Las declaraciones de la muñeca Barbie a una revista, diciendo que le gustaría saber "cuáles son las razones por las que algunos empresarios argentinos se pusieron ahora a fabricar un juguete inspirado en la figura presidencial", y preguntándose "de dónde salen tantos accesorios", no quedaron sin respuesta.
Muy por el contrario, anoche, vía Facebook, la muñeca Cristina, el artículo en cuestión, salió al cruce de esas expresiones y en una carta de 68 páginas le recomienda a Barbie "no pedir tantas explicaciones a los demás, porque quizás usted misma debería entonces soportar que le pregunten quién le financia su multiplicidad de residencias, sus vehículos, los glamorosos vestidos, las joyas que luce y su alocada vida social".
En otro párrafo, la muñeca presidencial también se muestra enfadada con los dichos del producto de Mattel en cuanto a que en la Argentina "siempre andan peleados y pareciera que si alguien no piensa como el gobierno es un muñeco malo al que hay que sacarle las pilas, arrancarle la cabeza y meterlo en el armario de las cosas que no se usan".
"Déjeme decirle, Barbie, que soy una gran admiradora suya —dice la carta que ahora circula por las redes sociales—. Producciones como la Barbie Dream Glow, la Barbie Glam Beach o la Barbie Amazing Nails me parecieron de lo más logrado de nuestra civilización, por eso la respeto y le tengo un profundo aprecio, más allá de la sarta de imbecilidades que dijo, de su aspecto de tilinga sin conciencia de género, de su complicidad con todos los gobiernos genocidas del mundo, del diseño soso y alienante de su rostro, de su ausencia casi total de materia gris y de su absoluta incapacidad para procesar las lecciones de la historia".
Barbie: "No es lo que dije"
Esta mañana, luego de la gran repercusión alcanzada por sus declaraciones, pero sobre todo por la que obtuvo la contestación de Cristina, distintos medios sacaron al aire a Barbie. "Me gustaría tener una entrevista personal con la Presidenta, lo que salió publicado no es exactamente lo que yo dije. Lo que yo expresé en el reportaje era que todos los muñecos del mundo que representan a un presidente, o a cualquier ministro, o a cualquier político, o a cualquier votante, o a cualquier tubérculo, o a nadie, deberían explicar de dónde viene su patrimonio".
Pese al arrugue, fueron numerosos los muñecos oficialistas que salieron a criticar con dureza a Barbie. El Iron Luppi dijo a una radio que "Barbie siempre me pareció alguien con el mismo nivel de pelotudez que Darín, pero ahora me doy cuenta de que no. Es recontra-pelotuda".
Lady Hebe, en tanto, dijo que la rubia "siempre fue uno de los grandes obstáculos de los procesos revolucionarios en América Latina" y la acusó de "haber tenido cuatro abortos con los hermanos Kennedy".
Víctor Hugo El Relator del Relato le recomendó "tener en cuenta que Cristina tiene el apoyo del 54% de los juguetes argentinos".
José Pablo El Filósofo, en una columna publicada en Página/12, analizó que Barbie "representa la tétrica doctrina de la seguridad nacional, la cara más repugnante del discurso ultracapitalista que ya bajaran El Pato Donald y Tío Rico, con sus alcahuetes locales, Oaky y Gold Silver. En cambio, Cristina levanta las banderas de la línea histórica San Martín-Yrigoyen-Perón-Patoruzito".
Tibios respaldos
También asomaron algunos apoyos, en general tímidos, a excepción de Huracán Lilita, que en una encendida participación en el programa A Dos Pilas dijo que Barbie "representa la mujer que llega para que de una vez por todas en este país se produzca el parto doloroso del que ningún Utilísima Satelital habla".
Más formal y con su estilo piloto automático, Mauricio Pibe Diez consideró que "lo que esta polémica muestra es una Argentina que pide una clase muñequeril más seria, más responsable, que brinde seguridad jurídica a los inversores". De paso, reveló que gestiona que la ONU se haga cargo de los subtes metropolitanos.
Daniel Bonaerense, el único muñeco del mercado que se puede usar tanto en función oficialista como opositor, dijo por su parte que "lo importante en este momento es que todos tiremos para el mismo lado, porque los argentinos quieren grandeza. Tengo un gran respeto por Barbie y creo que sus preocupaciones son legítimas, y me parece que Cristina estuvo bien al decirle que no lo son".
Aníbal Picapiedra, en tanto, elevó el nivel de debate en un interesante análisis realizado para Radio Nacional: "Lo que dijo esta señorita Barbie me quita toda necesidad de saber por qué Ken se hizo put…".
Esta noche la discusión alcanzaría un nuevo pico. En el programa 6,7,8 se proyectará un informe que sostiene que la muñeca de Mattel fue quien en realidad asesinó a John Lennon.
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