Si se recorre la historia argentina, desde el surgimiento del peronismo, el país no puede salir de su letargo. Los gobiernos peronistas —inlcuido obviamente al actual— se han ido prestando el poder con militares y radicales, donde en los ciclos democráticos desde la década del 40, el peronismo ha tenido la mayor cantidad de tiempo en el poder. En total fueron 35 años de peronismo, 28 de dictaduras y 11 radicales (sumando los de la Alianza y la etapa de Frondizi).

Tratando de tener una visión objetiva, en materia de crecimiento, y a pesar de estar arrinconado por los intentos de golpe de estado, la mejor etapa de la Argentina fue la de Frondizi, a quien todavía hay que agradecerle obras, como los trenes que aún se están usando en la actualidad. Más allá de haber muchos puntos cuestionables en su gestión, el resto de los mandatos se desarrollaron entre populismo, represión, inflación y estatismo.

Los peronistas solo dejan gobernar a los peronistas y ellos no son más que una asociación a la que solo le interesa engrosar sus cuentas. ¿Que hizo el peronismo mientras estuvo en funciones ejecutivas? Primero robar y saquear, seguido de medidas populistas de corto plazo (pan y circo). Dependiendo la época, fueron estatistas o privatistas; apoyaron “al movimiento obrero” o lo defenestraron; se cerraron al mundo como también hicieron una apertura brutal sin darle recursos a la industria nacional para poder competir con los productos extranjeros. Pasaron de tener “relaciones carnales” con EEUU a estar de la boca hacia fuera peleados con el imperio del norte.

Se pugnan entre sí para ver quién es que llega al poder. Es histórico y se podrían escribir páginas del amor/odio dependiendo la conveniencia. Pero una vez definida la estructura, todos, absolutamente todos, se alinean detrás de su referente. ¿Qué significado tiene el “Día de la Lealtad” para un peronista?

Esto no se vería mal si la ideología, ideas o ideales fuesen similares, pero este partido ha sabido tener entre sus filas a la triple “A”, montoneros, la JP, Menem, Duhalde, Scioli, Néstor y Cristina, Alperovich y Boudou. Discépolo tenía tanta razón. El peronismo es la mejor representación del “Cambalache”.

En la actualidad, Scioli, quien fue vicepresidente de Néstor Kirchner y luego gobernador de la provincia de Buenos Aires por dos mandatos para el mismo movimiento que el poder central, ahora es defenestrado, acusado, sometido, traicionado, insultado y muchos más etcéteras por el mismo Frente Para La Victoria y sus satélites.

El peronismo parece es más vivo rejunte de personas sin ningún escrúpulo con el solo objetivo del beneficio personal, y con este tipo de personajes al frente de la Argentina, difícil que el país salga adelante.

Lamentablemente, Luis Barrionuevo tenía razón cuando dijo que se terminarían los problemas si dejaran de robar por dos años.

¿A qué se ha acostumbrado el argentino? ¿Por qué se ha habituado a semejante vejamen? ¿La oposición qué hace?

En la actualidad, la oposición, en menor medida, es cómplice de lo que pasa. El radicalismo es tibio y timorato, el PRO cae en una demagogia cada vez más frecuente y no toma posiciones firmes, especulando con captar votos contrarios un perfil conservador que tiene el partido (la remera de la figura del Che con la cara de Macri es más que ridícula) y el FAP fue y sigue siendo funcional al Gobierno, votando leyes claves impulsadas por el FPV, hoy están tratando de despegarse porque ven que ser socios no les ha traído ningún beneficio y ya están pensando en las próximas elecciones.

Todos, en lugar de buscar difundir sus ideas y tratar de llevar a cabo un programa de gobierno, están buscando el rédito electoral y personal, sin importar a qué costo tratan de sumar votos.

La opción argentina es desterrar estas prácticas, el ciudadano debe darse cuenta que este camino lleva a una decadencia cada vez más pronunciada. Buscar alternativas basadas en principios sólidos y con ideas políticas que sean claras desde el comienzo, personas que tengan vocación y pasión por tener una verdadera nación, honesta, republicana y federal.

Pablo Rodríguez
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Presidente del Partido Liberal Libertario Santa Fe