El Gobierno del Chaco, ante innumerables versiones y consultas por parte de medios de prensa de todo el mundo, dio a conocer una declaración oficial en la que niega terminantemente que el sistema eléctrico del Super Bowl estadounidense haya estado a cargo del ministro provincial de Infraestructura e Iluminación de Superclásicos Sudamericanos, Omar Judis.

"Debemos reconocer que el apagón en el evento más importante del calendario deportivo de los Estados Unidos no fue autoría del ingeniero Judis ni de su calificado equipo de técnicos, sino un episodio con el que el Ministerio de Infraestructura e Iluminación de Superclásicos Sudamericanos no tuvo vinculación alguna", expresa el documento difundido por la administración del señor gobernador de todos los chaqueños, Jorge Hilton Capitanich.

El domingo, en la gran final del fútbol americano, el estadio Superdome quedó a oscuras durante 35 minutos. De inmediato todos recordaron lo sucedido el 3 de octubre del año pasado en el estadio Centenario de Resistencia, del Club Atlético Sombriento, donde un partido entre los seleccionados de fútbol de Argentina y Brasil debió ser suspendido luego de dos horas sin poder encender las torres de iluminación.

Aquel hecho le dio a Capitanich una proyección internacional inédita, y posicionó al Chaco como uno de los lugares más atractivos del mundo, sobre todo para las personas que padecen fotofobia.

Prestigio bien ganado

Luego del frustrado partido entre argentinos y brasileños, no faltaron los imbéciles que lo consideraron un papelón internacional, como si no fuera habitual que se suspendan competencias de ese nivel por falta de luz. Sin ir más lejos, un choque entre Inglaterra y Escocia se canceló por el mismo motivo en Glasgow, el 12 de agosto de 1902.

El ensañamiento de cierta prensa destituyente llegó al punto de que se intentó ridiculizar una de las hipótesis barajadas por Judis —responsable de los controles técnicos en el estadio Centenario en aquella noche de octubre—, esa que no descartaba que el colapso en las torres lumínicas haya sido generado por una araña pollito. El animal, se decía, pudo haber provocado un cortocircuito en un tablero.

Esta semana, al rememorar aquella gesta, Judis dijo que finalmente la investigación realizada no pudo determinar con precisión cuál fue la causa de la falta de luz. En su entorno, según pudo saber AN, se tiene sin embargo la íntima certeza de que la responsabilidad fue de la araña. "Probablemente en complicidad con dos vaquitas de San Antonio que oficiaban de campanas", susurran.

El domingo, en Nueva Orleans, cuando las cadenas de televisión hacían "la previa" del Super Bowl, algunas cámaras tomaron una imagen inquietante: Judis ingresaba al Superdome. Miles de fanáticos comenzaron a tocarse los testículos y a realizar otros conjuros. Pero pese a los temores, el partido comenzó con normalidad. Sin embargo, luego del entretiempo y de un espectacular show de Beyonce, la iluminación colapsó. Entonces todas las miradas se dirigieron a Judis, quien —como hacen los jugadores de fútbol cuando en el campo de juego intentan dejar en claro que no están cometiendo falta— se puso de pie y levantó ambos brazos.

Una brigada policial llegó rápidamente a la platea en que se encontraba el ministro chaqueño y le realizó un cacheo. En los bolsillos de su pantalón y su camisa se hallaron 27 arañas. "Cuando compré la ropa ya estaban", fue su explicación. Luego de gritos y forcejeos, comenzó a ser retirado del estadio. En el trayecto, los hinchas lo insultaban, responsabilizándolo por lo ocurrido. Cuando el ministro era subido a un patrullero la iluminación retornó. Los oficiales a cargo del procedimiento lo liberaron y le pidieron disculpas. "Si hubiera sido usted, esto no se arreglaba en toda la noche", reconocieron los uniformados. Judis, indignado, volvió al hotel.

Anoche, el gobierno difundió el comunicado ratificando que el ministro no tuvo nada que ver con la organización del Super Bowl. En la administración de Barack Obama, en tanto, hay preocupación. En el aeropuerto John Kennedy, desde donde Judis regresó a la Argentina, el personal de seguridad que registró su salida contabilizó solamente nueve arañas.

Angaú Noticias
La prensa que te miente, pero avisa