos sueltos”. Además, no hay para este sector “un registro de visitas ni procedimientos para limitar los mismos”.
Frente a todo esto, la Auditoría General señaló la necesidad de “renovar e incorporar nuevo hardware, capacitar a los agentes, desarrollar estrategias, políticas y procedimientos y definir las instalaciones del centro de procesamiento de datos de acuerdo con las buenas prácticas en la materia”.
Hay que destacar que el 12 de noviembre pasado, la presidenta Cristina Fernández ratificó como presidente de la Casa de Moneda a Katya Daura, estrecha colaboradora del vicepresidente Amado Boudou desde hace ya varios años y salpicada en los últimos meses por la investigación del caso Ciccone.
José María González