Este domingo, diario Perfil publicó un artículo firmado por el director de la consultora kirchnerista Equis, Artemio López, cuyo título reza: “Operación 'cambio de clima'.”
Dicho artículo trata, por si no tuvo el desagrado de leerlo, sobre un supuesto “cambio de clima” pretendido ser instalado por parte de ciertos sectores golpistas–desestabilizadores, tratando de perjudicar al Gobierno nacional y hacer ver que en
Lógicamente, no solo esto es falso, sino que, además, en concordancia con el relato oficial, el señor Artemio López se despacha con una catarata de mentiras, incoherencias y ridiculeces. En fin, póngale usted el adjetivo de su preferencia, pero lo cierto es que nos pretende tomar por idiotas contándonos una realidad que solo existe en la fantasía mental del kirchnerismo.
Para demostrar que absolutamente todo lo que cuenta el Sr. López es, no solo falso, sino que además carente de argumentos y muy alejado de la realidad, basta analizar párrafo por párrafo.
- “Como parte de la operación ‘cambio de clima’ respecto del que se instaló en el país tras los casi 12 millones de votos que recibió Cristina Kirchner en octubre de 2011, y 38 puntos de diferencia respecto de la segunda fuerza, varias acciones coordinadas se sucedieron.”
En primer lugar, hay que aclarar que el único y verdadero “cambio de clima” que se gestó a partir de octubre de 2011 lo generó el mismísimo Gobierno, tomando medidas como, por ejemplo, el cepo al dólar, por citar solo una. A propósito, ¿alguien por parte del Gobierno pudo aclarar por qué, si las cosas van también se le puso el cepo al dólar?
Esto solo sería motivo más que suficiente como para demostrar que la economía está en crisis, pero evidentemente el kirchnerismo tiene una visión muy rara, no solo de lo económico, también de la realidad.
Desde los pronósticos socioeconómicos apocalípticos que nunca se cumplen, pues no están diseñados para cumplirse, sino para alentar expectativas negativas, hasta encuestas que suponen que a pesar de mantener los niveles de consumo y empleo sin cambios significativos respecto de los existentes en el momento del rotundo triunfo oficialista de 2011,
Evidentemente, el Sr. López no ve o no quiere ver que realmente las expectativas negativas poco a poco se van cumpliendo, ya que tanto los niveles de consumo y la popularidad de Cristina realmente se fueron desmoronando. Ahora, si este buen señor realmente no acepta que estos datos son tan reales como que dos más dos es igual a cuatro, mucho menos se puede pretender que acepte que una inflación realmente preocupante, y un desempleo que crece tapado por los planes sociales.
- “Al cotillón opositor se sumó también el caceroleo de segmentos medios altos y altos porteños, fogoneado por los medios opositores y convocados por ‘espontáneos organizadores’ pertenecientes mayoritariamente al grupo de activistas de partidos rivales presentes en las redes sociales.”
El único cotillón que existe por estas horas es la burda operación del Gobierno nacional gastando dinero público en la campaña “Clarín miente”. Pero el punto más ridículo, evidentemente, es llamar a la protesta del 8N como “el caceroleo de segmentos medios altos y altos porteños, fogoneado por los medios opositores y convocado por “espontáneos organizadores”.
Esto, realmente, no resiste el menor análisis. No reconocer que la gente se expresó porque está harta de la inflación, la inseguridad, los increíbles actos de corrupción del kirchnerismo pero, fundamentalmente, hartos de la soberbia y autoritarismo que muestran día a día es no ver más allá de sus narices. Ahora, eso de tratar a la gente que se manifestó como “segmentos medios altos y altos porteños” a modo de descalificación, realmente es algo tan estúpido y falso como todo lo que dice su artículo.
Recientemente, dos movilizaciones y un paro general del sindicalismo opositor y sectores vinculados a la producción agropecuaria, cuyo eje central es la baja del impuesto a las ganancias para el 19% de trabajadores formales que lo pagan, parecían completar la operación “cambio de clima”, dándole más profundidad social a la “opo”, hasta ese momento muy sesgada hacia los segmentos medios altos y altos.
