Ficha técnica:
Título para Latinoamérica: Amor.
Título original: Amour.
Dirección y Guión: Michael Haneke.
Género: Drama- Apta para mayores de 16años.
Reparto: Jean-Louis Trintignant (Georges), Emmanuelle Riva (Anne), Isabelle Huppert (Eva), Alexandre Tharaud (Alexandre), William Shimell (Geoff).
Sonido: Guillaume Sciama - Dirección artística: Thierry Poulet.
Distribuidora: Golem Distribución - Montaje:Monika Willi, Nadine Muse.
Productora: Bayerischer Rundfunk (BR), Les Films du Losange.
Música:- Fotografía: Darius Khondji.
País: Francia, Alemania, Austria - Año:2012. Duración: 125min. – Estreno Argentina: 28-02-2013.
El director austríaco, Michael Haneke, nos brinda una lección universal del amor humano. Un amor que trasciende la sexualidad y los sinsabores de la vida.
El sentimiento del amor que se funde en el compañerismo de pareja, y resiste los embates de la biología terrenal. Una historia minimalista, pero profunda, que asedia la culminación de la vida.
El amor a la francesa. Con todo lo que ello implica. Una tradición descriptiva-argumentativa en textos, parlamentos profundos, aunque densos por momentos. Es que el volumen de carga emotiva traspasa los dispositivos cinematográficos naturales, donde la poética no cubre. Quizá la extensión del film, quizá los dispositivo del cine, el formato y soporte elegido, hubiese sido a fin, el lenguaje del teatro. Un montaje que no necesitó de grandes locaciones (escenarios), para contarnos una trama tan dolorosa de la condición humana.
Un matrimonio longevo, ambos profesores de música, que gozan de una jubilación cómoda en los suburbios de París.
En medio de una circunstancia cotidiana, Anne (Emmanuelle Riva), sufre un accidente cerebro vascular (ACV) que la confina a una silla de ruedas. Su pareja, Georges (Jean-Louis Trintignant), tendrá que adaptarse a los nuevos desafíos de la vida.
Amour (2012) es un film adulto, emotivo y trascendente. Hurga sobre los embates del amor, la tragedia y lo imposible. Deja lugar a la trascendencia y la esperanza. Es en la relación padre-hija, la moraleja de la historia. Una lectura primitiva del film, deja de lado lo central de lo anecdótico: el amor eterno.
Si practicamos una anatomía del largometraje, observamos en la primera escena la técnica del flash forward (escena culminación), que nos sindica el final de la película: el sonido de las sirenas, una cuadrilla de bomberos y defensa civil irrumpen en el departamento del matrimonio de marras. Una toma larga, propiciatoria de la suerte del entramado argumentativo. A posteriori, en contraplano, el mítico actor Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, jugarán el resto.
Los detractores del film de Haneke, sostendrán: Amour, es una película triste, demasiado triste. Visceral, en cuanto a la decrepitud biológica y su circunstancia. Dos ancianos y su opaca existencia. Es una lectura. Cierta. Sin embargo, dejan de lado la felicidad, el disfrute de esta simpática pareja de melómanos que gozan de las veladas de la lírica y su poesía. Como reza el axioma: la vida es una de cal y una de arena. Una buena y una mala. Y esa dimensión es la que resalta su director, comprometido con este proceso de cambio permanente.
Haneke, es un cineasta de prestigio bien ganado. Se llevó su segunda Palma de Oro de Cannes, con esta “historia existencialista”. Sólo tres años más tarde de haberla conseguido con La cinta blanca. El director filma este alegato “humanista”, alejado de todo sentimentalismo “plástico”, para conmovernos con una narración, que calza como un guante en el espíritu francés de lucha ante la adversidad. Todo un logro, el saber delimitar la antropología fílmica y su circunstancia.
El guión posee una narrativa causa-consecuencia de manual. Si bien los acontecimientos lo podemos delimitar en tiempo-espacio, de ninguna manera demeritan los parlamentos y sus consecuencias. Vida, amor, vejez, salud-enfermedad, son “ideas- fuerzas”, que construyen y resignifican el relato. Es una película para pensar y mucho.
Apuntalan la historia, el notable protagónico del sempiterno Jean-Louis Trintignant -un actor de culto- que soporta en su mochila el peso de la legitimación narrativa. Convierte “la realidad creada” por el cine, como una exigencia propia del espectador. El “verosímil” es impecable. No obstante, sostenemos que el tópico de los “tiempos muertos” (instantes en que no ocurre nada, la lente de la cámara está fija y sin movimiento) y su abuso exasperan. Ese ritmo lento, el que vehiculiza el metraje, es su tendón de Aquiles. La filmación trabaja con éxito los planos cortos y largos. El campo y fuera de campo, y planos detalles editados sincrónicos, es resuelto con maestría y naturalidad manifiesta.
En conclusión: con parlamentos profundos, no sobreactuados; un ritmo lento, pero sostenido, lo que subyace en la obra de Michael Haneke, es “la historia del compañerismo” humano. Nada más y nada menos. El alfa y omega del existencialismo: un amoroso compañero de ruta que lo legitima.
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 4Tribunas
Puntaje actor protagónico: Jean-Louis Trintignant (Georges)5Tribunas¡imponente!
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: muy buena
3 Tribunas: correcta - buena
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima
GUSTAVO: PARA MI LA PELICULA ES PERVERSA LOS QUE VIVIMOS UNA SITUACIÓN SIMILAR NO PODEMOS VER NADA ROMANTICO EN ESTE FILM LOS QUE NUNCA VIVIERON NADA IGUAL NO APRENDERÁN NADA VER COMO SE DESINTEGRA EL SER AMADO, ES DEMASIADO CRUEL, DOLOROSO, HORRENDO. COMO DICE EL PROTAGONISTA: "HAY COSAS QUE NO DEBEN MOSTRARSE" LA VI HASTA EL FINAL PENSANDO QUE HABRÍA ALGUNA ENDIJA POR DONDE VER ESPERANZA Y LA PANTALLA NEGRA SILENCIOSA TERMINÓ POR ASENTUAR LA ARIDEZ BESO
La vi.. le doy 3 tribunas