El vértigo electoral comenzó a desvelar a la política nacional en estas últimas horas previas a que concluya el plazo para presentar alianzas, primer punto de inflexión del recorrido hacia las elecciones legislativas de octubre.
El miércoles próximo aquellos partidos que quieran competir en un mismo frente tendrán que manifestar esa voluntad ante la justicia electoral. El verbo desvelar calza justo para definir este frenesí varias veces nocturno de negociaciones contrarreloj.
Diez días después, el 22, deberán ser formalizadas las listas de candidatos y, si hay más de una por frente, las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto serán la herramienta para dirimir como quedarán constituidas las nóminas para las generales del 27 de octubre.
Si se tiene en cuenta que el 12 de julio comenzará la campaña propiamente dicha para las PASO y que luego habrá otro mes oficial de proselitisimo antes de las generales, se puede decir que en los próximos cinco meses la coyuntura nacional se van a teñir completamente de color electoral.
Consejeros
En esta oportunidad el camino a las urnas viene precedido por un factor extra: si habrá o no elección para consejeros de la Magistratura, una herramienta que el Gobierno concibió para cambiar la ecuación de poder dentro de ese órgano y nacionalizar una elección que dirime candidaturas por distrito.
Lo cierto es que la Ley de Reforma del Consejo de la Magistratura, al igual que otras normas que conformaron el paquete de lo que el Gobierno llamó la "democratización de la Justicia", está objetada en los tribunales.
Varios jueces federales ya fallaron en contra, mientras se espera que esta semana resuelva la jueza en lo penal con competencia electoral María Servini de Cubría. También rechazaría la elección de consejeros, lo que abriría el camino para que el planteo llegue finalmente a la Corte Suprema.
"Al final esta ley no parece tan inconstitucional", chicaneó la jueza a un dirigente oficialista al ponerse a analizar el planteo, antes de tomarse licencia por unos días. El máximo tribunal intervendría en caso de que el perdedor en primera instancia pida un salto de instancia o "per saltum". Esta semana, el presidente de la Corte Suprema de Justicia dijo -durante el brindis por el Día del Periodista- que el tribunal lo hará "inmediatamente" que llegue un planteo, aunque en charla con algunos invitados reconoció que el camino no es tan directo.
"El primero que llegue lo resolvemos", se apuró a remarcar a su lado la jueza Elena Highton de Nolasco. Todo parece indicar que la Reforma de la Magistratura será declarada inconstitucional.
Por lo pronto, el oficialismo ya prepara para el miércoles la presentación de la alianza Frente para la Victoria -con igual denominación y partidos participantes- en al menos 18 distritos, tal como pide la ley y luego hará las presentaciones de los frentes en cada distrito electoral.
Pero la oposición también ya consensuó una lista común de consejeros para el caso de que esa elección siga en pie y sirva para mostrar un "ganador nacional" en octubre.
Tironeos al por mayor
El oficialismo defiende a las PASO que promovió a partir de 2011 como una cuestión sacra, pero lo cierto es que las candidaturas para cargos nacionales siguen resolviéndose a dedo.
Habrá que ver si en esta oportunidad el peronismo ortodoxo que sigue dentro del Frente para la Victoria vuelve a aceptar sin rebeliones la segura inserción de militantes de La Cámpora en lugares de privilegio de las listas.
Mientras tanto, en las negociaciones de la oposición tallan egos, antiguas enemistades y proyecciones. Por caso, en el frente de centroizquierda que competirá en la Capital un legislador reclamaba el tercer lugar de una lista. Como no se lo dieron, declaró ante la prensa que no está de acuerdo con ese frente porque Elisa Carrió es una dirigente de la derecha.
Más allá del ejemplo, esa alianza parece camino a consumarse con Pino Solanas y Carrió por un lado y Alfonso Prat Gay, Victoria Donda y Ricardo Gil Lavedra por el otro. También podría intervenir en la primaria con una tercera lista Rodolfo Terragno.
Para contribuir a esa amalgama Solanas debió archivar su histórica reticencia a aliarse con el radicalismo. El dato positivo, casi inédito, es que decidieron usar a las Primarias como instrumento aglutinante.
Por su lado, las dos principales figuras del Frente Amplio Progresista, el socialista Hermes Binner y el radical Mario Barletta, quienes además encabezarán la lista que seguramente ganará las elecciones en Santa Fe, quedaron entreverados en una discusión por la estrategia en la provincia de Buenos Aires.
Si quieren que esa alianza se consolide en el plano nacional para 2015, ya deberían comenzar a asimilarlo como tal en cada uno de los distritos.
En Buenos Aires, no solo el frente panradical mostró problemas de ensamble sino que también el sector de Mauricio Macri y el de Francisco de Narváez están en pleno minué. Allí sí hay diferencias hacia 2015 porque De Narváez prefiere a otros posibles candidatos presidenciales antes que a Macri.
"No hay 2015 sin 2013", señalan varios que promueven alianzas amplias en el turno más próximo. Lo cierto es que esa máxima no es tan directa. De hecho, para la oposición hubo 2009 sin 2011.
El trasfondo de estas contradicciones está en que el sistema de partidos en la Argentina es débil y las figuras quedan siempre por sobre las fuerzas políticas. Así, las alianzas se bambolean de una elección a otra entre uniones sólidas y rejuntados.