Por lo menos el Sr. López reconoce que la huelga realizada por Moyano fue con motivo del reclamo a la baja al impuesto a las ganancias, cosa que no es tan así, ya que en realidad se trata de la baja al mínimo no imponible. Una vez, más pero el kirchnerismo interpretando todo según le parece.
- “¡Esto no fue todo, amigos lectores de Perfil! Al aproximarse las fiestas, y como es casi una tradición en el país, se largaron saqueos notablemente organizados en busca de plasmas, microondas, computadoras, iPads y cualquier otro dispositivo cuya innovación tecnológica hace las delicias de los ‘movimientos sociales’.”
Como no podía ser de otra manera, llegamos al punto que realmente le interesa al Sr. López o, mejor dicho, a quienes le pagan para que diga lo que ellos quieren que diga: echar culpas a quien sea por los saqueos.
Tal vez sea hora de que el consultor K comprenda que el problema no es quién organizó los saqueos, o si prefiere, tal vez sea secundario. Lo importante aquí es:
A) Si los que saquearon se animaron a hacerlo, es porque el kirchnerismo, desde que está en el poder, fomentó que cualquiera puede hacer lo que se le ocurra, total, acá nadie va en cana.
B) Si toda esa gente, que realmente es marginal, tuviera educación y un poder adquisitivo que le permita vivir dignamente, de ninguna manera cometería tal ilícito. El problema, es que el propio Gobierno generó esta clase social. Un estrato de la sociedad útil para este tipo de cosas, personas cautivas de su propia miseria e ignorancia mantenidos por míseros planes sociales que solo sirven para fomentar vagancia, tenerlos como rehenes y utilizarlos en elecciones y actos políticos.
C) Quedó expuesto, más que claramente, la incapacidad institucional de mantener el orden con funcionarios tan ineptos como “súper Berni” y Nilda Garré.
- “La mejor caracterización de los saqueadores la dieron los intendentes del conurbano bonaerense, en cuyos distritos se concentró el 80% de los arrebatos, cuando en conjunto advirtieron que ‘están organizados’, y catalogaron de simples ‘ladrones’ a quienes están al frente de los incidentes en puertas de supermercados.”
El análisis de Artemio es tan ridículo en este párrafo que no hace más que contradecirse a él mismo.
- “Finalmente, frente a episodios delictivos tan groseros, cabe recordar la sentencia que Juan Domingo Perón expresó ante los diputados de
‘En este momento, con lo que acabamos de ver, en que una banda de asaltantes que invoca cuestiones ideológicas o políticas para cometer un crimen, ¿ahí nosotros vamos a pensar que eso lo justifica? ¡No! Un crimen es un crimen cualquiera sea el móvil que lo provoca, y el delito es delito cualquiera sea el pensamiento, o sentimiento, o la pasión que impulse al criminal. Siempre que hay voluntad criminal es un delito, y eso lo tiene que penar la ley, no nosotros’.”
Para finalizar, y como no podía ser de otra manera, como buen peronista el Sr. López invoca al General, citando una de sus frases, esas que se pueden utilizar para cualquier cosa y las puede decir cualquiera en cualquier momento, refiriéndose a lo que sea.
Sería bueno que si el Sr. López, realmente está preocupados por los crímenes y actos delictivos, él y quien lo representa empiece por realizar una introspección, una autocrítica, sincerarse con ustedes mismos y con el pueblo y hacer lo que hay que hacer, que no es precisamente saquear como está haciendo este Gobierno con el país.
Tal vez sea necesario recordar dos ejemplos: el caso Ciccone y el enriquecimiento de
Si con esto no alcanza, hay más, mucho más como para demostrar que están saqueando la nación, pero eso sí, con argumentos y pruebas, no como gusta de hacer Artemio, con una ficción digna de una novela de TELEFE.