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El sistema de regulaciones, prohibiciones y subsidios poco transparente provocó que en la última década, el país sufriera un retraso preocupante en su capacidad de producción petrolera.
En este contexto, el acuerdo de YPF con Chevron aparece como la “salvación”, sin embargo, se perfilará solo como una prolongación de las malas decisiones oficiales.
Según un reciente informe de Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), desde la crisis del año 2002 se multiplican los problemas en el sector petrolero.
Hay que recordar que primero fue el control de los precios y la elevación de los derechos de exportación para atenuar el impacto de la megadevaluación. Esto produjo un fuerte desaliento a la inversión y reducción en las exportaciones, lo que terminó culminando en una millonaria importación de combustibles.
Lo sucedido funcionó como excusa perfecta para justificar la estatización de YPF, culpando a la administración privada. Ahora, ante la insuficiencia de fondos para financiar inversiones, YPF avanza en un acuerdo con la petrolera americana, Chevron.
Acorde con el estudio de IDESA, basados en información publicada por el Instituto Argentino de Petróleo y Gas, se observa que:
-Entre los años 1958 y 1972 se dio la primera gran ola inversora en el sector petrolero pasando la producción de 6 a 25 millones de metros cúbicos por año.
-Luego de dos décadas de estancamiento, entre los años 1991 y 1998 se dio la segunda gran ola inversora aumentando la producción de 29 a 49 millones de metros cúbicos por año.
-En el año 1999 se inicia un proceso de involución que lleva a que en el año 2013 la producción de petróleo caiga a 33 millones de metros cúbicos por año.
“Estos datos muestran que la degradación de los últimos años fue mucho más profunda que la registrada en las décadas de los ´70 y ´80, a tal punto que hizo involucionar la producción petrolera al nivel que había prácticamente hace 20 años atrás”, resalta el informe.
“En lugar de permitir exportar y disponer libremente de los dólares generados a todos los operadores, se impone una maraña de regulaciones irracionales que producen caída de la inversión, la que luego es utilizada para legitimar complejas excepciones generadoras de nichos de negocios oscuros. Habría menos corrupción y más incentivos a la inversión productiva generalizando este privilegio de poder exportar y disponer de las divisas a todas las empresas de todos los sectores”, considera IDESA.
Por estas horas, mientras oficialismo y oposición discuten las cualidades financieras, técnicas y hasta éticas de Chevron, se pasa por alto que lo importante no es la empresa, sino las reglas de juego que se aplican.
Redacción de TDP
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Lo de Chevron es una pavada comparado con la operadora china SINOPEC que tiene las mejores áreas del Norte de Santa Cruz y lo único que perforan son pozos de desarrollo. Nunca un exploratorio ni un avanzada. Pero claro....nadie se mete con los chinos porque nos compran la soja
Mas alla de las cifras, me pregunto si hay un control confiable de la cantidad de petroleo extraido y como se hace el mismo. Lo digo porque se que se le ofrecio, al principio de la "gestion del relato", a este gobierno, un sistema Frances instalado en boca de pozo, inviolable, que transmite por via satelital en directo, las cantidades que se estan extrayendo y fue desechado. Vaya uno a saber porque. Lo mismo sucede con el oro extraido, como se controla lo que se llevan ?